El final de "Soy gitano" resolvió el duelo entre Amaya y Heredia
Con la voz de Sandro, se acabaron los hechizos en la noche de Canal 13
| 4 de Febrero de 2004 | 00:00

Con el aditivo de la voz de "el más grande de los gitanos", tal como se lo anunciaba desde las promociones de "Soy Gitano", concluyó la tira de Canal 13, bordeando el realismo mágico y con más alegrías que penas para sus sufridos protagonistas. El último capítulo de "Soy Gitano" se inició con el desenlace del casamiento entre Maite (Malena Solda) y El Niño (Joaquín Furriel). Hasta aquí, parecía ser esta la única pareja integrada por miembros de las familias Heredia y Amaya que pudo concretar su romance. Conflictivo, por cierto, como todos los de los Heredia y los Amaya.
"Que estemos siempre juntos, hasta el último minuto", dijo Maite Heredia a El Niño. A lo que el más joven de los Amaya respondió: "Y que hasta ese último minuto seamos muy felices".
Pero, tal como se fue desarrollando la trama de "Soy Gitano", no les fue tan bien al resto de los integrantes de las familias Heredia y Amaya. Isabel (Romina Gaetani) alucina que es Amador (Osvaldo Laport) en la puerta de su casa pero es Lázaro (Arnaldo André), que no tiene donde ir a dormir porque en su casa están los recién casados.
"¿Cómo hago? Decime cómo hago...", le dice Isabel a Lázaro. A lo que él responde "Agarrate de mi mano fuerte, soy tu padre y yo te voy a sostener. Es la primera vez que siento que quiero hacerme cargo de alguien. Hasta que no supe que eras mi hija yo no supe lo que era sostener a alguien. Vos sos mi vida. Yo te amo... Es la primera vez que digo te amo".
Al margen de tanto palabrerío, Amador es víctima de una trampa en su encierro porque sus enemigos deciden pasar a la acción. Pero Amador logra escapar, ayudado por Lázaro, quien instantes antes ha citado a su hija para un encuentro sin decirle para qué.
La sorpresa que Lázaro tiene para su hija es el regreso de Amador y un viaje a Córdoba para que se mantengan ocultos de la comunidad y vivan libremente su romance prohibido entre tío y sobrina. Alba (Betiana Blum) queda llorando desconsoladamente por la partida de su hija, lo único que tiene en la vida, aunque Lázaro la consuela en sus brazos.
En tanto, Amparo (Luisina Brando) acompaña a Jano Amaya (Antonio Grimau) en la cárcel, hasta donde lleva parte de la torta del casamiento de Maite y el Niño para convidarle y hacerlo partícipe, de alguna manera, de la boda de su hijo.
Así, las cosas, la historia viaja diez años hacia el futuro y muestra a Mora bailando con su hijo Miguelito en el tablao que ha abierto con el dinero que le ha dado Lázaro para tal fin y que ha llamado "A Joxemi", en honor de su marido muerto.
Por otra parte, Maite y El Niño, tras haber dado a luz una hija, van a tener un hijo al que, gracias a las vueltas del destino, van a llamar Lázaro Amaya; Jano sale de la cárcel y es recibido en la puerta por Amparo y Angel (Juan Palomino), acompañado por esposa e hija y convertido en abogado con título real y no trucho, como antaño.
El toque de color es, como de costumbre, Alba, que se casa con un joven de 28 años. Y se lo cuenta a su hija Isabel por teléfono. Isa sigue recluida en Córdoba pero feliz, junto a Amador y sus cuatro hijos.
LA VOZ DE "EL GITANO"
El resumen de cosas ocurridas en el último capítulo de "Soy gitano" no podía estar expresado más que por la voz del más afamado gitano. El mismísimo Sandro puso su garganta a la figura del patriarca de los Heredia, ya muerto, pero omnipresente desde un principio y, como no podía ser de otra forma, en el capítulo final.
"Alguna vez alguien dijo 'Heredia, tu sangre y tu apellido están signados por la miseria tardía. El destino de tus hijos será atravesado por unas sangre distinta. Su apellido será Amaya'", reza la voz de Sandro, acaso en una de sus más logradas interpretaciones.
"Amores turbios, corazones desgarrados, amores que se han perdido y pasiones desterradas" enumera la voz de "El Gitano", para dar cuenta de una historia que, al mismo tiempo, es mostrada a través de un compilado de imágenes con lo mejor de la temporada. Y, como fondo, música más que representativa: la copla española andaluza "A tu vera" en la voz de Malú.
"Que estemos siempre juntos, hasta el último minuto", dijo Maite Heredia a El Niño. A lo que el más joven de los Amaya respondió: "Y que hasta ese último minuto seamos muy felices".
Pero, tal como se fue desarrollando la trama de "Soy Gitano", no les fue tan bien al resto de los integrantes de las familias Heredia y Amaya. Isabel (Romina Gaetani) alucina que es Amador (Osvaldo Laport) en la puerta de su casa pero es Lázaro (Arnaldo André), que no tiene donde ir a dormir porque en su casa están los recién casados.
"¿Cómo hago? Decime cómo hago...", le dice Isabel a Lázaro. A lo que él responde "Agarrate de mi mano fuerte, soy tu padre y yo te voy a sostener. Es la primera vez que siento que quiero hacerme cargo de alguien. Hasta que no supe que eras mi hija yo no supe lo que era sostener a alguien. Vos sos mi vida. Yo te amo... Es la primera vez que digo te amo".
Al margen de tanto palabrerío, Amador es víctima de una trampa en su encierro porque sus enemigos deciden pasar a la acción. Pero Amador logra escapar, ayudado por Lázaro, quien instantes antes ha citado a su hija para un encuentro sin decirle para qué.
La sorpresa que Lázaro tiene para su hija es el regreso de Amador y un viaje a Córdoba para que se mantengan ocultos de la comunidad y vivan libremente su romance prohibido entre tío y sobrina. Alba (Betiana Blum) queda llorando desconsoladamente por la partida de su hija, lo único que tiene en la vida, aunque Lázaro la consuela en sus brazos.
En tanto, Amparo (Luisina Brando) acompaña a Jano Amaya (Antonio Grimau) en la cárcel, hasta donde lleva parte de la torta del casamiento de Maite y el Niño para convidarle y hacerlo partícipe, de alguna manera, de la boda de su hijo.
Así, las cosas, la historia viaja diez años hacia el futuro y muestra a Mora bailando con su hijo Miguelito en el tablao que ha abierto con el dinero que le ha dado Lázaro para tal fin y que ha llamado "A Joxemi", en honor de su marido muerto.
Por otra parte, Maite y El Niño, tras haber dado a luz una hija, van a tener un hijo al que, gracias a las vueltas del destino, van a llamar Lázaro Amaya; Jano sale de la cárcel y es recibido en la puerta por Amparo y Angel (Juan Palomino), acompañado por esposa e hija y convertido en abogado con título real y no trucho, como antaño.
El toque de color es, como de costumbre, Alba, que se casa con un joven de 28 años. Y se lo cuenta a su hija Isabel por teléfono. Isa sigue recluida en Córdoba pero feliz, junto a Amador y sus cuatro hijos.
LA VOZ DE "EL GITANO"
El resumen de cosas ocurridas en el último capítulo de "Soy gitano" no podía estar expresado más que por la voz del más afamado gitano. El mismísimo Sandro puso su garganta a la figura del patriarca de los Heredia, ya muerto, pero omnipresente desde un principio y, como no podía ser de otra forma, en el capítulo final.
"Alguna vez alguien dijo 'Heredia, tu sangre y tu apellido están signados por la miseria tardía. El destino de tus hijos será atravesado por unas sangre distinta. Su apellido será Amaya'", reza la voz de Sandro, acaso en una de sus más logradas interpretaciones.
"Amores turbios, corazones desgarrados, amores que se han perdido y pasiones desterradas" enumera la voz de "El Gitano", para dar cuenta de una historia que, al mismo tiempo, es mostrada a través de un compilado de imágenes con lo mejor de la temporada. Y, como fondo, música más que representativa: la copla española andaluza "A tu vera" en la voz de Malú.
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