Parte de un satélite ruso habría caído en Jujuy con una carga de plutonio

Un satélite ruso cargado con plutonio, que se suponía sumergido en las aguas del océano Pacífico, habría caído en el departamento jujeño de Susques, donde provocó tres cráteres de unos diez metros de diámetro y un metro y medio de profundidad.
El hallazgo de los tres cráteres fue realizado por personal de la Gendarmería Nacional en el paraje conocido como Olaroz Chico, a 20 kilómetros de la ruta 16, y se presume que habría sido causado por la caída de una cuarta parte del satélite ruso "Mars 96", que se precipitó sobre la Tierra en noviembre de 1996.

La principal preocupación de los especialistas radica en que el satélite ruso utilizaba plutonio 239 como combustible, por lo que se teme que el suelo y los propios habitantes de la zona puedan sufrir las consecuencias de la contaminación radiactiva.
El descubrimiento de los cráteres movilizó a las autoridades de las comisiones nacionales de Actividades Espaciales y de Energía Atómica, quienes -con la colaboración de la Cancillería- intentarán determinar fehacientemente que los cráteres hayan sido causados por la caída del satélite.
En este sentido, voceros de la Gendarmería señalaron que los resultados de los estudios tendientes a establecer la causa de los cráteres se conocerán en "ocho o nueve días".
El comandante principal Mario Sosa, Jefe del Escuadrón 22 de Gendarmería, con asiento en San Antonio de los Cobres, indicó que los expertos intentan determinar "qué hay debajo de los cráteres" descubiertos en el departamento de Susques.
Tras el hallazgo, una Patrulla Ambiental de Gendarmería nacional se movilizó hasta el lugar y confirmó la existencia de los tres cráteres, para luego cercar y aislar la zona donde comenzaron a realizarse los estudios correspondientes.
Por ello, especialistas de la Comisión Nacional de Energía Atómica también se trasladaron hasta Olaroz Chico para investigar el tema, y se encuentran trabajando en la zona junto a un grupo de geólogos y ambientalistas.
Especialistas en geología que se acercaron a la zona del supuesto impacto del satélite señalaron que los cráteres descubiertos no pueden haberse producido como consecuencia de la erosión del viento o por las lluvias.
"No son comunes este tipo de cráteres", indicó el comandante principal Sosa. Al respecto, el comandante reveló que, para los especialistas que se acercaron en las últimas horas a la zona, las marcas en la tierra se habrían producido "por la caída de un satélite o un meteorito".
A su vez, el director científico de la Comisión Nacional de Actividades Espaciales, Marcos Machado, sostuvo que no se puede descartar que la caída del satélite ruso haya causado la aparición de los cráteres.
"Hasta el momento estamos en una etapa de recopilación de información. No se puede decir que los cráteres hayan sido formados por la caída de este satélite ni por un fenómeno natural. Lo único que se puede decir es que, hasta ahora, no sabemos que lo causó", explicó Machado.
En este sentido, el director científico de la CONAE señaló que "se está tomando este tema muy seriamente y seguiremos avanzando hasta que podamos llegar a alguna conclusión definitiva".
El satélite ruso "Mars 96" debía ir en misión científica a Marte, pero sufrió un problema en su sistema de propulsión y cayó a la Tierra el 17 de noviembre de 1996.
El satélite, lanzado al espacio desde Kazajastán el 16 de noviembre de 1996, portaba originalmente cuatro pilas de 200 gramos de plutonio cada una, lo que lo transformaba en una amenaza ambiental para la zona en que se precipitara.
Inicialmente se suponía que el satélite había caído sobre el océano Pacífico, al este de la costa chilena, pero este hallazgo indicaría que una parte de la sonda espacial se habría precipitado sobre territorio argentino.
La búsqueda del satélite se inició hace varios meses a raíz de denuncias de los vecinos del paraje jujeño de Olaroz Chico, quienes a fines del año pasado habían alertado a los gendarmes que observaron la caída de "un objeto volador" y "bolas de fuego".
Sin embargo, luego se abandonó la búsqueda de los restos del satélite hasta que -hace unos diez días- una revista especializada británica reflotó la posibilidad de que el "Mars 96" haya caído en el noroeste argentino.
A raíz de estas informaciones, que fueron difundidas en la Argentina a través del diario "El Tribuno" de Salta, las autoridades ordenaron nuevas búsquedas que concluyeron en la víspera con el hallazgo de los cráteres, bajo cuya superficie podrían estar los restos del satélite.
Los cráteres fueron inmediatamente cercados por personal de la Gendarmería nacional ante la posibilidad de que debajo de ellos se encuentren las pilas de plutonio, que podrían contaminar a las personas o animales que tomen contacto con ellas.
No obstante, el comandante principal Mario Sosa, de la Gendarmería, señaló que, en principio, los especialistas determinaron que "no hay radiactividad a nivel de superficie".
De todos modos, señaló que continuarán trabajando para poder determinar si debajo de los cráteres hay elementos que permitan establecer las causas que originaron las marcas en el suelo.
Por su parte, Juan Carlos Vilallonga, dirigente de la organización ecologista Greenpeace, advirtió que "no fue hallada ninguna" de las cuatro pilas de plutonio que transportaba el satélite ruso.
Vilallonga resaltó que ese material "es peligroso radiológicamente por tiempos infinitos", y "muy dañino si toma contacto con tejido vivo", ya que "una millonésima parte de una partícula" puede provocar un cáncer de pulmón.
"Ochocientos gramos es una cantidad muy grande, y el plutonio es el material más letal que existe, y muy poderoso en términos destructivos", señaló.
En el lugar se encuentran trabajando especialistas de la Comisión de Energía Atómica de Buenos Aires, quienes -según indicó Sosa- "dicen que son cráteres llamativos, que no son comunes".
"Por la forma que tienen, se nota que hubo un impacto de algo, pero no saben de qué. Si hay algo, está muy bajo tierra, y por eso deben traer equipos más sofisticados para hacer una investigación más profunda", aseguró el jefe del escuadrón que encontró los cráteres.
Los cráteres tienen un diámetro de unos 10 metros, con una profundidad de entre 1 y 1,5 metros, y fueron localizados en una zona alejada al casco urbano del paraje jujeño de Olaroz Chico.
En este sentido, pobladores de la zona cercana a ese paraje jujeño recordaron haber visto caer "una bola de fuego" en el lugar donde se hallaron los cráteres.

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