¿Enamorarse trae problemas?

La fantasía que se suele tener sobre este estado fue puesta en duda por recientes estudios científicos, que demuestran que puede provocar padecimiento a quienes sufren trastornos de ansiedad


La idílica fantasía romántica que el común suele tener sobre el estado del enamoramiento fue puesta en duda por recientes estudios científicos, que demuestran que el amor puede provocar padecimiento a quienes sufren trastornos de ansiedad.

Así lo afirmaron desde el Centro de Estudios Especialista en Trastornos de Ansiedad, cuyos profesionales aseveraron que el amor puede causar el surgimiento de fobias, trastornos de la personalidad y hasta ataques de pánico.

"Enamorarse es una de las condiciones más deseadas por el ser humano. El estado de enamoramiento es uno de los más placenteros. No es casualidad que se dedique un día al año para recordar a San Valentín, protector de los enamorados, para que vele por el porvenir del romance.

"Pero estar enamorado, además de bello, es costoso, sobre todo para aquellas personas que sufren algún trastorno de ansiedad", indicaron desde el centro médico.

Desde el Centro de Estudios Especialista en Trastornos de Ansiedad (CEETA), con sede en Pilar, aseguraron que "muchas sensaciones corporales que se suscitan durante el enamoramiento coinciden con las sensaciones corporales aumentadas que padecen muchas personas que sufren de ciertos trastornos de ansiedad".

Por ello, la llegada de Cupido puede venir en algunos casos acompañada por "trastornos de pánico, trastornos por fobia social y trastornos por ansiedad generalizada", explicó Gabriela Martínez Castro, psicóloga especialista en trastornos de ansiedad y directora del CEETA.

Las sensaciones más frecuentes que sufren estas personas son palpitaciones, temblor, hormigueos o entumecimiento, dificultades gastrointestinales, sudoración, sensación de ahogo o de atragantamiento, suspiros, dificultades en la concentración, atención y memoria, sensación de mareo, vértigo o inminente desmayo y la sensación de caminar como entre las nubes.

Para el caso de quienes sufren de ansiedad social, el temor más grande radica en ser rechazado o ser avergonzado en público, lo que puede elevar la ansiedad hasta alcanzar una crisis de pánico propiamente dicha.

"Aquellos que padecen Trastorno por Ansiedad Generalizada, además de sensaciones corporales aumentadas, sensación de ahogo, mareos y otros síntomas, se les agrega la excesiva preocupación por todo tipo de posibles inconvenientes que pudieran ocurrir", indicó Martínez Castro.

Estos temores pueden ir desde "no ser correspondido por el ser elegido, pensar en la posibilidad de llegar un poco tarde a la cita, qué vestimenta usar para la misma, o temer padecer un accidente al dirigirse al lugar de encuentro".

Es que los ansiosos enamorados no pueden "jerarquizar adecuadamente cada uno de los niveles de importancia, es decir, la intensidad de la preocupación es la misma, independientemente de las causas que la originan", precisó la especialista.

En algunos casos puede llegarse al extremo de sufrir un trastorno de pánico, donde aparecen el temor a morir, a descontrolarse o a enloquecer, durante la aparición de una crisis.

En este sentido, la profesional aseguró que hay que estar atentos para distinguir el simple y sano enamoramiento del cuadro de ansiedad ya que, "básicamente, las sensaciones corporales, en ambos casos, tienen el mismo origen fisiológico, y son completamente inofensivas para la salud".

"En el caso de haber sido atravesado por Cupido, la causa de la ansiedad es más que positiva, pero en el caso de otro tipo de trastorno, la causa es el temor, lo cual no es nada agradable", comenta Martínez Castro.

Recalcó, al respecto, que "en caso de que ambos se superpongan, es sencillo diferenciarlos: los trastornos por ansiedad incapacitan la vida de quien los padece, por lo tanto requieren del tratamiento adecuado, en cambio Cupido la enriquece".

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