Triglicéridos, el enemigo menos famoso del corazón

Considerado "primo" del colesterol, forma parte del denominado "Síndrome Metabólico"

Desde hace algunos años, tanto los especialistas en cardiología como así también otros médicos, trabajan a diario para concientizar a la población acerca de la importancia de prevenir las enfermedades cardiovasculares. Para eso, casi diariamente y desde los más diversos orígenes, se organizan campañas de información y medición de los factores de riesgo.

Pero, ¿qué es un factor de riesgo y cuáles son los más importantes? Ante esta pregunta muchos hombres y mujeres responden: el colesterol y la presión arterial. Sin embargo, hay otros que también deben ser considerados y que están englobados en el llamado Síndrome Metabólico (SM), una condición en la cual se combinan -y para la cual deben ser tenidos en cuenta- no sólo los dos indicadores citados sino también el perímetro de cintura, la glucemia, el sobrepeso y los triglicéridos, un silencioso índice que se convierte en uno de los principales enemigos del corazón.

Los triglicéridos son un tipo de grasa que puede fabricarse en el organismo o bien ingerirse con los alimentos, pues las dietas ricas en grasas son las que mayor cantidad proveen. Consideraros "primos" del colesterol, la principal ventaja es que a diferencia de este otro indicador, poniendo en práctica las medidas necesarias, el nivel de triglicéridos suele disminuir más fácilmente.

Esto es muy importante pues el incremento de los triglicéridos -actualmente los especialistas consideran que la cifra ideal debe estar por debajo de los 150 miligramos por decilitro de sangre (mg/dl)- está considerado un factor de riesgo cardiovascular, especialmente cuando se asocia al colesterol, ya que la presencia de los triglicéridos no sólo favorece el efecto dañino del colesterol "malo" o LDL, sino que además contribuye a disminuir los beneficios alcanzados por el colesterol HDL, también llamado "bueno".

"En una reunión celebrada en Estados Unidos en 2003 se estableció, por primera vez, un indicador sobre los triglicéridos, pues hasta ese momento no contábamos con un parámetro de referencia para tenerlo bajo o ser tratado. El tener una medida es algo útil no sólo para nosotros los médicos sino también para el paciente, a quién le resulta más fácil controlarse. El nivel óptimo o deseable es de 150 mg/dl, mientras que entre 200 y 400 -dependiendo el estado del resto de los factores de riesgo- resulta necesario comenzar una dieta. Por último, cuando el nivel excede los 400 mg/dl, resulta inminente la puesta en marcha de un tratamiento integrador, además de la dieta. Hasta el momento estas cifras son válidas para ambos sexos, aunque tal vez con el tiempo eso se modifique", destacó el doctor Rodolfo Daniel La Greca, médico cardiólogo e integrante del Comité Ejecutivo de la Sociedad Argentina de Cardiología (SAC).

LAS INVESTIGACIONES

A fin de remarcar la importancia de mantener controlados todos los factores de riesgo, un reciente estudio realizado en Estados Unidos por el equipo del doctor Michael Miller, director de cardiología preventiva del Centro Médico de la Universidad de Maryland, consignó que "si bien los triglicéridos siempre han sido considerados 'ciudadanos de segunda', los hechos demuestran que el nivel de este indicador es tan importante como el del colesterol".

El líder de la investigación, cuyas conclusiones forman parte de la reciente edición de la publicación especializada Journal of the American College of Cardiology, agregó que llegaron a este hallazgo, "luego de realizar -sobre 4.162 voluntarios- un primer ensayo en el cual se evaluó la efectividad de las estatinas en la reducción del LDL. Los pacientes que tenían ataques cardíacos regresaban a los 30 días y a partir de ese momento iniciábamos un seguimiento de dos años durante el cual se evaluaron los nuevos episodios y en cual obviamente se medían los niveles de colesterol y triglicéridos. Teniendo en cuenta esas consideraciones, encontramos que si una persona tiene el nivel de triglicéridos por debajo de los 150 mg/dl, el riesgo de sufrir un nuevo evento cardiovascular es 27 por ciento menor".

Finalmente, el doctor Miller indicó que "el nivel tomado como referencia es el 'deseable', que debe ser considerado a través de dos o más lecturas pues los triglicéridos son grasas muy inestables".

En lo que hace a las medidas para disminuir el nivel de triglicéridos, el doctor La Greca refirió que "las pautas que deben ser tenidas en cuenta para disminuir el nivel de triglicéridos o evitar que suba son muy similares a las que se ponen en práctica a la hora de prevenir el incremento del colesterol. La dieta -que debe ser baja en grasa pero además hipocalórica para garantizar que el paciente baje de peso- sobre todo si tenemos en cuenta que la causa de la hipertrigliceridemia no familiar es el sobrepeso, tiene que estar acompañada por la realización de ejercicio físico".

Lo que hay que tener muy en cuenta es que cuando se trata de los triglicéridos, los hidratos de carbono son almacenados por el organismo que toma lo que necesita y almacena el resto en forma de grasa. "Y cuando la raíz del problema es familiar o genético, el tratamiento es el mismo pero debe ser un poco más severo y además, hay que comenzar a ponerlo en marcha mucho antes. Finalmente -concluyó La Greca- es importante remarcar que a diferencia del colesterol, que tarda meses en subir, los triglicéridos incrementan su nivel rápidamente cuando el paciente hace excepciones y cae en excesos".

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