El ex presidente de Enron aceptó declarar
| 7 de Febrero de 2002 | 00:00

El ex presidente de Enron, Kenneth Lay, aceptó comparecer la semana próxima ante dos comités del Congreso, que investigan la quiebra del gigante energético, el mayor escándalo financiero en Estados Unidos, indicó ayer la cadena de televisión CNN.
El ex presidente de la empresa de distribución de energía comparecerá ante el Subcomité de Comercio del Senado y el Comité de Servicios Financieros de la Cámara de Representantes, indicó la CNN.
El abogado de Lay, Earl Silbert, confirmó que su cliente aceptó testificar la semana próxima sin precisar fecha. El Subcomité de Comercio del Senado de Estados Unidos el martes a favor de forzar a Lay a comparecer ante el Congreso, quien el lunes se había negado a testificar en la investigación de la mayor quiebra corporativa en la historia del país.
Lay, si lo desea, puede ampararse en la quinta enmienda de la Constitución de Estados Unidos, que señala que una persona no está obligada a dar respuestas en un interrogatorio si éstas lo pueden autoincriminar en el marco de un proceso judicial.
Según los abogados de Lay, su cliente adujo que no fue a declarar el lunes ante el Congreso ante el temor de que la audiencia estuviera sesgada Cerca de 10 comités y subcomités parlamentarios investigan el caso Enron.
Ante uno de ellos compareció la víspera, Joseph Berardino, presidente de Arthur Andersen, la auditoría de la empresa de energía. Sobre Berardino pesa la acusación de haber destruido documentos claves para la investigación.
"Todos los que trabajaron para Enron deben hacer frente a lo que pasó y asumir sus responsabilidades. Es exactamente lo que hizo Andersen", declaró Berardino. El presidente de Andersen intentó minimizar la importancia del informe realizado por un profesor de Texas, William Powers, sobre las causas de que la primera compañía energética del mundo se derrumbara en pocos meses.
Powers, que realizó su informe a pedido del actual directorio de Enron, bajo tutela judicial, señaló varios factores como causas de la quiebra: absoluto descontrol en la gestión, enriquecimiento ilícito por parte de directivos de la empresa y falsificación sistemática de la información proporcionada a los accionistas y las autoridades bursátiles.
El informe de más de 200 páginas presentado el domingo pasado indicaba que las cuentas se habían falsificados para añadir hasta 1.000 millones de dólares en falsos beneficios, y que sus directivos habían creado un vasto conglomerado de filiales en las que ocultaban parte de la deuda de la sociedad matriz.
Mientras tanto, en reacción al escándalo de Enron, la secretaria de Trabajo Elaine Chao declaró el miércoles al Congreso que la propuesta del presidente George W. Bush de reestructurar las leyes de pensiones dará mayor protección a las cuentas de retiro de millones de trabajadores.
Bush ha pedido al Congreso que dé a los trabajadores mayor flexibilidad para diversificar sus portafolios en las cuentas de ahorro abiertas por medio de sus empresas, con el objeto de impedir otra catástrofe como la de Enron.
El ex presidente de la empresa de distribución de energía comparecerá ante el Subcomité de Comercio del Senado y el Comité de Servicios Financieros de la Cámara de Representantes, indicó la CNN.
El abogado de Lay, Earl Silbert, confirmó que su cliente aceptó testificar la semana próxima sin precisar fecha. El Subcomité de Comercio del Senado de Estados Unidos el martes a favor de forzar a Lay a comparecer ante el Congreso, quien el lunes se había negado a testificar en la investigación de la mayor quiebra corporativa en la historia del país.
Lay, si lo desea, puede ampararse en la quinta enmienda de la Constitución de Estados Unidos, que señala que una persona no está obligada a dar respuestas en un interrogatorio si éstas lo pueden autoincriminar en el marco de un proceso judicial.
Según los abogados de Lay, su cliente adujo que no fue a declarar el lunes ante el Congreso ante el temor de que la audiencia estuviera sesgada Cerca de 10 comités y subcomités parlamentarios investigan el caso Enron.
Ante uno de ellos compareció la víspera, Joseph Berardino, presidente de Arthur Andersen, la auditoría de la empresa de energía. Sobre Berardino pesa la acusación de haber destruido documentos claves para la investigación.
"Todos los que trabajaron para Enron deben hacer frente a lo que pasó y asumir sus responsabilidades. Es exactamente lo que hizo Andersen", declaró Berardino. El presidente de Andersen intentó minimizar la importancia del informe realizado por un profesor de Texas, William Powers, sobre las causas de que la primera compañía energética del mundo se derrumbara en pocos meses.
Powers, que realizó su informe a pedido del actual directorio de Enron, bajo tutela judicial, señaló varios factores como causas de la quiebra: absoluto descontrol en la gestión, enriquecimiento ilícito por parte de directivos de la empresa y falsificación sistemática de la información proporcionada a los accionistas y las autoridades bursátiles.
El informe de más de 200 páginas presentado el domingo pasado indicaba que las cuentas se habían falsificados para añadir hasta 1.000 millones de dólares en falsos beneficios, y que sus directivos habían creado un vasto conglomerado de filiales en las que ocultaban parte de la deuda de la sociedad matriz.
Mientras tanto, en reacción al escándalo de Enron, la secretaria de Trabajo Elaine Chao declaró el miércoles al Congreso que la propuesta del presidente George W. Bush de reestructurar las leyes de pensiones dará mayor protección a las cuentas de retiro de millones de trabajadores.
Bush ha pedido al Congreso que dé a los trabajadores mayor flexibilidad para diversificar sus portafolios en las cuentas de ahorro abiertas por medio de sus empresas, con el objeto de impedir otra catástrofe como la de Enron.
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