El mago de las hachitas, la rabona y los sombreros

Hace poco se cumplió medio siglo de un gol impresionante

Ricardo Infante no fue un futbolista común y corriente. Fue un futbolista extraordinario, capaz de hacer cosas increíbles con la pelota como aquél gol de rabona que le marcó a Rosario Central hace medio siglo. Fue "el mago de las hachitas y los sombreros", como lo definían en su época de pantalones cortos y acciones que hacían delirar a la hinchada, la de Estudiantes especialmente que gritó casi 200 goles con el sello del gran Beto.

El Moncho Viola fue su descubridor, según el propio Infante recordó más de una vez a este diario, en las tantas entrevistas que se le realizaron. "Viola me dijo que podía ser un buen jugador, yo tenía apenas 13 años", tal cual sus palabras.

Hace pocos meses se cumplieron 50 años de aquél gol a Rosario Central que impresionó a los que lo vieron en vivo y en directo, porque en esa época no existía la maravilla del video para grabarla para la posteridad. Fue el 19 de setiembre de 1948, la tarde que ganó Estudiantes por 3 a 0. El Payo Pellegrina anotó dos goles, uno de penal. Pero el Beto se guardó la joya de la tarde: una rabona desde fuera del área, unos 35 metros. Un remate de Gagliardo pegó en el palo izquierdo y salió para el sector opuesto del arco de la calle 57. Se levantó un poquito y "como el terreno ayudaba ya que estaba desparejo y con matitas de pasto, solo tuve que enganchar el pie derecho por detrás de la pierna izquierda. Jamás pensé que la iba a poner ahí, en el ángulo superior izquierdo", recordó. Fue tan espectacular que lo felicitó el árbitro Miguel Padrón y el arquero vencido, Pedro Botazzi.

Si hubiera sido filmado o televisado, ese gol de hachita seguramente sería emitido diariamente.

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