Europa, muy complicada por la grave crisis de la deuda

LISBOA.- La situación financiera de Portugal empeoró ayer al aumentar el interés que debe pagar por sus bonos soberanos y bajar la bolsa de valores, luego de que su deuda fuera reducida a categoría de bonos basura, empeorando la crisis de la deuda soberana (déficit fiscales) que atenaza a Europa. Las esperanzas de Portugal de salir lentamente de su crisis de endeudamiento fueron aplastadas por la agencia de calificación de riesgos Moody's, que el martes redujo en cuatro niveles la calidad crediticia del país y pronosticó que seguramente necesitará un segundo plan de rescate, como Grecia. En este sentido, la titular del FMI, Christine Lagarde, anunció que el Consejo de la institución se reunirá mañana viernes para estudiar el nuevo paquete de ayuda a Grecia.

Portugal recibió a principios de año un crédito de contingencia de 78.000 millones de euros de la Unión Europea (UE) y el FMI al dispararse el interés de sus bonos soberanos a niveles insostenibles. Tras el empeoramiento de la crisis financiera portuguesa, España sufrió de inmediato las consecuencias y la bolsa de valores madrileña retrocedió al mismo tiempo que subían los intereses de los bonos soberanos. España, un país con una economía mucho mayor, se ha librado de correr la misma suerte que Grecia, Irlanda e Italia.

El nerviosismo se extendió hasta Italia, donde la bolsa retrocedió ante el temor de que las reducciones del gasto público sean insuficientes para reducir el volumen de la deuda soberana. La idea de que la crisis podría extenderse a otros países preocupa a los mercados. Un rescate financiero de España o Italia sería mucho más caro que todos los efectuados hasta ahora por la UE. "Crece el riesgo de que Italia quede afectada por el contagio y que los vigilantes del mercado de bonos dicten una aceleración de las medidas de ajuste", dijo el analista Alan Ruskin, del Deutsche Bank.

El primer ministro portugués Pedro Passos Coelho dijo que la reducción fue "como un puñetazo en el estómago". Como consecuencia del recorte de la calificación, la presión sobre la deuda portuguesa se desbocó ayer y elevó los intereses que penalizan las obligaciones lusas a diez años en el mercado secundario hasta el 13%, un nuevo máximo histórico desde la entrada en vigor del euro. El gobierno conservador luso, ganador de las elecciones del 5 de junio, en sus primeros días al frente del país presentó un programa que recoge y amplía los ajustes y reformas pactados con las instituciones internacionales a cambio del rescate.