Advierten que hay más chicos gordos, petisos y desnutridos

Un estudio realizado por la OMS corrobora un trabajo realizado por la Universidad sobre el cinturón de pobreza que ciñe a La Plata: la desnutrición crónica no cede, hay más obesos pero malnutridos y más petisos. Integran el mapa de los chicos en desventaja

En Argentina un 13 por ciento de los niños es más bajo de lo normal y un 20 por ciento de los jóvenes son obesos mientras que los países en desarrollo tienen un 30 por ciento de su población afectada por algún tipo de desnutrición, advirtieron la Organización Mundial de la Salud y la Sociedad Latinoamericana de Nutrición en ocasión del Día Mundial de la Alimentación, que se celebró ayer.
Este trabajo realizado corrobora los realizados en nuestro medio. Hace algo más de dos meses se conoció un trabajo realizado por la Universidad para la Municipalidad de La Plata que trazaba un mapa de diferencias tremendas en la niñez de la ciudad donde los índices de desnutrición crónica en el casco urbano eran mínimos y trepaba al 26,7% en algunos sitios de la periferia. El mismo estudio mostró con sorpresa la presencia del 8,7% de niños en riesgo, obesos, pero producto de una mala nutrición basada en farináceos (polenta, pan, fideos), provocando un déficit muy grande de nutrientes fundamentales para el crecimiento, lo que derivará en la baja talla.

Hace unos cuatro años, el ministerio de Salud de la provincia había relacionado la baja talla con la mal nutrición en un estudio que arrojó como resultado que el 10% de los chicos bonaerenses de primer grado tenían una talla por debajo de lo normal. La baja talla es uno de los indicadores de desnutrición crónica. De la misma manera, para definir aún más el retrato de los chicos en desventaja, otro estudio de un equipo de la Comisión de Investigaciones Científicas(Cic), demostró la relación existente entre desnutrición o malnutrición además relacionado a una deficiente estimulación y rendimiento escolar comparando a chicos que habían presentado cuadros de desnutrición temprana con alumnos de la Anexa y el standard, reflejando diferencias entre unos y otros. Otro estudio del que se dio cuenta ayer demuestra que los alumnos de baja talla por desnutrición tienden a la repitencia escolar más que el resto, en una relación de 5 a 1.
13% DE PETISOS
"Una de las problemáticas más importantes que hoy debe afrontar la Argentina es la desnutrición que provoca la existencia de un 13 por ciento de chicos más petisos de lo normal, especialmente en las provincias más pobres o en villas miseria", señaló el presidente de la Sociedad Latinoamericana de Nutrición (SLAN), Alejandro O'Donnell.

El pediatra precisó que "los niños de la provincia de Jujuy, por ejemplo, son siete centímetros más bajos que sus pares de Capital Federal. Esto será un problema para la salud pública en los próximos 30 años debido a que estos chicos petisos, cuando sean mayores, van a ser gordos, y sufrirán diabetes e hipertensión", adelantó O'Donnell, quien es también director científico del Centro de Estudios sobre Nutrición Infantil (CESNI), entidad argentina sin fines de lucro que está asociada a la OMS.
Respecto a las causas que provocan esta falta de crecimiento, el experto indicó que "estos chicos, en sus primeros tres años, padecieron falta de comida, o no fueron amamantados, o no contaron con algún micronutriente, como el hierro. Lamentablemente, cuando estos niños llegan al jardín de infantes o al comedor escolar ya perdieron su potencial de crecimiento, por lo tanto, ya no van a crecer más, sino que van a engordar más", expresó.
Así, para O'Donnell, la falta de hierro, con su consecuente menor desarrollo intelectual y mayor susceptibilidad a las infecciones; y la obesidad, que implica una propensión a la diabetes y la hipertensión, marcan a gran parte de la niñez argentina. "En el Gran Buenos Aires, un 48 por ciento de los chicos de 8 a 24 meses de edad son anémicos, con deficiencia de hierro, pero este problema se resolvería en dos o tres años mediante la fortificación de los alimentos que distribuyen los programas materno infantiles", aseguró el especialista. O'Donnell señaló que "en la provincia de Buenos Aires se comparó estatura con repitencia escolar, y se comprobó que los chicos bajos repiten hasta cinco veces más que los de estatura normal. Y esto se debe a la desnutrición y a la deficiente estimulación infantil", dijo.
En cuanto a la obesidad, "un 20 por ciento, o más, de los jóvenes de 14 a 20 años de todo el país son gordos", precisó el experto y afirmó que "es muy difícil curar a un obeso, la única estrategia es la prevención". Sin embargo, "los chicos no tiene mucha posibilidad de hacer actividad física en algún lugar sin tener que pagar, y las madres no dejan salir a sus hijos a jugar a la calle por temor a la violencia actual".
Además, "hoy en día las madres tienen que trabajar y entonces suelen cocinar lo más barato, la comida 'chatarra', que es lo que más engorda", comentó O'Donnell y agregó que "por eso, desnutrición a veces no es falta de comida, sino falta de redes solidarias que colaboren con esa ama de casa" y de conocimientos "para saber equilibrar una dieta adecuada".
"Uno suele asociar pobreza con delgadez pero las cosas están cambiando: si bien antes se decía que los gordos eran gente de buen poder adquisitivo, ahora es al revés, porque en los barrios periféricos gran parte de los adolescentes son gordos", a fuerza de papas fritas, pan y fideos, alertó el experto. A nivel mundial, el último informe de la OMS, denominado 'Nutrición para la Salud y el Desarrollo 1999', indica que "cerca del 30 por ciento de la humanidad -bebés, niños, adolescentes, adultos y ancianos- en los países en desarrollo sufren en estos momentos una o más de las múltiples formas de desnutrición".

"Las trágicas consecuencias de la malnutrición incluyen muerte, discapacidades, atraso en el crecimiento físico y mental y, como consecuencia, retraso en el desarrollo socioeconómico de estos países", afirma el informe internacional. La OMS destaca que "alrededor del 49 por ciento de las 10 millones de muertes anuales de niños de menos de cinco años en los países en desarrollo, está asociado con la desnutrición".
Y menciona que "la deficiencia de yodo es la mayor causa prevenible de daño cerebral y de retraso mental a nivel mundial, en tanto que la deficiencia de vitamina A se mantiene como la mayor causa prevenible de ceguera infantil no congénita". Al igual que lo que señaló O'Donnell en referencia a Argentina, la OMS resalta que "especialmente en los países industrializados y en los que están en una industrialización acelerada, una epidemia global masiva de obesidad emerge en niños, adolescentes y adultos".
Esta enfermedad "en algunos países ya afecta a la mitad de la población adulta y causa un aumento en las muertes provocadas por enfermedades del corazón, hipertensión, infartos y diabetes", detalla el informe internacional. El Día Mundial de la Alimentación fue proclamado en 1979 por la Conferencia de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), organismo especializado fundado el 16 de octubre de 1945. De ahí que cada 16 de octubre se tenga como objetivo impulsar acciones solidarias en favor de la lucha contra el hambre, la malnutrición y la pobreza, al reconocer a la alimentación como "un requisito para la supervivencia y el bienestar de la humanidad y una necesidad humana fundamental".

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