Mató a un ladrón para defender a su mujer e hijo
| 12 de Agosto de 2008 | 00:00

Un hombre mató de un balazo a un delincuente que, junto a otros tres cómplices, intentaba robarle la camioneta a su esposa e hijo en la puerta de su casa de la localidad bonaerense de Wilde, en Avellaneda.
Tras la muerte del asaltante, el hombre quedó aprehendido varias horas aunque ayer por la tarde recuperó la libertad, ya que la Justicia consideró que actuó en su legítima defensa.
El hecho ocurrió cerca de las 22 del domingo, en la puerta de una casa ubicada en Pirán al 1300 de Wilde, en la zona sur del conurbano, donde viven Edgardo Oreste Fresno (53), su esposa Viviana (49) y su hijo Damián (21).
Según las fuentes, todo comenzó cuando la mujer y su hijo regresaron a su vivienda con mercadería y dinero de las ventas realizadas durante el fin de semana en el puesto de una feria de la zona en la que trabajaban.
Madre e hijo se disponían a ingresar a su domicilio cuando fueron sorprendidos por cuatro delincuentes armados que se movilizaban en un Renault 19 color bordó, tres de los cuales bajaron y los amenazaron con armas.
"Cuando voy a estacionar la camioneta para descargar vi un coche detrás mío. Metí la camioneta en la vereda de enfrente para que el coche pasara pero cuando terminé de subirla, mi mamá, que estaba de acompañante, me dijo: 'Mira los que bajan del coche'", recordó ayer Damián Fresno.
"Se bajaron tres hombres armados, de más de 20 años, uno con una (escopeta) recortada y los otros con armas que no conozco. El primero que me agarró no me dejó bajar de la camioneta, me puso el arma en la cabeza y me dijo: '¡La plata, la plata!'", añadió el joven.
Según la víctima, otros dos delincuentes se colocaron del lado de su madre. "Le abrieron la puerta y la bajaron a las piñas y patadas; la tiraron al piso, sin ningún sentido porque no nos habíamos negado a darles la plata y le empezaron a dar culatazos. Fue todo de golpe, no le dijeron nada".
"Cuando terminé de darle la plata, el del revólver le dijo a otro: 'Ya está, no le pegues más, que ya está la plata'. En ese momento estaba mi viejo en mi casa y vio todo el movimiento. Lo primero que hizo fue agarrar el arma que tenía de defensa y se puso en la ventana", detalló Damián.
DISPAROS Y HUIDA
Según este relato, Fresno padre les gritó a los delincuentes que se fueran, pero le dispararon un balazo. "Entonces, mi papá les disparó. Pero no le pegó al que le tiró sino al que estaba atrás", dijo Damián.
Al escuchar los disparos, los delincuentes salieron a la carrera y dos abordaron el auto en el que había un cómplice, en tanto que el restante se volvió y le disparó a Fresno, quien seguía dentro de la casa y le respondió con otro balazo.
"Uno (de los delincuentes) corrió 100 metros hasta Pirán y Pino", hasta que sus cómplices lo levantaron y se lo llevaron en el auto, explicó el muchacho, quien agregó que en la huida, los asaltantes casi atropellan a una pareja que estaba en la parada del colectivo.
Tras el asalto, la esposa de Fresno fue trasladada al Hospital de Wilde, donde fue atendida por cortes en la cabeza y politraumatismos provocados por la agresión de los ladrones.
Tras la muerte del asaltante, el hombre quedó aprehendido varias horas aunque ayer por la tarde recuperó la libertad, ya que la Justicia consideró que actuó en su legítima defensa.
El hecho ocurrió cerca de las 22 del domingo, en la puerta de una casa ubicada en Pirán al 1300 de Wilde, en la zona sur del conurbano, donde viven Edgardo Oreste Fresno (53), su esposa Viviana (49) y su hijo Damián (21).
Según las fuentes, todo comenzó cuando la mujer y su hijo regresaron a su vivienda con mercadería y dinero de las ventas realizadas durante el fin de semana en el puesto de una feria de la zona en la que trabajaban.
Madre e hijo se disponían a ingresar a su domicilio cuando fueron sorprendidos por cuatro delincuentes armados que se movilizaban en un Renault 19 color bordó, tres de los cuales bajaron y los amenazaron con armas.
"Cuando voy a estacionar la camioneta para descargar vi un coche detrás mío. Metí la camioneta en la vereda de enfrente para que el coche pasara pero cuando terminé de subirla, mi mamá, que estaba de acompañante, me dijo: 'Mira los que bajan del coche'", recordó ayer Damián Fresno.
"Se bajaron tres hombres armados, de más de 20 años, uno con una (escopeta) recortada y los otros con armas que no conozco. El primero que me agarró no me dejó bajar de la camioneta, me puso el arma en la cabeza y me dijo: '¡La plata, la plata!'", añadió el joven.
Según la víctima, otros dos delincuentes se colocaron del lado de su madre. "Le abrieron la puerta y la bajaron a las piñas y patadas; la tiraron al piso, sin ningún sentido porque no nos habíamos negado a darles la plata y le empezaron a dar culatazos. Fue todo de golpe, no le dijeron nada".
"Cuando terminé de darle la plata, el del revólver le dijo a otro: 'Ya está, no le pegues más, que ya está la plata'. En ese momento estaba mi viejo en mi casa y vio todo el movimiento. Lo primero que hizo fue agarrar el arma que tenía de defensa y se puso en la ventana", detalló Damián.
DISPAROS Y HUIDA
Según este relato, Fresno padre les gritó a los delincuentes que se fueran, pero le dispararon un balazo. "Entonces, mi papá les disparó. Pero no le pegó al que le tiró sino al que estaba atrás", dijo Damián.
Al escuchar los disparos, los delincuentes salieron a la carrera y dos abordaron el auto en el que había un cómplice, en tanto que el restante se volvió y le disparó a Fresno, quien seguía dentro de la casa y le respondió con otro balazo.
"Uno (de los delincuentes) corrió 100 metros hasta Pirán y Pino", hasta que sus cómplices lo levantaron y se lo llevaron en el auto, explicó el muchacho, quien agregó que en la huida, los asaltantes casi atropellan a una pareja que estaba en la parada del colectivo.
Tras el asalto, la esposa de Fresno fue trasladada al Hospital de Wilde, donde fue atendida por cortes en la cabeza y politraumatismos provocados por la agresión de los ladrones.
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