El príncipe Harry rompió su noviazgo
| 12 de Noviembre de 2007 | 00:00

LONDRES.- La relación entre el príncipe Harry, tercero en la línea de sucesión del trono británico, y su novia, Chelsy Davy, parece haber llegado a su fin. Agotada por la vida de "playboy" del príncipe, de 23 años, la joven, de 22, puso punto final al noviazgo en varias conversaciones telefónicas y entre lágrimas, según informaron ayer los diarios británicos. Clarence House, residencia oficial del príncipe Carlos, no comentó la noticia. La pareja solía ser vista en clubs nocturnos de Londres, pero Harry también sabía divertirse sin Chelsy.
En el verano boreal, el príncipe se dejó fotografiar en un bar de Canadá con un grupo de chicas ligeramente vestidas, y tampoco en Londres dejaba escapar ninguna oportunidad, señaló el periódico dominical "News of the World". La gota que rebasó el vaso fue que Harry prefiriera ver la final del mundial de rugby en París con un grupo de amigos antes que asistir al cumpleaños 22° de Chelsy. "Ya está bien", dijo entonces la joven de origen sudafricano, según sus amigos. La ex pareja volvió a dejarse ver recientemente en el club nocturno "Amika" en la capital inglesa. La velada terminó de forma abrupta e inesperada: Chelsy se apartó de la fiesta y se largó a llorar. El mismo rotativo aseguró que Harry "se consoló" por el abandono de Chelsy volviendo a la noche londinense: en un plazo de apenas dos horas y acompañado por cinco amigos, el príncipe gastó un total de 4.000 euros (5.800 dólares) en un local nocturno.
En el verano boreal, el príncipe se dejó fotografiar en un bar de Canadá con un grupo de chicas ligeramente vestidas, y tampoco en Londres dejaba escapar ninguna oportunidad, señaló el periódico dominical "News of the World". La gota que rebasó el vaso fue que Harry prefiriera ver la final del mundial de rugby en París con un grupo de amigos antes que asistir al cumpleaños 22° de Chelsy. "Ya está bien", dijo entonces la joven de origen sudafricano, según sus amigos. La ex pareja volvió a dejarse ver recientemente en el club nocturno "Amika" en la capital inglesa. La velada terminó de forma abrupta e inesperada: Chelsy se apartó de la fiesta y se largó a llorar. El mismo rotativo aseguró que Harry "se consoló" por el abandono de Chelsy volviendo a la noche londinense: en un plazo de apenas dos horas y acompañado por cinco amigos, el príncipe gastó un total de 4.000 euros (5.800 dólares) en un local nocturno.
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