Roban cuantioso botín en una casa de artículos eléctricos de 38, 15 y 16

Una banda se alzó en las últimas horas con una abultada suma de dinero, que se encontraba guardada en una caja fuerte de un comercio dedicado al rubro de la electricidad.

El hecho se registró en la avenida 38 entre 15 y 16, donde funciona la sede de la Cooperativa de Instaladores Electricistas.

Según fuentes del caso, una vecina pasó el dato que desde su casa se veía una ventana rota del inmueble. Por eso, de inmediato, acudieron al lugar con la sensación de que les habían robado y, lamentablemente, confirmaron la triste noticia.

Dentro del comercio, cuyo horario de atención es de lunes a viernes de 08.00 a 16.30, había destrozos en varias dependencias, incluso en el cielorraso. Sobre todo en el cofre de seguridad, del que desaparecieron alrededor de 1.500.000 pesos.

Indignados, cuando quisieron ver las cámaras de monitoreo para saber si tenían imágenes de los ladrones, descubrieron que se habían llevado el DVR. También habían desconectado la luz para que no sonara la alarma.

En principio, no se detalló el robo de elementos que estaban a la venta dentro del salón comercial.

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En el barrio, salvo la mujer que se percató de la ventana rota desde su domicilio, nadie pudo aportar mayores datos.

Si bien se buscan imágenes en otros equipos fílmicos de la zona, los voceros consultados por este diario no indicaron la existencia de videos de interés para el curso de la pesquisa.

Evidentemente, los autores del audaz golpe conocían el terreno que eligieron para actuar, sobre todo qué elementos debían manipular para evitar dejar huellas de su impune accionar.

Personal de la comisaría cuarta ya tomó intervención en el caso, con conocimiento de la UFI Nº 9, y comenzó a trabajar en procura de la obtención de indicios para identificar a los asaltantes.

Se descuenta la labor de peritos en rastros, aunque, al menos al cierre de esta edición, se desconoce el hallazgo de marcas aptas para cotejo.

ANTECEDENTES

Las características de este robo trajeron el recuerdo de otros que se suscitaron en la zona de Tribunales, distante a pocas cuadras de este negocio.

Entre el 7 y 8 de enero pasado, la llamada “Banda de los Tapones” concretó un audaz y millonario golpe en la sede del Colegio de Abogados de la Provincia de Buenos Aires, situada en la esquina de las calles 14 y 47.

En La Plata se han registrado varios robos con la técnica del corte de energía, cámaras y alarmas

Allí, previo sacar los fusibles de una caja de luz para dejar al edificio sin energía eléctrica y, evitar que salte la alarma sonora y que los escrachen las cámaras de seguridad, los delincuentes, con mucho oficio, violentaron la cerradura de la puerta de entrada, la dejaron trababa con un matafuego y empezaron a recorrer las instalaciones con una pasmosa tranquilidad.

Si bien no hubo sustracción de dinero, los voceros hablaron de un perjuicio millonario, ya que no quedó un solo equipo informático en pie.

Siempre por dichos de personas con acceso a la causa, del primer piso robaron seis computadoras; del segundo otros seis y del tercero, tres.

También sacaron dos televisores y de las oficinas desaparecieron todas las notebooks y tablets que había.

Días después, en una escribanía de 48 entre 14 y 15, concretaron un golpe con la misma técnica, claro que con una magnitud muy diferente a la esperado por los ladrones: en principio solo una notebook, aunque las oficinas quedaron revueltas y con varias puertas y muebles destrozados.

El hecho tuvo lugar en un edificio de varios pisos, al numeral 990. Fue en dos departamentos que pertenecen al mismo notario. En los pisos quinto y sexto de esa construcción.

Según los informantes, la administradora del consorcio había avisado del robo de los fusibles de la luz.

En principio, le restaron trascendencia a lo sucedido, pero al día siguiente por la mañana, cuando concurrieron a desarrollar sus habituales actividades laborales, se encontraron con un panorama desolador.

Por la forma del atraco, todo hace presumir que se trataría de la misma banda que se metió en Colproba.

Para los investigadores, se trata de un grupo de ladrones que maneja información sobre la zona, tiene gran habilidad para no dejar rastros y se mueve en días y horarios en que los movimientos entran en pausa. A diferencia de lo que ocurre de lunes a viernes.