Una hazaña entre las cosas cotidianas

El aterrizaje de una especie de robot sobre la superficie helada de un cometa se ocupó, esta semana, de confirmar que el Hombre no tiene fronteras y que la revolución científica nunca se termina.

Es el resultado de un complejo proyecto espacial que apunta a descifrar secretos sobre el origen del sistema solar y el comienzo de la vida en planeta Tierra. Todavía no se sabe hasta dónde se podrá llegar a partir de este logro. Pero en sí mismo, el aterrizaje ha sido considerado una de las grandes hazañas espaciales de la historia.

Para la mayoría, los detalles de esta misión son demasiado técnicos y demasiado complejos. Pero hay algo que entendemos todos: por encima de las minucias coyunturales y de las miserias humanas, hay en el Hombre un talento que no deja de sorprender. la ciencia, cada tanto, sorprende con hallazgos y concreciones que nos recuerdan la potencialidad y el genio que anida entre los seres humanos. En definitiva, el proyecto Rosetta tiene -más allá de su esencial valor científico- el mérito de recordarnos que el Hombre siempre puede vencer sus propios límites.Más cerca, la realidad ha sido menos complaciente.

Fue una semana sin bancos, sin escuelas, con incidentes que rozaron el escándalo en el Congreso nacional y en la Legislatura bonaerense...

El paro docente tuvo una altísima adhesión y planteó el debate de siempre: ¿por qué tienen que pagar los chicos el costo de un conflicto de nunca acabar?Frente a ese interrogante hay, sin embargo, una historia que vale la pena destacar. Es la de la Escuela 9 de Barrio Aeropuerto (7 y 643). El martes -cuando se cumplía el primer día de paro- era el día en el que habían previsto, con anticipación, hacer el acto por el Día de la Tradición, para el cual los alumnos habían ensayado durante varias semanas y se habían hecho, con dedicación y sacrificio, trajes típicos para la representación. Los docentes, que adherían al paro, decidieron ir al colegio y realizar el acto para que los chicos no sintieran que su esfuerzo había sido en vano. Fue un gesto de compromiso con los alumnos que quizá valga la pena subrayar.

Detrás de la conflictividad gremial está, como se sabe, el problema de la inflación. Esta semana volvió a mostrar que las mediciones oficiales se alejan cada vez más de las privadas. Lo cierto es que la gente siente la presión en el bolsillo. Y ese es un dato que atraviesa la realidad de este año que empieza a transitar la cuenta regresiva.

Pero La Plata tendrá esta semana motivos para disfrutar. La celebración de su aniversario marcará el ritmo de los próximos días. Entre la música, los tilos y los jacarandaes en flor, la Ciudad siempre da algún respiro.