Debate tras el video: ¿Cómo pudo robarle el delincuente un arma a 4 uniformados?

Las imágenes abrieron interrogantes sobre cómo se llegó a esa instancia que tuvo un trágico desenlace en 7 y 72

Las imágenes captadas por las cámaras de seguridad del Municipio en el incidente en el que un hombre joven, denunciado por cometer disturbios en una fiesta en Villa Elvira, prácticamente redujo a cuatro policías, le sacó el arma a uno de ellos y mató a un efectivo, han provocado enorme conmoción y abrieron un intenso debate a partir de dos opiniones nítidas, los que consideran que el desenlace trágico del episodio tuvo que ver con una falta de preparación y capacidad de los policías, y los que creen que éstos actuaron guiados por el temor a ser sancionados si "sometían" al agresor.

¿Por qué los policías no intentaron controlar al delincuente? ¿Por qué no desenfundaron cuando ya les había robado un arma y amenazaba a uno de ellos? Los interrogantes abren un amplio debate

El video muestra, como se ha informado, a un hombre -luego identificado como Aldo Zabala, 22 años, con antecedentes penales- "expulsado" a los golpes de una fiesta familiar que se realizaba en un salón de 7 y 72. Minutos antes, desde el festejo habían denunciado al 911 que había un joven ebrio provocando disturbios. Así, los primeros policías que llegan al lugar virtualmente "rescatan" al joven de quienes lo estaban agrediendo en la vereda.

Finalmente se juntan en el lugar cuatro policías, ante quienes Zabala, notoriamente excitado, hablando y gesticulando sin parar, se saca la camisa, se arremanga los pantalones y se descalza, para mostrar que no está armado. Los uniformados lo miran y lo escuchan, durante varios minutos, a unos dos metros de distancia, quietos, hasta que el joven evidentemente resuelve irse y pasa por al lado de ellos. Los policías se deciden, entonces, a detenerlo, lo rodean, uno de ellos lo toma del brazo, Zabala se resiste a manotazos y patadas y los cinco se meten en una especie de lucha cuerpo a cuerpo que dura unos pocos segundos, y de la que emerge el delincuente blandiendo el arma que le arrebató a uno de los uniformados.

Zabala, amenazando a los efectivos con el arma, se va, primero caminando y luego corriendo. Un solo policía lo sigue por la vereda de enfrente. El delincuente se da vuelta para mirarlo un par de veces y luego, cuando al uniformado estaba aún a varios metros de distancia, le dispara. Ese policía, Daniel Luján, 38 años, moriría horas después en el hospital.

DOLOR Y SORPRESA

Las imágenes generaron inmediatamente incontables comentarios en internet -en particular en EL DIA, donde se puede ver el video en su edición on line, www.eldia.com-, en twitter y otras redes sociales. La enorme mayoría expresó bronca, dolor, indignación y respeto por el policía caído. Pero señalaron también su "sorpresa" por el accionar de los efectivos.

Muchos se preguntaron por qué los policías se demoraron tanto en efectuar la aprehensión, por qué aceptaron que el hombre se "autorrequisara" en lugar de hacerlo ellos; y, sobre todo, cómo fue posible que, en un "mano a mano" con cuatro policías, el delincuente lograra arrebatarle el arma a uno; y por qué no desenfundaron sus pistolas cuando Zabala los amenazaba con el arma "robada".

DOS POSICIONES

A partir de esos señalamientos, muchos lectores opinaron que hubo "evidente falta de pericia y de profesionalidad para reducir a un hombre que estaba fuera de sí y desarmado". Otros hablaron de "incapacidad para llevar adelante un simple procedimiento" y mencionaron un "desconocimiento de las leyes que les permiten actuar" en esos casos.

Pero muchos otros dijeron estar convencidos de que los policías actuaron "temerosos de detener al delincuente y de aplicar la fuerza cuando éste se resistió", por miedo a que los acusen de excesos y les apliquen sanciones". Y cuestionaron durísimamente, en ese sentido, a autoridades políticas, magistrados, Asuntos Internos de la fuerza y, también en unos cuantos casos, "a quienes declaman los Derechos Humanos sólo para los delincuentes", según una definición reiterada en los comentarios.

Quienes expresaron esa postura, sostuvieron que "las normas y el poder político no defienden a los policías", quienes son sancionados "aún cuando actúen correctamente".

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