Cada platense generó durante 2011 más de 3 kilos de basura electrónica
| 11 de Diciembre de 2011 | 00:00
El televisor del living a la pieza de los chicos. El DVD a un amigo, el equipo de música a un rincón olvidado de la casa y el celular, a veces y contra todas las recomendaciones, a la bolsa de basura. No es fácil decidir el destino de los aparatos electrónicos que ya no tienen uso. Para las empresas es todavía peor: de repente renuevan todos teléfonos y deben hacer algo con los aparatos viejos. No es fácil. Le dicen e-scrap, que significa desecho electrónico, y es un problema enorme que recién en los últimos años comenzó a entenderse y poner sobre la mesa de discusión. Mientras todavía muchos se preguntan qué hay que hacer con las computadoras, los televisores y los celulares que ya no andan, la basura electrónica generada a nivel nacional, según los datos difundidos esta semana por Escrap, la Red de Operadores del Mercado de Residuos y Subproductos de la Argentina, ronda los 2,5 kilos por habitante cada año, lo que equivale a unas 100 mil toneladas en todo el país. Según ese informe, además, ciudades como La Plata generaron este año unos 3,5 kilos por persona.
MUNDO CHATARRA
También Japón posee desde hace casi diez años una fuerte regulación de responsabilidad extendida al productor. Su política alcanza a cinco tipos distintos de artefactos: heladeras, lavadoras, equipos de aire acondicionado, televisores y computadoras. Las nuevas normativas tanto en Europa como en Japón tienden también a prohibir el uso de ciertos componentes muy contaminantes en la industria electrónica.
"En el mundo desarrollado y varios países emergentes, la basura electrónica no puede ser desechada en basurales o rellenos sanitarios -sostiene Protomastro-. Mientras la electrónica está en los equipos, no hay riesgo para la salud ni el ambiente. El problema es cuando se tiran a los rellenos sanitarios, basurales clandestinos o quemas, y todos los componentes peligrosos se liberan y migran por el ambiente".
"Cada heladera, cada aire acondicionado, cada televisor o computadora que se desecha, conlleva diversas partes por millón de desechos peligrosos, que deben ser gestionados por empresas especializadas para ser reciclados y usados como insumos de nuevos procesos industriales", remarca el biólogo.
EL VALOR DEL RECICLAJE
Según los analistas, incluso, los volúmenes de chatarra tecnológica seguirán creciendo al ritmo del consumo y de las innovaciones. Muchos expertos señalan esto último como uno de los aspectos centrales de la problemática. Con la aparición de la TV digital, por ejemplo, se calcula que en los próximos tres años se generará el recambio total del parque de televisores en nuestra región. Pero si no existe una campaña de políticas estatales intensas que tiendan al reciclaje de todos esos televisores que ya no se usan, los artefactos pasarán a ser basura altamente peligrosa y capaz de contaminar las napas y el agua que consumimos.
De esta manera, resulta fundamental encontrar una solución para que estos residuos no terminen contaminando predios del CEAMSE o basurales municipales del país, ya que siempre que aparece cadmio, plomo, bromo y otros metales pesados, la mayoría proviene del e-scrap. Un ejemplo: un televisor o un monitor de computadora tiene hasta dos kilos de óxidos de plomo. Pero lo bueno, dicen quienes trabajan en el tema, es que la mayoría de los aparatos electrónicos contiene una cantidad de materiales que siempre se pueden reciclar.
EL MARCO LEGAL
El mes pasado, luego de varios pedidos de distintas ONGs, el Senado bonaerense convirtió en ley un proyecto que prohíbe tirar a la basura lámparas, pilas, celulares, computadoras y electrodomésticos en general, para intentar evitar así la acumulación de las casi 50 mil toneladas de chatarra electrónica que todos los años se descartan en nuestra provincia. La nueva legislación, además, contempla la creación de un registro provincial de gestores de basura electrónica y la puesta en marcha de centros de recepción de desechos.
Así las cosas, los expertos ponen especial énfasis en que aún resta una ley nacional que regule en forma unificada esta actividad y que promueva la disposición ordenada de la basura electrónica por parte de los usuarios finales, y su recolección y posterior procesamiento. Según Greenpeace Argentina, sin embargo, ya existe un proyecto de ley de presupuestos mínimos que tiene media sanción en el Senado. "El proyecto propone regular la gestión de los residuos para promover la reutilización y el reciclado de la basura electrónica", explican desde la asociación ecologista, donde se apunta además que, si bien se están haciendo cosas, a nivel nacional todavía existen trabas "porque, al no tener una ley que regule el tema en todo el territorio argentino, parte de esta basura se clasifica como residuo peligroso y eso complica su procesamiento".
Esta mirada es similar a la que se tiene en la Agencia de Protección Ambiental de Buenos Aires, donde sus autoridades apuntan que en la actualidad hay básicamente dos obstáculos que dificultan la gestión de la basura electrónica: la ausencia de una industria de reciclado con capacidad suficiente para abarcar la totalidad de chatarra electrónica que se genera y las prohibiciones jurisdiccionales de ingreso a territorios provinciales. Pese a eso, sin embargo, este año -y por cuarto año consecutivo- el proyecto que impulsan desde Greenpeace y que apoyan todos los expertos volvió a quedar descartado de la agenda parlamentaria.
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