Desarrollan en La Plata nueva tecnología para rehabilitación

Investigadores platenses crearon un equipo de electroestimulación que es controlado por los propios pacientes

Investigadores de La Plata desarrollaron un equipo de bajo costo, llamado "automioestimulador", para ser utilizado en la rehabilitación de pacientes que sufren de parálisis en alguno de sus miembros, ya sea en brazos o en piernas, que permite que el músculo paralizado sea estimulado por electrodos que se colocan sobre la piel y, a diferencia de otros equipos existentes, la estimulación eléctrica es controlada por el enfermo, a través de la contracción de un miembro sano.

Puede ser utilizado por personas que sufrieron una hemiplejía como consecuencia de un accidente cerebrovascular (ACV)

El automioestimulador fue producido en el Centro de Investigaciones Opticas (CIOp) de La Plata, un instituto que depende de la Comisión de Investigaciones de la Provincia de Buenos Aires (CIC) y del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET), y está especialmente indicado para ser usado por personas que, por ejemplo, sufrieron una hemiplejía como consecuencia de un accidente cerebrovascular (ACV).

SENSORES SOBRE LA PIEL

"Nuestro equipo -explicó la doctora Lía Zerbino, integrante del CIOp y profesional principal del CONICET- emplea una técnica de biorretroalimentación. Un sensor aplicado sobre la piel detecta el esfuerzo hecho voluntariamente por el paciente con un músculo del miembro sano y el aparato amplifica la señal eléctrica, que se descarga sobre el músculo paralizado a través de electrodos externos. Esto se repite durante el tiempo que la persona quiera y ella va dosificando el ejercicio. Este tipo de entrenamiento interactivo y gobernado por el paciente obtiene un mayor porcentaje de recuperación que la electroestimulación clásica".

El automioestimulador funciona con energía de baterías, por lo cual tiene menos restricciones de seguridad en su uso y es transportable. Puede detectar si no se colocaron correctamente los sensores en el miembro sano y en este caso aparece una señal de error en el panel de comando. Por otra parte, el usuario puede conocer la mayor o menor intensidad del esfuerzo que está realizando con el músculo sano o el minusválido, por medio de una señal luminosa en el panel, lo que produce una biorretroalimentación visual.

El equipo tiene también un modo de actuar llamado "de recompensa": si el paciente logra comenzar a mover el músculo paralizado, el equipo lo detecta y "lo ayuda" aumentando la señal eléctrica que produce, para que pueda completar el movimiento sin la intervención del miembro sano, lo que se denomina como efecto "agonista".

Los requerimientos para la utilización del automioestimulador, es que el paciente sea lúcido y pueda comprender las consignas que se le dan y responder a órdenes simples y complejas. Asimismo, no debe tener una contracción permanente de los músculos afectados, sino lograr una relajación adecuada para no interferir en el funcionamiento de los sensores, y también tener tolerancia al estímulo eléctrico y a la fatiga.

Fuente: Doctora Irene Maier (CIC)

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