Habrá multas más severas por infracciones en la vía pública

Un “nuevo código de convinvencia”. Así definió el intendente, Julio Garro, a la reforma que impulsa del Código Contravencional platense, enfocada, principalmente, a profundizar la regulación de la vida pública en la Ciudad, redefiniendo o rescatando pautas y, también, endureciendo penas por incumplimiento.

Según pudo saber EL DIA, la idea que se impulsa apunta, fundamentalmente, a profundizar la regulación de la venta ambulante, el funcionamiento de boliches nocturnos y habilitaciones de comercios en general, el tránsito, la basura y la tracción a sangre.

Ayer, el jefe comunal encabezó la primera reunión de gabinete luego de las elecciones del domingo. Y tras agradecer el trabajo de campaña y descartar que se hable ahora de los cambios que tendrá el Ejecutivo, instruyó a su equipo a trabajar en el proyecto que impulsa de cara a 2018: una megareforma del Código Contravencional.

Según trascendió, la idea que Garro volcó en ese encuentro tendrá como protagonistas en su ejecución a cinco áreas: Seguridad y Legales, Control Ciudadano, Planeamiento, Espacios Públicos, la Agencia Platense de Recaudación, además de la participación en su diseño de los concejales del oficialismo y la oposición.

Es que según los primeros lineamientos debatidos, el proyecto que se impulsa se vincula con analizar las normas vigentes de convivencia y procurar, fundamentalmente, “hacerlas cumplir”.

Según trascendió, la idea de fondo es la de reforzar la presencia y el control del Estado en toda la Ciudad. Se penarán algunas cuestiones y se profundizarán las multas de otras, que ya se encuentran prohibidas. Y para esto Garro enviará al Concejo Deliberante una reforma del Código que consensuará con otras fuerzas políticas.

A modo de ejemplo, desde el Ejecutivo explicaron: “la venta ambulante está prohibida, igual que la tracción a sangre, sin embargo ambas cosas forman parte del paisaje cotidiano de la Ciudad y hay que buscarles una regulación que, sin quitarle el trabajo a nadie, profundice la regulación entre lo que es legal y lo que no”.

En este sentido, se habló de la idea de incorporar a estos recicladores urbanos a cooperativas que participen en el futuro sistema de recolección de residuos y desterrar el uso de caballos en la vía pública.

Una situación similar, indicaron, se da con los piquetes, que entorpecen la libre circulación y que merece un debate en el Concejo para encontrar una solución.

Los secretarios participantes de la reunión aportaron sobre la mesa otras cuestiones que se añadieron a una larga lista de ítems a rever. Entre ellas se conoció que se planteó la sistemática acumulación de escombros provenientes de las obras en construcción en la vía pública, algo que está penado con multas pero que no se aplican. Lo mismo, hubo quejas porque los vecinos sacan la basura fuera de hora, y se sugirió que esa actitud también debe ser penada.

De la misma forma, se plantearon las infracciones que los comercios realizan respecto de lo que están habilitados a vender, así como las infracciones de tránsito que contribuyen al cercenamiento de la seguridad vial en la Ciudad.

Respecto a la nocturnidad, explicaron que “hay muchos casos en los que boliches son clausurados por incumplir normas pero que como la pena es muy baja, pagan en el Juzgado de Faltas y vuelven a abrir en las mismas condiciones, dándose un círculo vicioso que hay que cortar”, describieron.

CONTROL DEL ESTADO

“La idea es que todos los platenses vivan en armonía, y por eso en esta etapa vamos a buscar un orden que no implique vivir en la anomia”, dijeron ayer fuentes cercanas a Garro. Y añadieron: “El Intendente cree que es tiempo de profundizar las mejoras en los mecanismos de control, reforzando la presencia del Estado en la calle”.

Por esto, ayer el debate inicial se centró en la necesidad de incrementar los montos de las multas, pero, además, engrosar el mínimo de los módulos aplicables a la sanción que dicte el juez de Faltas.

A esta altura del debate, que se extendió durante toda la mañana, se impuso el tema de la falta de inspectores que fiscalicen todas estas infracciones.

Dado que la secretaría de Control Ciudadano sólo cuenta con 200 agentes distribuidos entre el centro y las localidades, es dable pensar que tan importante como profundizar las penas es la presencia de agentes del Estado en la calle que las hagan cumplir.

Por eso ayer el Intendente adelantó que se asignará un mayor número de recursos humanos en este sentido, aunque, como aún la idea es incipiente, no trascendieron cuántos empleados serán requeridos.

En ese marco, algunos, incluso, advirtieron la idea de instalar cámaras que funcionen para aplicar fotomultas ante excesos de velocidad y cruces de semáforos en rojo.