0 (Sessa)- 0 (Córdoba)
| 11 de Octubre de 2010 | 00:00

Un punto que sirve. Muchas realidades en un lindo partido, electrizante para el espectador neutral. Muchas preguntas sin respuesta. ¿Si River le metía uno, le hacía cuatro? ¿Gimnasia jugó a que River errara goles? ¿Merecía ganar Gimnasia? ¿Córdoba jugó bien? ¿Por qué Carrizo fue el mejor de River? Respuestas tan probables como incomprobables. Verdades a medias. Si Gimnasia juega así, siempre estará más cerca de perder que de ganar. Sin embargo, Gimnasia jugó en el Monumental como hoy debe jugar: dejando todo, concentrado al máximo, con un fuerte de piernas delante de Sessa. Sin reina, sin torres, con algún alfil, los peones no deben desordenarse. Así intentó jugar el Lobo.
Gimnasia juega como puede, no como quiere. Un equipo decide cuando puede tener más que el rival; cuando es menos -como lo marca la tabla de posiciones- todo vale para neutralizar virtudes y potenciar defectos. Hoy, con nada (o mucho, según el color del cristal con que se mire) casi se trae todo.
Dos líneas de cuatro, Neira desconocido y Córdoba estático mostró Gimnasia en la primera etapa, cuando Lamela y Ortega manejaron el ritmo entre los 10 y los 35 minutos y el arco tripero se salvaba una y otra vez, incluidos tres tiros en los palos.
Cuatro-uno-cuatro-uno en el complemento, cuando Ángel Cappa insólitamente puso a Affranchino por Lamela (y en el final casi pierde con Caruso por Arano) y Morant contestó con el buen ingreso de Lucas Castro por Neira. Está bien, Sessa fue figura. Ok, Gimnasia no generó juego. Estamos de acuerdo. Pero esa estructura de "corremos todos y jugamos cuando podemos" dejó cuatro veces en el partido a Jorge Córdoba frente al mejor arquero argentino. El esfuerzo, la voluntad y las ganas de Cordoba no fueron de la mano con la frialdad y la tranquilidad, especialmente en un par de acciones. Y Juan Pablo Carrizo pasó de público a figura, a ocupar ese lugar que parecía del pibe Lamela al final de los 45 iniciales.
Menciones para Gastón Sessa, la figura de la tarde y para Fabián Rinaudo impecable en su tarea, la contención. De menos a mayor Pablo Fontanello y Abel Masuero, con el ex tigre en buen nivel. Y despliegue, mucho despliegue, más allá de puntos bajos como Iriarte, Encina y especialmente Juan Neira. ¿Córdoba jugó para 2 o para 6? Vamos con el 6, hay que creer en el delantero que parece tener algo más que los demás.
Es un punto para hacer pie, para ver hacia donde salir. La realidad es que Gimnasia está en el fondo del fondo. Hay que llegar a la lucecita al final del tunel. Es tiempo de pico y pala. Hay que bracear bastante para llegar a la orilla. Correr más que jugar. Diciembre es la costa. Hay que sumar lo más posible para pelear de igual a igual en 2011. Sí, para seguir sufriendo. Olimpo, Quilmes, All Boys, Huracán y hasta Tigre ayudan a este Lobo maltrecho que todavía tiene corazón y garras.
P.D.: Indio, un abrazo y saludos a la familia en este duro trance.
Gimnasia juega como puede, no como quiere. Un equipo decide cuando puede tener más que el rival; cuando es menos -como lo marca la tabla de posiciones- todo vale para neutralizar virtudes y potenciar defectos. Hoy, con nada (o mucho, según el color del cristal con que se mire) casi se trae todo.
Dos líneas de cuatro, Neira desconocido y Córdoba estático mostró Gimnasia en la primera etapa, cuando Lamela y Ortega manejaron el ritmo entre los 10 y los 35 minutos y el arco tripero se salvaba una y otra vez, incluidos tres tiros en los palos.
Cuatro-uno-cuatro-uno en el complemento, cuando Ángel Cappa insólitamente puso a Affranchino por Lamela (y en el final casi pierde con Caruso por Arano) y Morant contestó con el buen ingreso de Lucas Castro por Neira. Está bien, Sessa fue figura. Ok, Gimnasia no generó juego. Estamos de acuerdo. Pero esa estructura de "corremos todos y jugamos cuando podemos" dejó cuatro veces en el partido a Jorge Córdoba frente al mejor arquero argentino. El esfuerzo, la voluntad y las ganas de Cordoba no fueron de la mano con la frialdad y la tranquilidad, especialmente en un par de acciones. Y Juan Pablo Carrizo pasó de público a figura, a ocupar ese lugar que parecía del pibe Lamela al final de los 45 iniciales.
Menciones para Gastón Sessa, la figura de la tarde y para Fabián Rinaudo impecable en su tarea, la contención. De menos a mayor Pablo Fontanello y Abel Masuero, con el ex tigre en buen nivel. Y despliegue, mucho despliegue, más allá de puntos bajos como Iriarte, Encina y especialmente Juan Neira. ¿Córdoba jugó para 2 o para 6? Vamos con el 6, hay que creer en el delantero que parece tener algo más que los demás.
Es un punto para hacer pie, para ver hacia donde salir. La realidad es que Gimnasia está en el fondo del fondo. Hay que llegar a la lucecita al final del tunel. Es tiempo de pico y pala. Hay que bracear bastante para llegar a la orilla. Correr más que jugar. Diciembre es la costa. Hay que sumar lo más posible para pelear de igual a igual en 2011. Sí, para seguir sufriendo. Olimpo, Quilmes, All Boys, Huracán y hasta Tigre ayudan a este Lobo maltrecho que todavía tiene corazón y garras.
P.D.: Indio, un abrazo y saludos a la familia en este duro trance.
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