El Pasaje Dardo Rocha, un salón de 85 metros de largo y una rica historia

El Pasaje Dardo Rocha alberga al mayor salón de nuestra ciudad en el que continuamente se suceden conciertos, espectáculos de danzas, variadas exposiciones y muchas otras actividades culturales, a las que deben añadirse una multiplicidad de filmaciones de cortos publicitarios y hasta varias escenas de un largometraje europeo.

Pero a fines del siglo XIX quién en nuestra ciudad podía imaginar que todo ello tendría lugar en el mismo sitio en el que en aquella época terminaban las vías del trazado férreo entre La Plata y Buenos Aires y todo el espacio era ganado por el nauseabundo bleque que caía de las máquinas entre los rieles y el fuerte olor que despedían las calderas de las viejas locomotoras a vapor alimentadas con carbón.

O que el estrépito que causaban los trenes al llegar y al partir, y el bullicio de los pasajeros siendo despedidos o recibidos por amigos y familiares, algún día sería reemplazado por la armoniosa presentación de un coro o de una orquesta, o el silencio de los visitantes a exposiciones, como por ejemplo, una de ellas, nada menos que de Salvador Dalí.

Curioso destino el del Pasaje Dardo Rocha, principalmente el de su gran salón de la planta baja. Porque más allá de lo meramente anecdótico, la historia del lugar también cuenta en silencio los devenires de la política argentina y los largos y oscuros periodos en los que la valoración de lo artístico, en todas sus expresiones, prácticamente no existió.

LOS INICIOS

Pero cuando se habla del salón del Pasaje Dardo Rocha y del edificio en su conjunto, lo primero que hay que señalar es que se trataba, ni más ni menos, que de la primera estación de trenes de la flamante capital de la provincia de Buenos Aires, perteneciente a la empresa Ferrocarril Oeste.

De ese modo, la estación “19 de Noviembre”, así se llamaba, comenzó a funcionar algo precariamente en 1883 para permitir que el gobernador Dardo Rocha viajara diariamente desde Buenos Aires a La Plata y sólo caminar hasta sus oficinas, las que poco tiempo después se ubicarían en la Casa de Gobierno, que en ese momento aún se encontraba en construcción.

LE PUEDE INTERESAR

El palacio López Merino, el corazón literario de La Plata

LE PUEDE INTERESAR

El Palacio D’Amico, una céntrica mansión tan lujosa como criticada

La estación finalmente, ya concluida la notable edificación, fue inaugurada con toda pompa el 30 de agosto de 1887, fecha que en la actualidad es tomada para las celebraciones de los aniversarios del Pasaje.

El Ferrocarril del Oeste encargó el diseño de la estación ferroviaria “19 de Noviembre”, al célebre arquitecto italiano Francesco Pinaroli, quien pergeñó para el céntrico y enorme edificio ferroviario un estilo ecléctico que combinaba elementos del neorrenacimiento italiano con una mansarda de fuerte influencia francesa.

Durante la obra de construcción, la mansarda se incendió por completo, por lo que rápidamente se decidió reemplazarla por una loza plana.

VÍAS Y ANDENES

El actual salón que nos ocupa era el espacio reservado a las vías y sus correspondientes andenes, surcados por una galería perimetral desde la que también se accedía a las oficinas que daban hacia la calle.

En 1889 la línea férrea La Plata-Buenos Aires fue adquirida por el Ferrocarril del Sud, empresa que tenía en mente trasladar la estación a 1 y 44, y por eso en 1903 comenzó la edificación de la terminal ferroviaria platense en su actual emplazamiento, obra que se inauguró en febrero de 1906.

A partir de ese momento, el futuro Pasaje Dardo Rocha quedó en manos del Estado bonaerense. Lo primero que se hizo fue construir un contrapiso en el espacio de las vías para colocar lajas a nivel de las galerías perimetrales. Ese sería el piso original de lo que nadie todavía visualizaba como un salón, sino como un enorme espacio de 85 metros de largo por 18 de ancho.

Luego de unos meses de cabildeos acerca del destino que se daría el más céntrico y amplio edificio público de La Plata, se decidió que allí serían trasladadas diferentes reparticiones oficiales como la del Boletín Oficial, la de Telégrafos, el Registro Civil y, más adelante la Caja Popular de Ahorros, hasta que en 1928, el gobernador Luis Monteverde ideó la construcción de un pasaje, cuyo aspecto exterior debía ser el de un palacio francés y su función la de un centro de exposiciones.

Primero se llamó Pasaje Monteverde, después Palacio Rocha, y finalmente quedó con el nombre de Pasaje Dardo Rocha.

Pero si bien la obra planificada por Monteverde se culminó en unos cuantos años, su destino cultural nunca terminó de definirse y por eso fue destinada a ser la sede de Obras Sanitarias de la Provincia, del ministerio de Acción Social, de LS 11 Radio Provincia, de la Asesoría Letrada, del Ministerio de Trabajo y Archivo Histórico de la Provincia; y en 1944 todo el Pasaje pasó a ser ocupado por el Correo hasta su mudanza al actual emplazamiento de 4 y 51.

DOMINIO MUNICIPAL

Al celebrarse el centenario de La Plata en 1982, la Provincia cedió la propiedad del Pasaje al municipio, con el objeto de que se convirtiese en un centro de actividades culturales.

Una vez que el Pasaje pasó a ser de dominio municipal, muy lentamente comenzaron las obras de restauración ya que la edificación se encontraba sumamente deteriorada. En esa época se colocó el bello piso del salón.

De a poco comenzaron a realizarse exposiciones de artes plásticas y las presentaciones de diversos coros de nuestra ciudad, entre ellos el de la Universidad Nacional de La Plata.

Alfonsín EN EL CENTENARIO DE EL DIA

El 2 marzo de 1984, EL DIA cumplió sus primeros cien años de vida y, entre otras celebraciones de nuestro diario, se realizó una cena de honor en el salón del Pasaje Dardo Rocha a la que se invitó al Presidente de la Nación, Raúl Alfonsín.

Primero se llamó Pasaje Monteverde, después Palacio Rocha y luego Pasaje Dardo Rocha

En aquella ocasión, el Jefe de Estado, entre otros conceptos y ponderando la labor de EL DIA, sostuvo que “no será éste, de ninguna manera, un mensaje. Será simplemente un saludo sentido a 100 años de lucha que en cualquier lugar del mundo merecen el reconocimiento y el agradecimiento de la ciudadanía. En nuestra Argentina, 100 años de un diario deben generar un sentimiento vinculado al análisis de la historia de este siglo y, al mismo tiempo, imaginar lo que podríamos si la prédica de un periodismo sano fuera aplicada sin cortapisas, y fuera posibilitada sin ningún inconveniente por los distintos poderes del Estado”.

En 1994, durante varios meses, de marzo a octubre, la comuna “prestó” el Pasaje para que sesionara la Convención Constituyente y a partir de 1995 comenzó a desplegarse en todo el edificio, y principalmente en su salón principal, una intensa actividad cultural y artística.

En la primera década del presente siglo se realizó uno de los eventos más importantes con una exposición de obras plásticas, de orfebrería e instalaciones de Salvador Dalí, por la que desfilaron más de doscientas mil personas.

SET DE FILMACIONES

Las espectaculares características arquitectónicas del salón del pasaje y su enorme amplitud lo han transformado en un muy requerido set de filmaciones.

En la bella sala se han filmado más de una decena de cortos publicitarios, entre ellos, uno dirigido por Armandó Bó (nieto del actor y director) para una tarjeta de crédito internacional, para ser exhibido solamente en la televisión mexicana.

En junio de 2005 se rodaron varias escenas del film “The Golden Door”, una producción franco-italiana protagonizada por Vicenzo Amato y Charlotte Gainsbourg, con dirección del italiano Emanuelle Crialese.

La parte alta del edificio del pasaje dardo Rocha / EL DIA