Vaciaron una carnicería del barrio Hipódromo
| 15 de Noviembre de 2000 | 00:00

Para robar una carnicería del barrio Hipódromo, un número desconocido de delincuentes sacó un extractor de aire de la pared y, con ayuda de una soga, logró entrar al negocio.
Acto seguido, los ladrones vaciaron las heladeras y se llevaron todos los cortes de carne que encontraron. Después, se cree que cargaron las achuras, pollos y chorizos en un auto y se dieron a la fuga sin que nadie advirtiera su maniobra.
El robo ocurrió ayer a la madrugada en la carnicería "San Antonio" que está ubicada en 38 y 118, propiedad de Osvaldo Zuccarelli (80).
Cerca de las tres de la mañana, el teléfono de la casa del carnicero empezó a sonar insistentemente. Cuando Zuccarelli atendió, escuchó la voz de una persona que dijo ser policía y que le informó que habían entrado a robar en su carnicería.
El comerciante quiso saber qué se habían llevado, pero el policía se excusó de darle más datos y le pidió que se dirigiera al negocio. Un rato después, el hombre llegó al local y encontró todo revuelto. Además, descubrió que habían vaciado las heladeras y habían echo un boquete en la pared, justo en el mismo lugar en el que estaba el extractor de aire.
"Se llevaron todo", sintetizó Zuccarelli en diálogo con este diario. Pero lo que el comerciante más lamentó fueron los tres jamones crudos que él mismo había elaborado. "Los tenía preparados para las fiestas y había invertido mucho tiempo para hacerlos", contó indignado.
Los delincuentes seleccionaron cada uno de los cortes de carne que se robaron. "El que vino acá sabía lo que hacía", dijo el comerciante que enumeró chorizos, morcillas, bifes, pollos y tiras de asado, entre los trozos de carne que se llevaron los ladrones.
Policías de la comisaría segunda que se hicieron presentes en el lugar encontraron una soga tirada en el fondo de la carnicería que, sospechan, utilizaron los delincuentes para entrar al negocio.
Según contó Zuccarelli a este diario, uno de los vecinos le dijo que ayer a la madrugada le pareció ver una luz violeta que se filtraba por la ventana de la carnicería. Sin embargo, ninguna persona alertó a la policía sobre esa particularidad.
Al comerciante le llamó la atención que los delincuentes conocieran el lugar en donde guardaba las llaves del negocio y sospecha que las personas que ayer entraron a robar a la carnicería conocían el lugar.
Zuccarelli calculó que perdió alrededor de 800 pesos en mercadería y que le va a resultar muy difícil recuperar ese capital.
"Esta es la última vez que me roban", aseguró el comerciante que dijo tener más de 49 años de experiencia en el rubro. Zuccarelli decidió cerrar para siempre las puertas de su negocio a fin de año. Pero dice que este robo no influyó en esa decisión, sino que ya la tenía pensada desde hace meses.
Acto seguido, los ladrones vaciaron las heladeras y se llevaron todos los cortes de carne que encontraron. Después, se cree que cargaron las achuras, pollos y chorizos en un auto y se dieron a la fuga sin que nadie advirtiera su maniobra.
El robo ocurrió ayer a la madrugada en la carnicería "San Antonio" que está ubicada en 38 y 118, propiedad de Osvaldo Zuccarelli (80).
Cerca de las tres de la mañana, el teléfono de la casa del carnicero empezó a sonar insistentemente. Cuando Zuccarelli atendió, escuchó la voz de una persona que dijo ser policía y que le informó que habían entrado a robar en su carnicería.
El comerciante quiso saber qué se habían llevado, pero el policía se excusó de darle más datos y le pidió que se dirigiera al negocio. Un rato después, el hombre llegó al local y encontró todo revuelto. Además, descubrió que habían vaciado las heladeras y habían echo un boquete en la pared, justo en el mismo lugar en el que estaba el extractor de aire.
"Se llevaron todo", sintetizó Zuccarelli en diálogo con este diario. Pero lo que el comerciante más lamentó fueron los tres jamones crudos que él mismo había elaborado. "Los tenía preparados para las fiestas y había invertido mucho tiempo para hacerlos", contó indignado.
Los delincuentes seleccionaron cada uno de los cortes de carne que se robaron. "El que vino acá sabía lo que hacía", dijo el comerciante que enumeró chorizos, morcillas, bifes, pollos y tiras de asado, entre los trozos de carne que se llevaron los ladrones.
Policías de la comisaría segunda que se hicieron presentes en el lugar encontraron una soga tirada en el fondo de la carnicería que, sospechan, utilizaron los delincuentes para entrar al negocio.
Según contó Zuccarelli a este diario, uno de los vecinos le dijo que ayer a la madrugada le pareció ver una luz violeta que se filtraba por la ventana de la carnicería. Sin embargo, ninguna persona alertó a la policía sobre esa particularidad.
Al comerciante le llamó la atención que los delincuentes conocieran el lugar en donde guardaba las llaves del negocio y sospecha que las personas que ayer entraron a robar a la carnicería conocían el lugar.
Zuccarelli calculó que perdió alrededor de 800 pesos en mercadería y que le va a resultar muy difícil recuperar ese capital.
"Esta es la última vez que me roban", aseguró el comerciante que dijo tener más de 49 años de experiencia en el rubro. Zuccarelli decidió cerrar para siempre las puertas de su negocio a fin de año. Pero dice que este robo no influyó en esa decisión, sino que ya la tenía pensada desde hace meses.
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