Alarma por “contagio” de la Ballena azul: ya habría 8 casos

Integrantes de la red que agrupa a todos los fiscales que investigan cibercrimen en el país expresaron ayer su preocupación por la llegada de este juego suicida al país, y estimaron que ya habría ocho casos en la Argentina, de los cuales cuatro estarían “casi confirmados”.

El director del Cuerpo de Investigaciones Judiciales de la Fiscalía de la ciudad de Buenos Aires, Enrique del Carril, dijo que en Argentina “hay prácticamente confirmados cuatro casos más” de adolescentes autolesionados por participar en el juego suicida “La Ballena Azul”, que se suman al menor que se intoxicó en San Juan y a la alumna platense del Liceo que se autoprovocó cortes (ver aparte), y que hay un número similar de episodios que podrían encuadrarse en la problemática.

“Actualmente tenemos investigaciones en curso. Hay 4 casos ya prácticamente confirmados de menores de entre 12 a 16 años que se lastimaron a sí mismos siguiendo las consignas del desafío virtual, a los que hay que sumar 3 ó 4 más que hay que confirmar”, señaló el funcionario.

A estos casos se le suma el del adolescente sanjuanino de 14 años que terminó hospitalizado tras intoxicarse al ingerir una tira de pastillas y que exteriorizó en las redes sociales que jugaba a La Ballena Azul.

De todos modos, los fiscales señalaron que en todos estos nuevos casos no se trató de intentos de suicidio propiamente dichos, sino que “fueron detectados en la etapa intermedia de autolesiones”, cuando ya habían llegado a “grabarse la ballena en algún lugar del cuerpo”.

Según Del Carril, uno de esos adolescentes sobre los que pesan fuertes sospechas de haber sido víctima de este juego perverso vive en la provincia de Buenos Aires, mientras que los episodios restantes corresponden a “la región noreste de Argentina”, aunque no dió mayores precisiones.

El investigador explicó que en la mayoría de los casos, se trata de adolescentes que comenzaron a jugar alguna de las versiones de La Ballena Azul a partir de “grupos cerrados de Facebook”, cuyos administradores, que no actuarían desde Argentina, luego envían los pasos a seguir por otras vías privadas.

“Tenemos información preliminar, pero no hemos detectado ningún grupo argentino. Hay alguno que quizás lo sea, pero no está claro que se trate de la Ballena Azul. Igualmente, los grupos se mezclan y ya no hay fronteras de países: con la globalización, a estos juegos se adhiere el que quiere adherir, por lo que se participa de reuniones de videoconferenecia con grupos de cibercrimen de toda Latinoamérica”.