Obama busca frenar a niños indocumentados

EL PRESIDENTE BARACK OBAMA

WASHINGTON.- El presidente estadounidense, Barack Obama, solicitará unos 2.000 millones de dólares en fondos de emergencia para atender la oleada de miles de menores de edad de Centroamérica que han cruzado la frontera ilegalmente.

La Casa Blanca enviará hoy una carta al Congreso “solicitando recursos adicionales y mayor flexibilidad para atender” la creciente llegada de menores indocumentados, considerada por el gobierno una crisis humanitaria urgente, indicaron fuentes del gobierno, y agregaron que los fondos requeridos podrían superar los 2.000 millones de dólares, aunque la cifra aún está bajo revisión.

Desde octubre, unos 52.000 menores de edad entraron ilegalmente a EE UU sin la compañía de adultos, lo que ha agravado el debate interno por la reforma migratoria.

Los críticos de Obama ven en la crisis actual el reflejo de que la laxitud del mandatario ha dejado rendijas en la frontera.

REFUERZO EN SEGURIDAD FRONTERIZA

Para intentar remediar la situación, la Casa Blanca solicitará al Congreso recursos para fortalecer la seguridad fronteriza, entre otras medidas, así como para intentar hallar las causas de la reciente oleada de inmigrantes.

El gobierno de EE UU buscará reforzar la lucha contra las bandas de traficantes de personas, y Obama también pedirá a los legisladores modificar normas existentes para simplificar el proceso de deportación.

Los menores, que usualmente son llevados por grupos de traficantes o viajan en los techos de trenes a lo largo de todo el territorio de México hasta la frontera con EE UU, provienen en su mayoría de Honduras, El Salvador y Guatemala, huyendo de la violencia y la pobreza.

Algunos creen en rumores falsos de que obtendrán “permisos” de residencia, lo que según críticos del Partido Republicano es alimentado por la postura de Obama en favor de la regularización de los 11 millones de personas indocumentadas en EE UU. “Aparentemente, el rumor es que una vez que son detenidos y procesados por la Patrulla Fronteriza, lo más probable es que nunca sean deportados gracias al laxo cumplimiento de la ley de este gobierno”, afirmó la semana pasada el congresista Bob Goodlatte, que preside un comité en la Cámara de Representantes sobre inmigración.

La polémica ha impulsado a Obama a pedir directamente a los centroamericanos que no envíen niños hacia la frontera estadounidense. “Nuestro mensaje directo para las familias en Centroamérica es: ‘No envíen a sus niños a la frontera’”, dijo el mandatario en una entrevista al canal ABC. “Si logran cruzar, serán deportados. Y más importante, puede ser que no sobrevivan” al trayecto, señaló.