Camba igualó y volvió a gritar un gol en Ensenada

Terminó 1-1 con Urquiza. Ricky González quebró una racha de siete partidos sin marcar un tanto en el estadio 12 de Octubre

Cambaceres volvió a exhibir claras señales de recuperación, más allá de que continúa sin poder festejar una victoria en el 12 de Octubre (ahora, la racha se extendió a ocho encuentros).

Ayer, frente a Justo José de Urquiza (1-1), el conjunto que conduce Carlos Da Ponte pudo recuperarse a tiempo de una derrota casi cantada y dejar las cosas en su lugar, después de un comienzo desfavorable.

Pero lo más importante de la jornada fue que el Rojo volvió a festejar un gol en Ensenada, luego de mucho tiempo. Ricardo González, a los 19 minutos de la segunda parte, terminó con una sequía de 705 minutos sin celebrar una conquista en casa. La última fue de Jorge Casanova, olímpico (34 minutos del complemento), en la victoria sobre San Miguel por 2-1, encuentro que perteneció a la 31º fecha del torneo pasado y que se disputó el 26 de marzo de este año.

SE RECUPERO A TIEMPO

Cambaceres había tenido un mal comienzo. Jota Jota, en la primera llegada facturó, a través de Leonardo Alvarez (a los 14). Después, vendrían los desacoples, las imprecisiones, y la ausencia de juego.

A los 32, se produjo un quiebre en el partido. Y fue cuando Juan Ignacio Arias Navarro le contuvo un penal a Diego Grecco. Una jugada clave, casi determinante, que de alguna manera, le dio vida a un Camba que por momentos caminó por la cornisa.

La reacción comenzó a gestarse en el arranque de complemento, a partir del adelantamiento de las líneas, y porque Da Ponte, con la salida de Arébalo por lesión, cambió el esquema con tres en el fondo.

Camba fue una y otra vez, hasta que a los 19, llegó el desahogo de Ricardo González, quien aprovechó un rechazo corto en el arquero para marcar luego de un tiempo prolongado.

Después, el local metió entre las cuerdas a un Urquiza que respondió de contra. Un mano a mano de Valenti, que terminó en las manos de Noy. Luego, un cabezazo de Leandro González, y una arremetida de Di Biasi. Estaba cerca de la victoria. Pero sobre el final se produjo un claro penal en perjuicio de Valenti, que el árbitro no percató. Valenti le robó el balón a Noy, y el arquero, desesperado, le cometió falta de atrás. Sin embargo, Rodrigo Sabini entendió que no fue así.

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