Proponen prohibir que se fume cuando se maneja

SEÑALAN QUE UNO DE LOS EFECTOS MÁS NOCIVOS DEL HUMO SE PRODUCE EN EL INTERIOR DE LOS VEHÍCULOS

Si bien la prevalencia del tabaquismo bajó cinco puntos en los últimos tiempos, especialmente desde la vigencia de las leyes de control de tabaco, ahora los especialistas en esta temática van por más, y lo que se busca es prohibir que se fume en los automóviles, ya que, según se señala, no solo produce un efecto nocivo en quien los consume, sino también un daño ambiental.

Es que uno de los efectos más nocivos del humo ambiental del tabaco se produce dentro del recinto de los vehículos, con el agravante de que fumar manejando aumenta el riesgo de accidentes: por ambas razones. Es por eso que los especialistas promueven una norma para que no se fume mientras se maneja, una iniciativa que ya se viene manejando para aplicar en la capital federal, pero que se pretende hacer extensiva a todo el país.

Un relevamiento hecho por el “Proyecto Buenos Aires Ciudad Libre de Humo” concluyó que “el 57% de los vehículos en los que se fuma en Capital, corresponden a particulares”, y halló que “en el 4% de los vehículos fumaba al menos una persona”.

La observación mostró que en el 60% de los vehículos había otros ocupantes expuestos al humo de tabaco ajeno, es decir, fumadores pasivos, tanto adultos como chicos.

Esta investigación, que incluyó 4.800 observaciones directas de vehículos en las 15 comunas de la ciudad de Buenos Aires durante el mes de abril, “es pionera en nuestro país, donde hasta ahora no había cifras que reflejaran la realidad local”, destacaron los impulsores de la medida.

LOS EFECTOS NOCIVOS

Para la cardióloga Marta Angueira, coordinadora del programa de prevención y control del tabaquismo del Hospital Ramos Mejía y también directora del proyecto Buenos Aires Ciudad Libre de Humo, la alta incidencia en adultos jóvenes de problemas cardiológicos es debido a que “desde el punto de vista cardiovascular, el tabaco produce lesiones crónicas como la arterioesclerosis, que es la placa dura, irreversible, que estrecha los vasos a lo largo del tiempo”.

“Por otro lado -describió Angueira- en la gente más joven, la isquemia se produce por trombosis, porque en el fumador la sangre se espesa por los componentes del humo del tabaco, que es promotor de trombos, pero eso mejora inmediatamente cuando deja de fumar”.

La especialista consideró que la advertencia sanitaria a la que están obligadas las tabacaleras, con cruentas imágenes que deben ocupar la mitad del paquete, “es efectiva como una herramienta más, porque el control del tabaco no es solamente que la gente deje de fumar sino también generar conciencia en los ambientes libres de humo, el incremento de precio y el control del contrabando”.

Asimismo, remarcó el cambio cultural para cuestionar ideas, como la que asoció el cigarrillo a la esbeltez como estrategia publicitaria.

“La delgadez -planteó Angueira- está asociada a la química de la nicotina, con efecto anorexígeno que quita el apetito: por eso el tabaco comenzó a ir a Europa, porque los colonizadores vieron que los indígenas que fumaban podían comer poco y encontraron la solución para que comiera menos la gente que venía en los barcos, en los que el problema era la conservación de los alimentos”.

“Pero ahora, afortunadamente, es mucha la gente que dejó de fumar, y lo bueno es que no hay recambio”, afirmó la cardióloga, quien consideró clave avanzar en que se deje de fumar en los automóviles.

“Hay evidencias a partir de restricciones aplicadas en otros países, que según mediciones sobre las urgencias hospitalarias, indican que disminuyeron un 20% los ingresos a la unidad coronaria, lo que indica que algo importante mejoró. Y esa cifra escala al 40% menos de los ingresos a unidad coronaria de adultos jóvenes, hasta los 45 años”.