El hipotiroidismo puede producir infertilidad y abortos espontáneos

Con el embarazo se incrementan las necesidades del aporte del yodo

La falta de detección y tratamiento del hipotiroidismo, enfermedad de carácter crónico caracterizada por un mal funcionamiento de la glándula tiroides, podría producir infertilidad y abortos espontáneos, según advirtieron especialistas.

Si bien el hipotiroidismo es una enfermedad que con un tratamiento adecuado permite llevar una buena calidad de vida, las mujeres que la padecen y están intentando lograr un embarazo o ya se encuentran embarazadas, deben consultar a su médico de cabecera a fin de evitar la exposición a posibles riesgos en el desarrollo de la gestación.

Este mal se genera a partir de una carencia de yodo en el cuerpo, que disminuye y lentifica el funcionamiento de la glándula tiroides.

Cuando la mujer queda embarazada, sus necesidades de yodo aumentan, ya que debe proveerlo tanto para ella como para la tiroides de su bebé y si no se le proporcionan las cantidades que se requieran de acuerdo a los niveles de hormonas tiroideas y las necesidades de cada madre en particular, podría generarse un embarazo de riesgo.

CONTROL MEDICO

Por lo tanto, la mujer que padece de esta enfermedad, a fin de evitar complicaciones en su bebé, debe hacerse controlar por su médico, y verificar si la dosis de hormona tiroidea que recibe diariamente, es la adecuada para esa etapa de su vida.

Aproximadamente 1 de cada 100 mujeres en edad fértil tiene hipotiroidismo y el riesgo de desarrollarlo aumenta con la edad. Es una enfermedad de carácter crónico, afectando entre el 3 y el 5 por ciento de toda la población.

Por tal motivo, los médicos destacaron a la levotiroxina como el medicamento "responsable" de normalizar el funcionamiento de la glándula tiroides enferma.

"Es fundamental el control de la dosis a través del especialista; cada madre necesita proporciones de levotiroxina adecuadas a su estado y es clave evaluar la dosis tolerada por cada paciente, ya que si se produce el suministro de una dosis muy elevada de esta droga, puede volverse a la mujer hipertiroidea, lo que también implicaría riesgos para el feto y el embarazo", afirmó Mario Pisarev, profesor titular y director del departamento de Bioquímica Humana de la Facultad de Medicina de la Universidad de Buenos Aires (UBA).

PROBLEMAS PARA CONCEBIR

Otro problema en relación al hipotiroidismo y sus consecuencias sobre el embarazo radica en la posibilidad de quedar embarazada ya que, según Pisarev "si la paciente no tiene controlada la enfermedad quizás tenga problemas para concebir un embarazo".

"Un hipotiroidismo no tratado, es decir, no controlado, determina que además de aumentar la hormona que regula la tiroides, llamada tirotrofina, aumenta también otra hormona llamada prolactina. Esta hormona en exceso, produce alteraciones en el ciclo y en la ovulación, lo que puede provocar infertilidad.

Una vez que la prolactina vuelve a su nivel normal, se podrá concebir el embarazo", sostuvo el experto, quien no obstante, aclaró que también ocurren casos "en que la gestación sí se produce".

En estos casos, si la paciente no conoce su diagnóstico y por consiguiente no es tratada adecuadamente, puede presentar inconvenientes durante el embarazo, como parto prematuro, aborto espontáneo, muerte fetal, hipertensión, deterioros en el desarrollo del feto (generando una enfermedad llamada cretinismo), menor desarrollo cognitivo y bajo índice de inteligencia.

Diferentes estudios han demostrado que los niños nacidos de madres con hipotiroidismo no medicado durante la gestación y que no han sido tratados en el período post-natal inmediato, presentan un déficit en su coeficiente intelectual de grado variable, de leve a severo.

SINTOMAS

Los síntomas del hipotiroidismo pueden variar de leves a severos, entre los que se destacan una mayor sensación de frío corporal, incluso durante los meses de verano o de altas temperaturas; fatiga y disminución frecuente del apetito, a pesar de lo cual, por la retención excesiva de líquidos, puede producirse una modificación en el peso de la persona; cambios en la voz, la cual puede tornase más ronca y áspera; hinchazón en cara, nuca y dorso de manos y pies; cabello, pestañas, cejas y vello corporal más secos, gruesos, frágiles y más propensos a las caídas; y uñas quebradizas y de crecimiento más lento.

Todos estos síntomas se hacen más evidentes en el transcurso del embarazo, como así también los síntomas más comunes que padecen las mujeres embarazadas, como cansancio, sueño y fatiga se agravan si no tienen su hipotiroidismo controlado.

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