El regreso del Western

Ciclo de clásicos imperdibles

Por AMILCAR MORETTI

Para algunos pensadores del cine hay dos nombres que trazan una línea que separa en dos la historia del cine: John Ford y Alfred Hitchcock. Por etapas se puede pensar la evolución del cine a través de las cuatro sucesivas innovaciones de Griffith en el período inicial, Eisenstein y su invención del montaje, Orson Welles y su cine como arte total en los años 40 del siglo pasado, y Jean-Luc Godard, el último gran revolucionario que desintegra todo, hace cuarenta años. Pero si pensamos al cine longitudinalmente, hay dos narradores centrales: Ford y Hitchcock. Ford, norteamericano hasta la médula, hizo sobre todo westerns, películas cowboys o del Oeste (estadounidense). Ford es el nombre clave en la historia del western: a él se debe la primera gran película de cowboys (vaqueros de USA), "La diligencia" (1939), que fija las reglas del género en su etapa clásica, reglas para respetar o transgredir de ahí en más.

Este mes la señal de televisión paga de cable Retro (canal 40 de Multicanal y CableVisión, y 125 de Direct TV) dedica su programación a recuperar el western, para lo cual pone en pantalla grandes clásicos de John Ford y del cine, junto a numerosas películas del género que fijaron un momento importante, ya por sus directores, entre ellos maestros como Howard Hawks, Burt Kennedy, Budd Boetticher, John Huston, Anthony Mann, Delmer Davis, Fred Zinnemann, John Sturges, Sam Pekinpah y Clint Eastwood, ya por actores paradigmáticos como John Wayne, Gary Cooper, Henry Fonda y el mismo Eastwood. Un malentendido -con mucho de incomprensión e ignorancia- supone que el western, género hoy casi olvidado y casi nada practicado por Hollywood, trata sólo de películas de vaqueros, caballos y cabalgatas y sobre todo tiros de revólveres Colt 45 y rifles Winchester 73. Nada más alejado de la verdad. El western, género masculino por excelencia, habla sobre la aventura, la conquista de la naturaleza salvaje por parte del hombre, la libertad de espacios sin alambradas, la vida al aire libre y la lucha por la supervivencia, de igual a igual (sin supertecnologías, a veces aún sin ferrocarril, máquina que marca el comienzo del fin del cowboy) entre el hombre, sobre todo el varón, enfrentado con su solo empuje al proyecto de dominar una naturaleza que cuenta con todas sus fuerzas. El western es libertad y aventura, cabalgar por las praderas, cazar para comer, matar -si cabe- para sobrevivir. El western explica cómo se conformó un país, Estados Unidos. El héroe del western es un hombre solitario y taciturno, duro pero dado a la protección de la mujer, sostén indispensable en esto de erigir una cultura sobre la base de la pareja heterosexual.

Hubo una larga época en que el western fue un género central, de los más vistos por el público, chicos y grandes, mujeres y hombres. El western es uno de los géneros fundacionales del cine; el cine nació con las películas de Oeste, además de los musicales, la ciencia ficción, el documental y las comedias delirantes (de pasteles en la cara). Después se sumó el policial negro. Esos fueron los géneros que fundaron el cine. En un momento entre los años 50 y 60 comenzó la decadencia de los filmes de cowboys: apareció la televisión, los héroes se convirtieron en antihéroes, los protagonistas se angustiaron y dudaron sobre el sentido de sus vidas, el consumo se impuso como sinónimo de felicidad y los límites entre el bien y el mal se desdibujaron al punto que es muy difícil discernir quién es bueno y quién malo en el mundo actual. Ya en los años 70 del siglo XX el género no se practicaba; Hollywood dejó de filmar películas del Oeste, con el desafortunado reemplazo por las películas de acción (un género de los últimos 30 años que no ha dado una sola obra importante) y la ciencia ficción (que llegó a su máximo desarrollo, con obras maestras). Hoy, las nuevas generaciones no saben y no gustan de los westerns, no se sienten representados ni identificados con esas películas caballos, vaqueros y viejos revólveres Colts.

Empero, buena parte de la historia del cine es el western. Puede decirse que aquellos que gustan del cine no sabrán nunca de modo acabado qué es el buen cine si no disfrutan de un clásico del género. El canal Retro ofrece la oportunidad en agosto. Entre las muchas películas recordables y excelentes que emitirá, le otorgo justo primer lugar a dos de John Ford (1895-1973), dos auténticas obras maestras: "La pasión de los fuertes" (lunes 7, a las 22) y "Un tiro en la noche" (viernes 11, a las 15,30). Cualquiera que desee saber cómo fue que se constituyó ese país imperial llamado Estados Unidos y cuyo sistema de vida emboba hoy a tanta gente, no puede dejar de ver "Un tiro en la noche" (llamada también "El hombre que mató a Liberty Valance"). De Howards Hawks se verá otro clásico, "Río Rojo" (miércoles 30, a las 22. De Boetticher se proyectarán "Los cautivos" (lunes 21, a las 22) y "Cabalgar en solitario" (jueves 24, a las 22). Las dos tienen como héroe a unos de los rostros imperecederos del western, Randolph Scott. De Anthony Mann, recordado por el tratamiento impecable del paisaje limpio, abierto y majestuoso del Oeste se verán "Winchester 73", "El hombre del Oeste" y "La última frontera". Aquí actúan otros dos grandes rostros del Oeste: Gary Cooper y James Stewart. "El tren de las 3,10 a Yuma", de Delmer Davis (miércoles 9, a las 22) y "Lo que no se perdona" de John Huston (miércoles 16, a las 22) son otras dos obras imperdibles.

Para los que quieran una versión más moderna del género, ya casi cerca del final y disolución, son imperdibles "A la hora señalada", de Zinnemann con Gary Cooper (lunes 14, a las 15, 30), "Cabalgata infernal" de Walter Hill (sábado 12, a las 13), la intelectual "Búffalo hill y los indios" de Robert Altman (sábado 12 a las 18) y la nostálgica y divertida "Silverado" de Lawrence Kasdan (viernes 18, a las 20), que con osadía fue presentada por quien esto escribe en un recordado ciclo de cine arte de la AMIA, a principios de los años 80. Por último, entre otras muchas películas que el lector deberá hurgar en la programación munido de los nombres aportados en esta nota, hay una película que no puedo dejar de recomendar. Se trata de "La pandilla salvaje", de Sam Pekinpah (jueves 31, a las 22). Esta película de 1969, con William Holden y Robert Ryan es otro de los grandes clásicos del cine y del western que es imprescindible ver o volver a ver. La película tuvo en su momento una repercusión enorme en la crítica y fue bien recibida por el público. Si no se tienen en cuenta los westerns posteriores de Eastwood, sobre todo "Los imperdonables", puede decirse que "La pandilla salvaje" es la última gran obra del género, que marca el final no sólo de una manera de ver las cosas sino de una cultura y una civilización. A partir de allí, puede decirse que el mundo comenzó a ser como es hoy a esta hora.

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