Atacó sexualmente a dos chicas, mató a una y se fue a dormir a la casa de al lado

Es difícil encontrar un adjetivo que califique a lo que pasó ayer a la madrugada en Punta Lara y a su responsable, aunque, por sí sola, la crónica da cuenta del espanto.

Dos chicas fueron atacadas por un sujeto que las redujo en la casa de una de ellas, las ató y abusó sexualmente, les provocó quemaduras y cortes, y a una la degolló después de golpearla con una pala de punta. La sobreviviente está internada en el hospital Cestino, reponiéndose.

Por el caso fue detenido un vecino que vive justo al lado de donde ocurrió todo. Según contó su mujer, lo notó “alterado” cuando volvió “de madrugada” y se acostó a dormir con ella y su beba de un mes.

En su domicilio secuestraron droga y elementos sustraídos a las víctimas. También un teléfono donde, dicen, habría filmaciones de todo esto que es tan difícil de adjetivar. La fiscal Virginia Bravo lo indagará hoy.

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Según se pudo reconstruir con datos aportados por distintas fuentes, el hecho comenzó en los primeros minutos de ayer en una casa de 126 entre 5 y 6, de Punta Lara, donde María Emma Córdoba, de 25 años y estudiante avanzada de Medicina, vivía sola. Esa noche se había quedado a dormir en el lugar una amiga y compañera de estudios de su misma edad, que este medio identificará con las iniciales de sus nombres -A.L-, por el tipo de delito que se investiga.

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El atacante habría sorprendido a María Eva cuando abrió la puerta para entrar a sus perros y se topó con él bajo el alero. Tenía un revólver.

Ya con ella en la vivienda, redujo también a A.L y les ordenó a las dos que subieran a la planta alta, donde las hizo desnudar y comenzó a abusar de una de ellas. Un investigador detalló que en ese momento María Emma se abalanzó sobre el atacante para quitarle el arma, pero después de que él la controló sin demasiado esfuerzo, decidió maniatarlas. Las sometió sexualmente a las dos.

Durante más de una hora las amigas sufrieron agresiones de todo tipo; incluso heridas cortantes que “no fueron demasiado profundas”, según explicó un pesquisa. Como si todo eso fuera poco, antes de irse el delincuente las quemó usando un aerosol y un encendedor.

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De nuevo, las lesiones que les provocó no fueron mortales, aunque parece claro que el sujeto tuvo desde el principio la intención de matar a las víctimas.

Tras permanecer un buen rato en el primer piso de la casa, el delincuente se dirigió a la planta baja para recolectar objetos que llevarse. Mientras tanto, las chicas intentaban zafar de las ligaduras para poder ponerse a salvo.

La primera que lo habría logrado fue María Emma, quien desató a su amiga y corrió escaleras abajo. Ahí sobrevino lo peor.

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“Se encontró con este tipo, que la atacó a golpes con una pala de punta y la apuñaló en el cuello”, detalló un jefe policial consultado por este diario. Luego desató un incendio en un intento por borrar sus huellas de la escena. Y se fue.

Cerca de las dos de la mañana alguien llamó al 911 para denunciar que había un incendio en 126 entre 5 y 6, a donde fueron los bomberos y policías de la comisaría Segunda de Ensenada, que se encontraron con un panorama conmovedor. A.L les dijo que su amiga estaba muerta en el patio y acusó al vecino, Ariel Osvaldo Báez (23).

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Los efectivos no tuvieron que caminar más que unos pocos metros para encontrarlo. Estaba en su casa, justo al lado de la del hecho, durmiendo (ver aparte).