Sangre de campeonas

Victoria y Mercedes Travascio ganaron el Sudamericano de la clase 420

Mercedes y Victoria venían por caminos distintos... Hoy las hermanas Travascio, optimizaron recursos y capacidades para subirse a un barco de la clase 420 de yachting y de esta manera, trepar a lo más alto de Sudamérica. En poco tiempo y en plena etapa de crecimiento deportivo, ambas acumulan una rica experiencia por separadas y de un tiempo a esta parte, confirmaron su buen momento. Decidiendo la táctica, aferrada al timón o colgada y sujeta a algún cabo cerca de proa, las platenses se posicionan entre las mejores duplas del país.

El torneo organizado por el Yacht Club Argentino y Clase Internacional 420, en conjunto con la Federación Argentina. La cancha, tipo trapecio con un recorrido barlovento-sotavento se ubicó frente al puerto de Buenos Aires. El encuentro contó, no sólo con lo más selecto del yachting argentino, sino con embarcaciones de Brasil y Chile. Pero las Travascio no fueron las únicas platenses en el torneo. También corrió, aunque quedó lejos de los puestos de punta, Pilar García Hernández, quien en compañía de Sofía Tedín terminaron en el puesto 19º.

El 420 es el paso previo a la categoría olímpica 470. El número que identifica la clase, pertenece a los 4 metros y 20 centímetros que tiene de eslora (largo). "La clase 420 es donde muchos de nosotros hacemos base para luego saltar a la clase olímpica 470. Y para las mujeres, es un barco muy competitivo porque nos equiparamos con los hombres por el peso. La categoría cuenta con duplas muy buenas, caso Pilar García Hernández con Sofía Tedín, Sebastián Peri Brusa y Santiago Masceroni, Francisco Sucari y Francisco Renna y Nicolás Buhler y José Tedín, entre otros. Fue un lindo campeonato y con mucho nivel", contó Mercedes.

Hermanas dentro y fuera del agua. Esa es la llave de este muy buen momento de las chicas platenses. "En un principio pensamos que resultaría fácil. Por ser hermanas podía haber peleas. La verdad nos llevamos bárbaro arriba del barco y luego en casa, podemos seguir analizando algunos errores del día o poder ajustar objetivos nuevos. Además la confianza que tenés con tu hermana no la tenés con nadie", señaló Victoria.

A la hora de tomar decisiones, se reparten las responsabilidades, pese a que Victoria, la más pequeña de las dos (18 años), hace las veces de timonel. "Por lo general es conveniente que la táctica la haga uno. Pero como no tenemos diferencias en eso y pensamos muy parecido nos manejamos intercambiando decisiones. En este deporte necesitás mucha intuición y por eso la que pega el grito más fuerte, es la que decide lo que se hace", aclaró la mayor de tan sólo 20 años.

Entre las dos acumulan 12 títulos argentinos, sudamericanos, norteamericanos y mundiales de las clases Optimist, Cadet y ahora en 420. "Venimos de correr este verano en Mar del Plata, que siempre se usa como selectivo. Se armaron dos torneos, en uno ganamos y en otro terminamos segundas pero en el unificado nos tuvimos que conformar con el segundo puesto", dijo Mercedes. Como preámbulo de este sudamericano se adueñaron de la Copa Dorada organizada por el club Barlovento.

Luego de ganar la Copa Dorada, estuvieron viajando todos los días para acondicionar el barco para el sudamericano. A tal punto trabajaron en la puesta a punto que no hicieron tiempo para probar. Pero de todas formas se las arreglaron no sólo para correr en gran nivel, sino para ganar juntas, su primer sudamericano.

"MAS ENTRENAMIENTO"

Por un lado las condiciones de buen tiempo y vientos moderados impulsaron a las platenses a los puestos de vanguardia de este torneo Sudamericano. Por suerte para ellas no sopló demasiado viento, condición que les permitió ponerse en igualdad de chances con los demás. Las platenses ganaron 3 de las 12 regatas, y fueron segundas en 4 y totalizaron 27 puntos al final de la competencia. Nunca bajaron del séptimo puesto.

La consigna para ellas fue ir regatas por regata. Sin desesperarse. "Nuestra dupla se formó hace poco, en septiembre del año pasado. Antes era timonel y esto de ser tripulante es muy nuevo para mi. Y eso lo noto cuando hay mucho viento. Sabemos que nos hace falta más experiencia. Si bien estamos contentas por esto, sabemos que necesitamos más entrenamiento", expresó Mercedes.

La preparación no es sólo arriba del agua. "Estamos yendo al gimnasio para mejorar nuestra resistencia aeróbica. Pero no podemos dedicarle más tiempo que el que le damos. Las dos estudiamos y en la semana es imposible ir a entrenar. Por eso aprovechamos sábados y domingos para arreglar el barco y cada tanto salir a navegar", señaló Victoria.

La clave para ambas estuvo en llegar al último día de competencia entreveradas en los puestos de vanguardia, pero no primeras, así no cargaban con toda la presión de salir a ganar.

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