Norah Jones emocionó en su paso por el Luna Park
| 11 de Diciembre de 2012 | 00:00

La cantante estadounidense Norah Jones volvió a llevarse la ovación y el amor de los argentinos en sus dos presentaciones en el estadio Luna Park de Buenos Aires.
Acompañada por un cuarteto de excelentes músicos, Jones salió a escena con puntualidad y su habitual timidez. Apenas saludó con una mano en alto, un estadio repleto la saludó con fervorosos aplausos y gritos, que ella devolvió con la interpretación de la primera canción del concierto, “Cold, Cold Heart”.
“Muchas gracias, gracias por venir. Y ahora haremos las canciones de mi nuevo disco”, sostuvo a artista en castellano -idioma en el cual se dirigió al público durante casi toda la noche- antes de comenzar a interpretar las canciones de “Little Broken Hearts”, la quinta placa de su carrera.
Con su hermosa voz y un sonido impecable que la destacaba, la cantante y compositora fue haciendo un tema detrás de otro, intercalando la ejecución del piano como el de guitarra, en su tercera y muy esperada visita al país.
Así se sucedieron temas nuevos con clásicos, mientras ella iba presentando en castellano a sus músicos. Algunos con nuevas versiones, como la de “Creepin’In”, que grabó originariamente con Dolly Parton, o la hermosa “Carnival Town”.
Con una puesta en escena sencilla pero efectiva, en la que colgaban grullas en origami de diferentes tamaños, unidas por hileras de luces e iluminadas por reflectores que les hacían cambiar de color según la canción, Norah fue la protagonista absoluta de una noche mágica.
Con su hermosa voz y un sonido impecable que la destacaba, la cantante y compositora fue intercalando la ejecución del piano como el de guitarra
De pronto, mientras Jones estaba tocando el piano, sus músicos (Josh Lattanzi, Pete Remm, Jason Abraham Roberts y Greg Wieczorek) la dejaron a solas con el público, que con un silencio reverente escuchó hasta la última nota de “The Nearness of You” y estalló en gritos que dieron paso al silencio total cuando Jones interpretó su gran hit “Don’t Know Why”, con el cual se hizo conocida en la Argentina y en el mundo.
Con el regreso de su banda, la pianista comentó sentirse “muy feliz de estar de nuevo en Buenos Aires por dos noches” y preguntó pícara si alguno de los presentes la vería también al día siguiente en el Luna.
Luego comentó: “Soy de Texas y ésta una canción de Texas”, antes de hacer “Lonestar”. Pasada casi una hora y media de concierto, de un tema detrás de otro, Jones se unió a sus músicos para un saludo grupal en el centro del escenario, y se fue, tan tranquila como entró.
Ovación mediante, volvieron a salir los cinco músicos para hacer en formato acústico -acordeón a piano, guitarra, redoblante y bajo-, como si se tratara de un baile de antaño en Texas, tres canciones más en un estilo totalmente distante al que había interpretado durante todo el concierto.
Así, cerraron la lista de temas del show con “Come Away With Me”, el tema que dio título a su primer y exitoso disco.
Y Nora Jones se despidió, solita sobre el escenario, levantando la mano. Le había dejado a un público de todas las edades que la seguía ovacionando, un grupo de buenas canciones, excelentemente interpretadas, sin cambios de ropa ni espectacularidad pero con la simpleza de la buena música.
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