La comisaría de Guernica otra vez en la mira de la justicia



Apenas se recibió la denuncia, la justicia platense le encomendó a la Dirección Central de Investigaciones La Plata que envié a varios agentes hasta la comisaría de Guernica para constatar si era verdad que efectivos de esa dependencia habían sustraído el alternador de un vehículo secuestrado y que luego intentaron fraguar el libro de guardia porque un compañero los descubrió y dejó indicado por escrito lo que había sucedido.
Si bien la investigación se encuentra en pleno proceso, fuentes cercanas a las pesquisas indicaron que "la situación de estos policías es muy comprometida y, de confirmarse que tuvieron participación en los hechos que se les imputa, van a ser puestos en disponibilidad y procesados".
Esta medida, según trascendió, podría alcanzar al propio titular de la seccional, el comisario Eduardo Ismael Gregorio, quien hasta el momento se mantiene en el pleno ejercicio de sus funciones.
Al parecer, varios policías, que se vieron "tentados" por la presencia del rodado en la puerta de la comisaría, decidieron extraerle entre otras piezas el alternador, pero sin percatarse que el oficial de servicio llegó a ver la maniobra y decidió anotar lo que había pasado en el libro de guardia -con nombre y apellido-.
Cuando los uniformados que desmantelaron el auto se dieron cuenta que habían sido descubiertos, le comentaron lo sucedido al jefe de turno, quien, en vez de sancionarlos y poner en conocimiento del hecho a las autoridades judiciales, ordenó sorpresivamente que se deje sin efecto el libro de guardia y se inicie uno nuevo.
Tan extraña decisión no tardó mucho en recaer en manos de la justicia, que ordenó la presencia de agentes de la DDI Central para secuestrar los libros de guardia -el original y el que se inició posteriormente- y dar curso a la investigación, quienes al momento de arribar a Guernica pudieron comprobar que el alternador ya había sido devuelto y colocado en el lugar del que nunca debió salir.
A principios del año pasado, la justicia platense investigó una grave denuncia realizada contra la comisaría de Guernica, en el municipio de Presidente Perón, donde, según declaró una persona "con reserva de identidad", se habrían cometiendo serias irregularidades vinculadas con el registro de los delitos y con el suministro de alimentos a los detenidos.

En primer término, el denunciante aseguró que en esa dependencia policial "existe una doble registración de los sumarios" con el fin de "reducir el porcentaje de delitos cometidos en la jurisdicción", mientras que, en segundo lugar, afirmó que "los alimentos no llegan a los detenidos ni contraventores como se refleja a través de las raciones que se rinden a la superioridad", lo cual significa que en la comisaría se estarían "dibujando" las rendiciones de cuentas entregadas a la Jefatura Departamental La Plata.
La grave denuncia fue realizada el 7 de enero de 1999 ante la Unidad Funcional Nº 2 de La Plata, por ese entonces a cargo del fiscal Ignacio Lasarte, por una persona que pidió declarar "con reserva de identidad" sobre "irregularidades que estarían sucediendo en la comisaría de Guernica, vinculadas, una de ellas, con la existencia de una doble registración de los sumarios que ingresan en dicha Seccional, y otra relacionada con los alimentos que efectivamente se le proveen a los detenidos alojados allí".
En cuanto a la primera irregularidad, el denunciante indicó que tomó conocimiento de que el comisario Daniele, titular de la dependencia ubicada en el municipio de Presidente Perón, "había dispuesto la implementación, desde el 1 de enero del corriente año, de un registro doble de ingreso de sumarios por hechos delictivos". Según el denunciante, esta medida tendría "la finalidad de no recibir por parte de la superioridad llamados de atención debido al alto índice de delitos en la jurisdicción, ya que ésto perjudicaría tanto al titular como al personal del Gabinete de Prevención".
Sobre la segunda irregularidad que se estuvo cometiendo presuntamente en la comisaría de Guernica, el denunciante expresó que "está relacionada con los alimentos que deberían recibir los detenidos y contraventores, por los cuales mensualmente se recibe el dinero equivalente al valor de las raciones que deberían suministrárseles".
En ese sentido, dijo que el trámite regular consiste en que una vez que el proveedor de la comisaría hace entrega de los alimentos y expide la factura, pero cobra el importe de lo adeudado por la policía recién después de que se hace la correspondiente rendición. Esta deber ser elevada por el titular de la comisaría a la Oficina de Administración de la Departamental, que es la encargada de aprobar los gastos y enviar el dinero a la dependencia policial para que ésta, a su vez, le abone al proveedor.
El denunciante indicó que "lo que sucede en la comisaría de Guernica es que los alimentos no llegan a los detenidos ni contraventores como se refleja a través de las raciones que se rinden a la superioridad. En la mayoría de los casos, los detenidos reciben alimentos de sus familiares o, de lo contrario, es el mismo personal policial el que les consigue pan, papas o cebollas".

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