Enorme despliegue para un dramático rescate en el agua

HELICÓPTEROS ARGENTINOS Y URUGUAYOS PARTICIPARON DEL RESCATE DE LAS VÍCTIMAS DEL ACCIDENTE

Eran las 13,50 cuando uno de los sobrevivientes del avión siniestrado se comunicó con el 911 para alertar sobre el accidente en el Río de la Plata. Esa llamada inició un dramático operativo contra reloj destinado a rescatar a los sobrevivientes y trasladarlos hasta donde pudieran ser atendidos.

De ese operativo participaron efectivos de prefectura argentinos y uruguayos, buzos tácticos y médicos, que llegaron hasta los restos del avión a bordo de helicópteros equipados con camillas especiales para el rescate.

El portavoz militar uruguayo indicó que a las 14 un helicóptero Dauphin 091, con rescatistas y personal médico, salió hacia el lugar del siniestro, y luego se sumó al operativo de rescate otro de la Prefectura Naval Argentina.

Tanto los heridos como los cuerpos de los fallecidos fueron rescatados mediante camillas que eran levantadas por buzos tácticos y elevadas a la aeronave para su traslado, mientras las cámaras de televisión seguían el operativo y se pudo ver a una persona sin vida en el ala de la avioneta.

El Secretario de Seguridad de la Nación, Sergio Berni, dijo que acudieron al lugar del siniestro por un alerta que llegó a Prefectura de parte de la tripulación de una embarcación, que precisó que la avioneta estaba al norte de la isla Martín García, a unos diez kilómetros al sur de la ciudad uruguaya de Carmelo.

Los primeros momentos después del accidente dieron lugar a la confusión.

El vocero uruguayo dijo que estaban todos los pasajeros de la aeronave vivos en el fuselaje, pero más tarde confirmó que cuatro personas estaban conscientes y que las otras cinco que reportó en estado de inconsciencia, habían fallecido.

Como se dijo, la avioneta siniestra, matrícula LV CNT, pertenece al dueño de la marca Kosiuko, Federico Bonomi, quien en declaraciones a la prensa se manifestó “shockeado” por la situación de los pasajeros, todos vinculados a importantes empresas argentinas, y por Larriera, a quien consideró un “piloto excepcional” y “un hermano”.

CAMILLAS

A partir de la llegada de los rescatistas comenzó la tarea de bajar en camillas a buzos tácticos quienes fueron los primeros en tomar contacto con los accidentados, verificar su estado y acompañar a los sobrevivientes a las mismas camillas, que eran elevadas hasta los helicópteros para trasladar a los sobrevivientes a lugar seguro.

Esta operación se repitió con cada herido en un escenario ubicado en las proximidades de la Isla Martín García (partido de La Plata) hasta donde se supone que el piloto aproximó el avión buscando que el impacto de la caída del avión fuera menor.

La caída del avión y el posterior rescate mantuvo pendientes a miles de personas, porque por primera vez las imágenes de un rescate de los sobrevivientes de un accidente aéreo fueron transmitidas en directo por un canal de TV.