Embistió a dos mujeres con sus bebés en brazos y casi lo linchan

JAVIER, CONDUCTOR DEL FALCON QUE PROTAGONIZÓ EL ACCIDENTE. “SE EMPAÑARON LOS VIDRIOS”, CONTÓ

Entre el “no los vi” del conductor del Ford Falcon y la bronca de los papás del bebé de cuatro meses que terminó internado, se disparó una serie de acusaciones, insultos y hasta golpes hacia el hombre que manejaba el auto.

Poco después de las 7.30 de ayer, por 38 y 146 iba Javier (41) al volante de un Falcon, para llevar a sus hijos a la escuela como todos los días. Por ahí caminaba también Betiana Rivero (19) con su hijito en brazos, acompañada por su hermana y su nena de ocho meses, rumbo a la parada del micro.

El hombre chocó con la parte delantera del vehículo a las dos jóvenes. Ese aspecto del accidente fue admitido por las dos partes involucradas, pero la discusión se trabó en torno de si las dos chicas caminaban por el asfalto o no.

Según Betiana, solamente su hermana iba caminando por el pavimento, mientras que ella prefirió hacerlo sobre el barro. Vale aclarar que en ese sector de San Carlos las veredas no existen. “En ese momento no vi nada porque se empañaron los vidrios, porque iba con los chicos y éramos varios. Además, iba bien despacio por precaución”, fue el descargo de Javier.

La imagen más dramática fue la del bebé que terminó tirado sobre el barro. Según agregó su mamá, el niño “voló por lo menos un metro” desde el momento del impacto, cuando se le escapó de las manos.

Las víctimas regresaron a su casa, a dos cuadras. La Policía intervino en el caso y el nene fue derivado al hospital de Niños donde, paradójicamente, su mamá planeaba llevarlo esa misma mañana para que le hicieran un control.

El nerviosismo fue amainando a medida que los pediatras se cercioraron de que solamente había que lamentar un raspón en la cara del bebé. “A mí y a mi hermana todavía nos duele mucho la cintura”, señaló anoche Betiana. Pero el parte médico no terminó por calmar los ánimos. “Cuando se enteró de todo, mi pareja lo fue a buscar (al conductor del auto)”, señaló la chica.

Así fue que el papá del nene salió al cruce de Javier. “Apareció cerca de mi casa, se me puso a la par y me pegó entre seis y siete veces desde la calle”, relató el hombre, que aún iba al volante.

Javier contó que además de la fractura del tabique de su nariz tuvo que tolerar amenazas e insultos xenófobos, porque es boliviano.

Horas más tarde, el automovilista y su familia fueron al hospital para interiorizarse del estado del nene, pero no se cruzaron con los padres. Todos respiraron más tranquilos cuando supieron que tal vez hoy el pequeño recibiría el alta.