Asia Argento y Michael Madsen, juntos

Por AMILCAR MORETTI

"Las horas del verano" ha sido la última del francés Olivier Assayas vista en las salas argentinas, si la memoria no falla. Esta "Boarding Gate" de hoy a las 22 por la señal I-Sat aparece entonces como una novedad, a pesar que pasó por algún ciclo o festival. Assayas no responde al estereotipo que el público promedio culto de gustos moderados en la Argentina tiene del cine de Francia y su cultura. Así como es lo opuesto a cierta especialidad francesa de cine cómico, medio bobo y sin imaginación pero que suele tener éxito, tampoco Assayas se ubica siempre dentro de lo que dicho público de clase media y algunas expectativas culturales espera de un realizador de los llamados "serios".

Olivier Assayas tiene una amplia filmografía muy variada y siempre seria, muy seria, en películas más o menos logradas. Ha incursionado en el cine negro, "noir", donde los franceses tienen una larga y refinada tradición. Basta recordar nada más que las obras de Jean-Pierre Melville, que supo crear una mitología de gangsters y policías unidos por una ética que, acaso ya no existe o bien nunca existió. "Boarding Gate" vuelve al tema de "Deamonlovers", un filme policial de Assayas dentro del mundo de las grandes corporaciones que se acercaba también a lo fantástico y la ciencia-ficción.

Algo confusa, "Deamonlover" se mantiene en la memoria de los seguidores por las presencias de Gina Gershon y Chlöe Sevigny, ambas norteamericanas pero fuera del cuadrado de las sexies que, rígido, fija la producción de Hollywood. Las dos son del tipo de actriz que en la película de hoy se encuadra también Asia Argento. Aclaro: Gershon, con su boca singularísima y multiplicadora de fantasías, y Sevigny, la rubiecita delicada que le hace sexo oral real prolongado al director y actor Vincent Gallo en "The Brown Bunny", no estrenada por aquí. Las dos son formidables actrices, que tienen lo más cinematográfico del cine en cuanto actores: dan bien en pantalla por presencia corporal (no importa la belleza modélica) y por máscara, pesan carnalmente en la pantalla. Si se entiende esto, se comprende qué es la actuación en el cine.

Con la italiana Asia Argento de "Boarding Gate" ha hecho Olivier Assayas la misma elección femenina. Hija del gran director de películas de terror de Italia, Darío Argento, en Argentina muy difundido en los años 60 y 70, Asia se ha convertido en Europa en un fetiche sexual-intelectual para cinéfilos y gente de la cultura. Es un ícono de la contracultura a la manera europea, media desfachatada y descarada y a la vez refinada y coqueta con lo intelectual. No le faltan por eso matices vulgares, concientemente perfilados, como una especie de Madonna pero sin tanta parafernalia puramente comercial y de marketing. De algún modo Asia Argento se vincula con Carla Bruni en la versión que encarnaba antes de unirse al presidente de Francia, cuando solo cantaba sus propias canciones de amor y "under" y posaba desnuda sin prejuicios para los grandes, como Helmut Newton, quien llevó al trono las mejores imágenes de su cuerpo longílineo y desnudo.

Junto a Argento está en la película nada menos que un par, pero norteamericano y masculino, Michael Madsen. Madsen es uno de los pocos que en la línea de Robert Mitchum, malvado o policía (del lado de la ley pero corrupto y violento, como se espera), logra en el cine mundial actual imponer su presencia en función de su sólida masa corporal y, en especial, por su voz y su mirada entre cansada e inquietante. Madsen es uno de esos viejos personajes del cine negro que da la nítida sensación de estar siempre hastiado de tanta "basura", concepto este último que debe entenderse en su más amplio sentido. Dos ejemplos: es el que, mientras baila, tortura con una navaja de afeitar al policía atado a una silla en "Perros de la calle", y el que limpia los baños y se enfrenta a escopetazos o espada samurai a Uma Thurman en "Kill Bill" y después la entierra viva en un cajón en medio del desierto. Inolvidable escena e inolvidable Madsen.

"Boarding Gate" es un policial negro en medio de las traiciones y negocios turbios de las multinacionales que dominan el mundo. Argento y Madsen, entre sexo turbulento y dinero sucio pero legalizado empresarialmente, al final parecen ser lo más limpios del filme, desesperado. En el portal "muchocine.net" se lee: "Michael Madsen y Asia Argento protagonizan un tórrido romance, tremendamente sensual y repleto de diálogos y gestos de una agudeza visual incontestable, que sumergen al espectador tanto en una minuciosa introspección de sus personajes como en una profunda empatía con una Asia Argento que destila erotismo en cada uno de los planos en los que aparece".

"Tras ello -agrega- Assayas cambia radicalmente de tercio y nos traslada a una trepidante carrera contrareloj en la que persecuciones, drogas y traiciones se convierten en el principal estandarte de "Boarding Gate", a través del cual el cineasta galo se permite el lujo de retratar (y criticar) la sociedad capitalista actual, en la que la tecnocracia, el poder del dinero, el conglomerado de culturas y, en definitiva, la globalización, se desenmascaran en un frío mundo repleto de sordidez y soledad del que la protagonista debe tratar de huir para no ser devorada por dicho sistema".

Películas por cable

Breaking and Entering.- Juliette Binoche y Jude Law sobre los inmigrantes en Londres. I-Sat a las 17.10.

Un novio para mi mujer.- Comedia con toques de grotesco criollo, con Suar y Valeria Bertuceli. Cinemax a las 17.50.

Nido de ratas.- Clásico de Marlon Brando y Elia Kazan. TCM a las 18.30.

Verónica Guerin.- Una mujer contra los hombres. Cinemax 19.40.

Un puente hacia Tarabithia.- Elogiada películas para niños. Y para mayores. Cartoon a las 20.

Belleza americana.- Frustraciones y perversiones de la clase media norteamericana. De Sam Mendes. Universal 20.

Solo un sueño.- Otra de Sam Mendes. Estreno. Frustraciones de la clase media norteamericana en los años 50 del siglo 19. Estreno. Cinecanal a las 22.

Boarding Gate.- Thriller francés de O. Assayas. Ver nota central. I-Sat a las 22.

La edad de la inocencia.- Fragilidad de la oligarquía burguesa naciente en Nueva York, en el siglo 19. De Martin Scorsese. TCM a las 22.10.

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