Dos jóvenes detenidos por crimen de cajera

Dos jóvenes fueron detenidos acusados de matar el viernes último de un disparo a quemarropa a una cajera durante un asalto a un supermercado VEA de la localidad de Tolosa, partido de La Plata. Se trata de dos precoces delincuentes, de 17 y 18 años.

El mayor declaró ayer por la tarde ante la fiscal de la causa, Leyla Aguilar, y negó haber participado en el hecho y además argumentó que a la hora que se produjo el asesinato de la cajera María Soledad Acosta no estaba en la escena del crimen.

Se pudo determinar que cumplía arresto domiciliario, por una causa cometida cuando era menor y gozaba de un permiso de salidas laborales para trabajar en una empresa de limpieza que presta servicios en el supermercado VEA de Tolosa.

Ejecución filmada

En tanto, el joven de 17 años no declaró debido a que las actuaciones judiciales de su caso fueron derivadas a la jueza de Menores, Inés Siro, quien a partir de ahora quedó a cargo de la causa. La situación procesal del menor es la más comprometida en base a los resultados de las primeras investigaciones policiales que recolectaron testimonios de compañeros de trabajo de Acosta, todos ellos ubicados a corta distancia de la mujer cuando fue asesinada.

Además, la cámara de seguridad del supermercado habría filmado el momento en que el menor ejecutó a la cajera, según informaron voceros policiales.

La fiscal Aguilar confirmó que "se logró detener a dos de las personas sindicadas por la comisión del hecho y se han secuestrado diversos elementos que los comprometen con la investigación".

Confianza judicial

Los dos jóvenes aparecen en el video de seguridad filmado por las cámaras del supermercado, y también quedaron complicados con los dichos de un testigo que declaró bajo reserva de identidad. "En este momento, tendríamos apresadas a las dos personas implicadas en el hecho", remarcó la fiscal.

Los detenidos están acusados de homicidio criminis causa en concurso real con robo calificado por el uso de armas, que prevé una pena de prisión perpetua.

En los allanamientos participaron efectivos de las comisarías 6ª, 1ª y 11ª y de la Policía Buenos Aires 2, Grupo GAD y Grupo Halcón. El primero de los operativos se concretó en calle 162, entre 63 y 64, donde vive la madre de Torres, lugar donde se detuvo al joven, a pesar de que intentó escapar por los fondos del terreno.

Enemigo íntimo

En ese domicilio se secuestraron zapatillas y un bolso, ambos elementos con características similares a los utilizados durante el asalto, según se vio en el video de seguridad que registró el asalto y crimen. Otro de los allanamientos se realizó en una casa ubicada en 15 y 531, donde secuestraron dos pantalones de características similares a los utilizados por los homicidas.

Finalmente, en una vivienda de la calle 16, entre 532 y 531, se detuvo al menor, y se secuestraron zapatillas, un pantalón de jean y una moto Beta de 110 cc, reconocida por testigos como la utilizada por los delincuentes.

Según precisó una fuente policial, el mayor "había trabajado hasta el día del crimen en la empresa de limpieza Vadelux SA, firma que tiene a su cargo la higiene de la cadena de supermercados VEA, mientras que la madre de éste trabaja en la empresa de seguridad privada que custodia estos supermercados.

Otra fuente policial confió que el adolescente habría confesado su participación en el crimen ante los policías que lo trasladaban a la sede judicial.

Máxima brutalidad

El viernes 14 de marzo, María Soledad Acosta, madre de tres hijos, se hallaba trabajando en el supermercado Vea, ubicado en la calle 525, entre 8 y 9, de Tolosa, cuando cuatro delincuentes llegaron al local a bordo de motocicletas.

Dos de los ladrones se quedaron de "campana" en la puerta del comercio, mientras que los otros, con sus rostros cubiertos, se dirigieron al sector de las cajas. Los asaltantes fueron recorriendo cada una de las cajas y mientras uno les apuntaba con un arma en la cabeza a las empleadas, el otro iba sacando los billetes, incluso los que estaban en poder de una supervisora, relataron las fuentes.

De repente, cuando llegaron a la caja atendida por Acosta, a uno de los delincuentes se le cayó la capucha que se había colocado y advirtió que la empleada lo estaba mirando a la cara, lo que al parecer lo enfureció y reaccionó disparándole. La chica se desplomó sobre el piso con la cabeza destrozada y los delincuentes huyeron del local con una suma de entre mil y dos mil pesos.