Las mochileras mendocinas fueron asesinadas con “saña”

La Justicia ecuatoriana dictó la prisión preventiva para los dos hombres que fueron detenidos el lunes por el crimen de las turistas argentinas Marina Menegazzo (21) y María José Coni (22), cuyos cadáveres fueron hallados en la localidad de Montañita, donde estaban de vacaciones.

A través de la red social Twitter, la Fiscalía General de Estado de Ecuador informó que el juez multicompetente de Manglaralto, David Balladares, hizo lugar al pedido del fiscal Eduardo Gallardo para mantener detenidos a los sospechosos, Segundo Mina Ponce y Eduardo Aurelio Rodríguez. Los informes técnicos y forenses fueron determinantes para eso, ya que las autopsias determinaron que las chicas fueron asesinadas con saña.

Ahora se inicia la instrucción fiscal, en la que Gallardo deberá juntar elementos de prueba. La prisión preventiva de los detenidos se dictó durante una audiencia oral que se desarrolló en a Unidad Judicial Multicompetente de Manglaralto, en la ciudad de Santa Elena, en la que estuvieron presentes los acusados.

Comenzó cerca de las 9, con la presentación que hizo el fiscal de los informes técnicos y los resultados de las autopsias y otros estudios forenses, especialmente respecto a los objetos de las víctimas secuestrados en la vivienda donde ocurrieron los homicidios.

Según una publicación del diario ecuatoriano El Universo, en esa audiencia Mina Ponce cambió su versión y dijo que Rodríguez, alias “El Rojo” no participó del doble crimen, a pesar de lo cual el juez Balladares pidió la prisión preventiva para ambos.

Atilio Alfonso Pilco, abogado de “El Rojo”, confirmó que Mina Ponce “se declaró culpable y narró con lujo de detalles” los asesinatos.

“(Ponce) contó que él golpeó a una de las chicas (para matarla) y la otra se defendió a capa y espada, forcejearon y él tuvo dos cortes en las manos (mientras la asesinaba con un arma blanca)”, aseguró Alfonso Pico respecto a la versión “contundente” que dio el otro imputado. Además, el abogado dijo que “Ponce incriminó a ‘El Rojo’ porque lo presionaron”, aunque no dijo quién.

Según el letrado, su cliente nunca ingresó a la vivienda donde presuntamente ocurrió el doble crimen y sólo acompañó a comprar una gaseosa a las chicas, a quienes les dio alojamiento y se retiró.

Además, el abogado indicó que Rodríguez vio “a unos turistas de acento colombiano” que estaban cerca de la casa. “La investigación tiene que ser clara, precisa, de acuerdo a los estándares internacionales de investigación y el fiscal se ha precipitado demasiado”, expresó.

El abogado Alfonso Pilco pidió “la reconstrucción de los hechos y que se vuelva a hacer una investigación técnica y científica para determinar quién cometió el crimen” y las huellas dactilares de la persona que usó el triciclo en el que fueron cargados los cadáveres de las turistas. “Hay que seguir investigando si Ponce mató a las chicas con otro cómplice”, concluyó el defensor.

Por otra parte, el cónsul argentino en Guayaquil, Alberto Balboa, dijo que no descarta la hipótesis que vincula a los crímenes con una organización de trata de personas, tal como sospechan los familiares de las víctimas, aunque aclaró que se trata “una opinión personal”.

“Todo puede ser, esto es una opinión personal. También hay parte de la familia que a raíz del estado de los cuerpos, que están totalmente irreconocibles, no cree que sean ellas”, dijo el diplomático.

Balboa reconoció, además, que las familias de las víctimas “no están muy conformes con la investigación que llevó adelante la fiscalía ni con los culpables”.

Marina y María José fueron encontradas muertas en una zona de vegetación próxima a las playas de la localidad turística de Montañita, a unos 200 kilómetros de la ciudad de Guayaquil, en Ecuador. Los cuerpos estaban envueltos en plástico y embalados con cinta.

Las chicas habían tenido su último contacto telefónico con sus familiares el 22 de febrero y planeaban regresar a Argentina el 26. El cadáver de María José fue hallado el jueves pasado tras un llamado a la policía y el de su amiga Marina el sábado, a pesar de que estaban en la misma zona a unos pocos metros de distancia.

Creen que los crímenes se produjeron la noche del mismo 22 de febrero o la madrugada del 23 y la principal hipótesis apunta a que se resistieron a un ataque del tipo sexual.