Otra abuela de La Plata celebra el récord de 104

LOS GUTIÉRREZ A PLENO FESTEJARON EN LA CASA DE UNO DE LOS HIJOS DE LA VECINA CENTENARIA EL CUMPLEAÑOS NÚMERO 104 DE MARÍA ESTHER. NO FALTARON EN EL ENCUENTRO LA EMOCIÓN NI LAS ANÉCDOTAS

Desde 2010 que los Gutiérrez no paran de festejar. Y es que la bisabuela de la familia se sumó ese año al “club de los 100” y a partir de entonces cada 11 de marzo, al cumplir María Esther un nuevo aniversario, en el hogar del barrio de plaza Sarmiento se celebra “la vida”, como dicen los allegados de esta platense que ahora festejó los 104 años, a toda fiesta.

Nacida en una familia de inmigrantes italianos el 11 de marzo de 1910, “Ñata”, su sobrenombre desde que era pequeña, creció en un hogar de 40 entre 9 y 10, donde los varones de la casa se dedicaban a atender la carpintería Lago Di Como, llamada así por el padre, Victorio Ponisio, en recuerdo de la tierra que había dejado atrás para radicarse definitivamente en nuestra ciudad. Luego, una vez que María Esther se casó con José Gutiérrez y tuvo a sus hijos José María y Hugo, vivió en la calle 67 entre 9 y 10. Allí residió hasta 1990, el año en que quedó viuda. Desde entonces se radicó en 64 entre 18 y 19.

DUEÑA DE UNA GRAN ENERGÍA

Trabajadora y siempre dedicada a las necesidades de su familia, a “Ñata” la caracterizó una personalidad enérgica que la ayudó a superar las dificultades que atraviesan una vida tan extensa.

Esta vecina que logró forjar una familia que hoy integran dos hijos, dos nueras, nueve nietos, seis nietos políticos y once bisnietos, fue una destacada tejedora y bordadora que se ocupaba de confeccionar muchas de las prendas de sus descendientes; también - herencia de sus mayores - sabía cultivar la tierra y disfrutaba de la atención de la huerta familiar.

María Esther es una ferviente católica y hasta no hace mucho tiempo tuvo una comprometida actuación en distintas entidades cristianas, como la Liga de Madres de Familia y el Apostolado de la Oración, ambas organizaciones relacionadas con la parroquia San José.

Excelente cocinera y especialista en repostería, los suyos recuerdan con alegría los platos cargados de alfajores de maicena que elaboraba para cada ocasión especial.

Hoy son sus nietas quienes la agasajan a ella con recetas de exquisiteces dulces cuyos secretos les reveló, alguna vez, la abuela.

La familia Gutiérrez se reunió otra vez para homenajearla. Y fue una fiesta cargada de momentos emotivos y de relatos con divertidas anécdotas, en la que hijos, nietos y bisnietos volvieron a expresarle a “Ñata” todo el amor que sienten por ella.