Todo el mundo en guardia ante el avance del ébola

UN PACIENTE PRESUNTAMENTE INFECTADO CON ÉBOLA (DER.) ES RECIBIDO EN LA GUARDIA DEL HOSPITAL PRESBITERIANO DE DALLAS, TEXAS

Los presidentes de las tres naciones del África occidental afectadas por el brote de ébola solicitaron ayer urgentemente dinero, médicos y camas de hospital, mientras representantes de varias naciones congregados en el Banco Mundial (BM), en Washington, prometieron más ayuda.

“Nuestra gente se está muriendo”, se lamentó el presidente Ernest Bai Koroma, quien habló por video desde Sierra Leona a una reunión cumbre durante el encuentro anual del FMI y el BM en Washington. Koroma describió los efectos devastadores de “este virus maligno”: niños huérfanos, médicos y enfermeras muertos, y un sistema médico que no puede hacer frente a las necesidades. La respuesta mundial no se ha mantenido a la par con la propagación del ébola, señaló Koroma, y “una tragedia inesperada en tiempos modernos” amenaza a todos.

El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, pidió aumentar unas 20 veces la ayuda internacional para combatir el brote, y representantes congregados en una reunión del BM prometieron evacuar al personal médico contagiado. “A quienes todavía no ayudaron, por favor les pido que lo hagan pronto”, dijo. “Esta es una enfermedad implacable”.

En la reunión en Washington, el presidente de Guinea, Alpha Conde, solicitó dinero, insumos, medicamentos, equipos y entrenamiento del personal médico. “Nuestros países están en una situación muy frágil”, dijo Conde por medio de un intérprete. La presidenta Ellen Johnson Sirleaf, de Liberia, también apareció mediante videoconferencia para reclamar un aumento urgente de la ayuda.

El presidente del BM, Jim Yong Kim, avaló ayer las promesas de EE UU y de la ONU de garantizar la evacuación del personal médico enfermo en condiciones sanitarias seguras, un esfuerzo para garantizar que un número suficiente de médicos y enfermeras estén dispuestos a arriesgar sus vidas para ayudar a contener la enfermedad.

Kim agregó que deben construirse rápidamente hospitales y centros de salud para asegurar que los pueblos de los países afectados tengan fe de recibir lo que necesitan en sus propias comunidades sin temer que los centros de ébola sean lugares donde la gente va a morir. Es también el mejor modo de contener la propagación del ébola a otros países, expresó Kim.

La enfermedad viral, para la que aún no hay vacuna, se contagia por contacto con fluidos corporales de una persona infectada y provoca fiebre, diarrea, vómitos y agudo dolor muscular y en las articulaciones. El período de incubación de la enfermedad oscila entre 10 y 21 días y, según los expertos, el virus se contagia a partir de que se manifiestan los síntomas. En África occidental, esta implacable fiebre hemorrágica ha dejado más de 3.900 muertos este año. Se trata de la peor epidemia desde la irrupción del sida en los años 80, según precisaron las autoridades de Salud estadounidenses.

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