El Tortuga Fernández arrancó muy rápido
Dijo que por el gol no pudo dormir
| 15 de Enero de 2009 | 01:00

MENDOZA (Enviado Especial).- "Mi hermano juega mejor que yo", dice el Tortuga Gustavo Fernández y se ríe elogiando la habilidad de Nicolás que tiene 14 años y que está fichado en el Barrio Nevel de Concordia cerca del Río Uruguay. Fue su familia lo primero que se le vino a la memoria luego el gol ante el Rojo en su debut en primera, su padre, su madre maestra, sus hermanos. Todos siguen allá en Entre Ríos y disfrutaron con él a la distancia de un arranque tremendo del Tortuga, a quien en medio del partido Pipo rebautizó como el Mencho.
"Te pasa por arriba, cuando eramos chicos y nos enfrentábamos era tremendo tiene una fuerza y una habilidad. Yo jugaba en Comunicaciones y el en el barrio Nevel. Es un jugadorazo", dice Gustavo Bou que lo conoce de chico ya que son de la misma ciudad. El capitán Ahumada se suma a los elogios y cuenta "me sorprendió en las prácticas como aguanta la pelota y la fuerza que tiene, por suerte entró derecho y pudimos empatar. Va a ser un gran jugador, y ahora tiene que ir de a poco creciendo".
Pero el Tortuga se pone nervioso cuando le hablan de su juego y prefiere no subirse a ningún coche lujoso de elogios. "Soy chico y quiero estar tranquilo, es mi primer pretemporada y tengo que aprender mucho. Por suerte pude debutar y cuando entre trate de hacer las cosas bien. Arranque la pretemporada con un gol y espero seguir trabajando. Los nervios se me fueron yendo con el correr de los minutos. Después estaba agitado por la emoción del gol. Con el gol seguro que tomás confianza, pero lo importante es que le terminó sirviendo al equipo. Si hacía otro hubiese sido algo increíble", confiesa el Pibe.
Gustavo Fernández luego dice que ya le habían contado lo del Mencho y aclara que no lo vio jugar. "Mi tío me mostró algunos videos, pero se que fue un grande un ídolo de River. Ojala que eso me pase a mi, pero falta mucho. Antes soñaba con hacer un gol en primera y se me dio. Ahora tengo que tratar de estar tranquilo y seguir con el trabajo", contó el Tortuga mientras se toca la pelada y no puede creer que haya algunos fotógrafos para hacerlo posar con Ahumada y para sacarlo a la calle a firmar autógrafos.
UNA VELOZ CARRERA
Tortuga llegó a River en el 2007 de Renato Cesarini. Lo habían acercado un año antes y no pudieron ficharlo porque estaba cerrado el libro de pases, por eso lo llevaron a Cesarini para que no se lo lleve otro club. Cuando vino a River su carrera fue tremenda. Viajó con la Sub 17 a Corea a un amistoso y a poco de jugar en la quinta donde hizo 16 goles, lo subieron a reserva. Es más en el último partido del año pasado Rodríguez lo hizo concentrar con la primera. De allí a esta pretemporada fue un paso.
"Es un chico de un futuro enorme. Cuando fue a jugar con a Italia a un torneo amistoso juvenil, le hizo cuatro al Milan", cuenta Diego Quintás presidente del Fútbol Amateur y uno de los que lo recibió en el 2007. En ese Torneo Cittá di Torino en el 2008 hubo algunos empresarios que querían hacer contacto con los padres para llevarlo a Europa, pero el pibe ni los quiso oír, su sueño que consagrase en primera y empezó bien. "La camiseta 17 me tajo suerte y el martes 13 también. Me la voy a guardar para siempre", termina diciendo el nuevo Mencho de River.
"Te pasa por arriba, cuando eramos chicos y nos enfrentábamos era tremendo tiene una fuerza y una habilidad. Yo jugaba en Comunicaciones y el en el barrio Nevel. Es un jugadorazo", dice Gustavo Bou que lo conoce de chico ya que son de la misma ciudad. El capitán Ahumada se suma a los elogios y cuenta "me sorprendió en las prácticas como aguanta la pelota y la fuerza que tiene, por suerte entró derecho y pudimos empatar. Va a ser un gran jugador, y ahora tiene que ir de a poco creciendo".
Pero el Tortuga se pone nervioso cuando le hablan de su juego y prefiere no subirse a ningún coche lujoso de elogios. "Soy chico y quiero estar tranquilo, es mi primer pretemporada y tengo que aprender mucho. Por suerte pude debutar y cuando entre trate de hacer las cosas bien. Arranque la pretemporada con un gol y espero seguir trabajando. Los nervios se me fueron yendo con el correr de los minutos. Después estaba agitado por la emoción del gol. Con el gol seguro que tomás confianza, pero lo importante es que le terminó sirviendo al equipo. Si hacía otro hubiese sido algo increíble", confiesa el Pibe.
Gustavo Fernández luego dice que ya le habían contado lo del Mencho y aclara que no lo vio jugar. "Mi tío me mostró algunos videos, pero se que fue un grande un ídolo de River. Ojala que eso me pase a mi, pero falta mucho. Antes soñaba con hacer un gol en primera y se me dio. Ahora tengo que tratar de estar tranquilo y seguir con el trabajo", contó el Tortuga mientras se toca la pelada y no puede creer que haya algunos fotógrafos para hacerlo posar con Ahumada y para sacarlo a la calle a firmar autógrafos.
UNA VELOZ CARRERA
Tortuga llegó a River en el 2007 de Renato Cesarini. Lo habían acercado un año antes y no pudieron ficharlo porque estaba cerrado el libro de pases, por eso lo llevaron a Cesarini para que no se lo lleve otro club. Cuando vino a River su carrera fue tremenda. Viajó con la Sub 17 a Corea a un amistoso y a poco de jugar en la quinta donde hizo 16 goles, lo subieron a reserva. Es más en el último partido del año pasado Rodríguez lo hizo concentrar con la primera. De allí a esta pretemporada fue un paso.
"Es un chico de un futuro enorme. Cuando fue a jugar con a Italia a un torneo amistoso juvenil, le hizo cuatro al Milan", cuenta Diego Quintás presidente del Fútbol Amateur y uno de los que lo recibió en el 2007. En ese Torneo Cittá di Torino en el 2008 hubo algunos empresarios que querían hacer contacto con los padres para llevarlo a Europa, pero el pibe ni los quiso oír, su sueño que consagrase en primera y empezó bien. "La camiseta 17 me tajo suerte y el martes 13 también. Me la voy a guardar para siempre", termina diciendo el nuevo Mencho de River.
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