El menos famoso ganó la final de Gran Hermano
El ex convicto Diego Leonardi se impuso a la ex de Palermo, Jacqueline Dutra
| 2 de Agosto de 2007 | 00:00

Diego Leonardi ganó anoche la final de Gran Hermanos Famosos con un total de 1.088.942 votos. El segundo lugar en la definición del reality fue para la vedette Jacqueline Dutra, ex esposa de Martín Palermo, con 239.036 votos. Finalmente, el tercer puesto quedó en manos de la ex Bandada Lissa Vera, que sumó el apoyo de 135.925 televidentes. Hubo en definitiva más de un millón y medio de votantes y picos de ráting que arañaron los 40 puntos, como que en el momento de anunciarse la decisión final, marcó exactamente 38.1 puntos.
La fiesta final de la versión "famosos" estuvo marcada por la emoción y las lágrimas, desde el inicio hasta el final del programa.
Rial y los participantes eliminados armaron una "previa" en el living de Susana, palpitando la gran final. Luego, cerca de las 22 (cuando se había anunciado a las 21.30) arrancó Gran Hermano Famosos, en su gala final.
UNA NOCHE EN ARMONIA
Un tono melodramático tuvo la final de anoche de la edición "famosos" del reality show más exitoso de la televisión argentina.
Desde el comienzo del programa, con la presencia en el living de la casa de los finalistas de la ex Bandana Lissa Vera, la vedette Jacqueline Dutra y el joven Diego Leonardi, todo fue melancolía y emoción. O al menos ésa fue la propuesta de la producción.
Desde el primer contacto del conductor con los participantes, hubo lágrimas. Porque Gran Hermano sorprendió a los finalistas con un racconto de todo lo acontecido en la casa, en un clip musicalizado por la Balada para un Loco de Piazzolla-Ferrer.
A diferencia de ediciones anteriores, donde los enfrentamientos entre participantes eran el eje del juego, la versión VIP del reality optó por presentar a los finalistas como participantes que salieron mejores personas de lo que eran al entrar al juego.
Cada uno de ellos contó con un emotivo video que repasaba sus "días en la casa" (hasta allí nada nuevo), pero luego un extenso monólogo del conductor Jorge Rial se empeñó en destacar el progreso de cada uno a lo largo de su estadía en el programa, y destacar en ellos virtudes como integridad, valentía y bondad.
Como por ejemplo, cuando Rial felicitó a Diego "porque hay que tener muchos huevos para salir de situaciones tan jodidas como las que viviste, cuando uno hace cosas que sólo hace cuando está muy mal". El ex convicto asentía en silencio y en un clip posterior se lo escuchó decir "nunca había volado y vi lo que puede pasar cuando intentás volar y no te caes al piso".
Un latiguillo que Rial no dejó de reiterar a cada momento y con cada uno de los finalistas fue "profesionalmente no sé como te irá, pero como persona ya sos un ganador".
De todos modos, hay que señalar que fue meritoria la labor del conductor, ya que resulta difícil mantener el interés de la teleaudiencia cuando no hay mucho por decir y cuando todos quieren saber una sola cosa: quién sería el ganador.
Lissa, tras escuchar a Jorge Rial describir su carácter y su modo de desenvolverse con sus compañeros, se largó a llorar y solo atinó a decir "qué vergüenza". Al rato devolvió gentilezas diciéndole a Rial "sos uno de los tipos más correctos que uno puede encontrar en este ambiente".
Pero como si esto fuera poco, luego fue el tiempo de que cada uno (con poca espontaneidad) leyera una carta dirigida a Gran Hermano, en la que expresaba lo positivo que había sido la experiencia intramuros.
No faltó, por supuesto, la respuesta a cada uno de ellos del propio Gran Hermano, quien poco antes de las 22.30, leyó su misiva, en la que señalaba (nuevamente) los logros y aprendizajes de cada integrante en los últimos 81 días.
FINAL Y NUEVO JUEGO
Lejos quedaron los ecos de la guerra entre Marianela y Nadia, o el dolor de Diego por la traición de la ganadora de la edición anterior. Todo fue compresión y buenos deseos en la final de GH Famosos.
Si hasta el escribano -personaje secundario si los hay en un show de estas características- se dio el gusto de agradecer a Gran Hermano y su producción por la forma en que había sido tratado durante el ciclo.
Ese fue el momento que aprovechó Rial para hacer un solapado anuncio: "Y nos seguiremos viendo, escribano", dijo, pensando en la próxima edición del reality que ya está preparando Telefé.
Unos minutos más tarde, se anunció con todas las letras: el próximo miércoles, a las 21.30, dará comienzo la quinta edición de Gran Hermano.
"Con nuevas reglas, con nueva casa y con el juego más duro que nunca", aseguró Rial y agregó: "si ustedes pensaban que sabían todo sobre Gran Hermano, estaban equivocados. Las cosas cambian todo el tiempo en la casa".
TINELLI CON DESCANSO
Mientras Gran Hermano Famosos tenía su fiesta final, Marcelo Tinelli prefirió no salir al aire en esta oportunidad y guardar su artillería para los próximos días cuando regrese el polémico "baile del caño".
En su lugar, la pelea desde el 13 la dio el siempre rendidor "Policías en acción" y el ascendente "Argentinos por su nombre", con la condición de Andy Kusnetzoff.
La fiesta final de la versión "famosos" estuvo marcada por la emoción y las lágrimas, desde el inicio hasta el final del programa.
Rial y los participantes eliminados armaron una "previa" en el living de Susana, palpitando la gran final. Luego, cerca de las 22 (cuando se había anunciado a las 21.30) arrancó Gran Hermano Famosos, en su gala final.
UNA NOCHE EN ARMONIA
Un tono melodramático tuvo la final de anoche de la edición "famosos" del reality show más exitoso de la televisión argentina.
Desde el comienzo del programa, con la presencia en el living de la casa de los finalistas de la ex Bandana Lissa Vera, la vedette Jacqueline Dutra y el joven Diego Leonardi, todo fue melancolía y emoción. O al menos ésa fue la propuesta de la producción.
Desde el primer contacto del conductor con los participantes, hubo lágrimas. Porque Gran Hermano sorprendió a los finalistas con un racconto de todo lo acontecido en la casa, en un clip musicalizado por la Balada para un Loco de Piazzolla-Ferrer.
A diferencia de ediciones anteriores, donde los enfrentamientos entre participantes eran el eje del juego, la versión VIP del reality optó por presentar a los finalistas como participantes que salieron mejores personas de lo que eran al entrar al juego.
Cada uno de ellos contó con un emotivo video que repasaba sus "días en la casa" (hasta allí nada nuevo), pero luego un extenso monólogo del conductor Jorge Rial se empeñó en destacar el progreso de cada uno a lo largo de su estadía en el programa, y destacar en ellos virtudes como integridad, valentía y bondad.
Como por ejemplo, cuando Rial felicitó a Diego "porque hay que tener muchos huevos para salir de situaciones tan jodidas como las que viviste, cuando uno hace cosas que sólo hace cuando está muy mal". El ex convicto asentía en silencio y en un clip posterior se lo escuchó decir "nunca había volado y vi lo que puede pasar cuando intentás volar y no te caes al piso".
Un latiguillo que Rial no dejó de reiterar a cada momento y con cada uno de los finalistas fue "profesionalmente no sé como te irá, pero como persona ya sos un ganador".
De todos modos, hay que señalar que fue meritoria la labor del conductor, ya que resulta difícil mantener el interés de la teleaudiencia cuando no hay mucho por decir y cuando todos quieren saber una sola cosa: quién sería el ganador.
Lissa, tras escuchar a Jorge Rial describir su carácter y su modo de desenvolverse con sus compañeros, se largó a llorar y solo atinó a decir "qué vergüenza". Al rato devolvió gentilezas diciéndole a Rial "sos uno de los tipos más correctos que uno puede encontrar en este ambiente".
Pero como si esto fuera poco, luego fue el tiempo de que cada uno (con poca espontaneidad) leyera una carta dirigida a Gran Hermano, en la que expresaba lo positivo que había sido la experiencia intramuros.
No faltó, por supuesto, la respuesta a cada uno de ellos del propio Gran Hermano, quien poco antes de las 22.30, leyó su misiva, en la que señalaba (nuevamente) los logros y aprendizajes de cada integrante en los últimos 81 días.
FINAL Y NUEVO JUEGO
Lejos quedaron los ecos de la guerra entre Marianela y Nadia, o el dolor de Diego por la traición de la ganadora de la edición anterior. Todo fue compresión y buenos deseos en la final de GH Famosos.
Si hasta el escribano -personaje secundario si los hay en un show de estas características- se dio el gusto de agradecer a Gran Hermano y su producción por la forma en que había sido tratado durante el ciclo.
Ese fue el momento que aprovechó Rial para hacer un solapado anuncio: "Y nos seguiremos viendo, escribano", dijo, pensando en la próxima edición del reality que ya está preparando Telefé.
Unos minutos más tarde, se anunció con todas las letras: el próximo miércoles, a las 21.30, dará comienzo la quinta edición de Gran Hermano.
"Con nuevas reglas, con nueva casa y con el juego más duro que nunca", aseguró Rial y agregó: "si ustedes pensaban que sabían todo sobre Gran Hermano, estaban equivocados. Las cosas cambian todo el tiempo en la casa".
TINELLI CON DESCANSO
Mientras Gran Hermano Famosos tenía su fiesta final, Marcelo Tinelli prefirió no salir al aire en esta oportunidad y guardar su artillería para los próximos días cuando regrese el polémico "baile del caño".
En su lugar, la pelea desde el 13 la dio el siempre rendidor "Policías en acción" y el ascendente "Argentinos por su nombre", con la condición de Andy Kusnetzoff.
Las noticias locales nunca fueron tan importantes
SUSCRIBITE