Doce alumnos ya pueblan la "escuela" de los sin techo

Hace un mes se le acercó a Nancy Maldonado mientras que ella tomaba un café en un bar del centro. Le pidió una limosna. La presidenta de "Sumando Voluntades" lo miró, y aunque se encuentra todo el tiempo con gente en situación de calle le llamó la atención ese gigante de un metro noventa que se presentaba descalzo porque su talle 49 apenas se consigue en las zapaterías y mucho menos es posible que alguien lo done. Pedro aceptó el desafío de Nancy de iniciar el camino de la reinserción social y, huésped del parador de la entidad, mientras busca trabajo intenta terminar la escuela primaria.

No sin esfuerzo porque llegó a cursar hasta 5º grado, ("hace mucho tiempo" y según dice desde sus 30 años, no se acuerda "de nada"), repasa las tablas de multiplicar y ensaya sintaxis con complejas oraciones. Es uno de los doce alumnos que hasta hace poco se encontraban en la calle, alejados del núcleo familiar, sin recursos para pagar un alquiler y durmiendo sobre cartones a la intemperie y que ahora comparten el techo y las clases de matemática y lengua que dicta Ayelén Brras Cruz, una de las alfabetizadoras del curso de terminalidad primaria que encara "Sumando Voluntades".

El dormicentro de 6 entre 38 y 39 funciona desde hace un poco más de un año. Se inauguró después de que la ONG detectara con su cruzada nocturna de proporcionar alimento y abrigo a quienes viven en la calle que había mucha gente que no tenía un hogar adonde ir. Con cuatro dormitorios, hoy alberga a 25 personas, y la mitad, además de alojarse mientras consigue la estabilidad emocional y económica necesarias para procurarse un lugar propio, estudia en el curso de seis meses de duración que, con un programa de la dirección de Cultura y Educación bonaerense, le permitirá obtener un título primario.

Como parte del estricto reglamento que deben cumplir quienes se alojan en la institución cada ingreso -a las 18- y cada egreso -a las 9- debe quedar registrado en el libro de entradas y salidas. "Ahí me di cuenta de que muchos no sólo no sabían escribir sino que hasta tenían dificultades para firmar -cuenta Maldonado-. Ese fue, de alguna manera, el origen del proyecto. Para que salgan adelante y puedan insertarse en el sistema el apoyo educativo es fundamental".

"Cuando vine pensé que me permitían darme un baño y nada más, que tenía que volver otra vez a la calle; pero no, me ofrecieron quedarme hasta que pudiera acomodarme, y encima me dan la oportunidad de estudiar", comenta Pedro en un breve "recreo" al que lo autorizaron para contar su historia. "Soy de Monte Grande; tuve muchos problemas familiares cuando era chico, por eso no terminé la escuela, pero ahora tengo objetivos", subraya y agrega que "quiero asentarme definitivamente, por eso estoy buscando trabajo". En su corta experiencia laboral, según enumera, fue ayudante de cocina, albañil y pintor.

A CLASES LOS DOMINGOS

Otra vida, pero una vivencia igual de dolorosa, relata Claudio (49). En él todo marchaba más o menos bien hasta que se separó de su esposa. "Tuve que dejarles la casa a mi mujer y mi hijo, pero se profundizaron mis problemas de adicción. Me quedé solo y en la calle y no le encontraba mucho sentido al hecho de rearmarme", recuerda. Más avanzado en formación que Pedro, alcanzó a concluir la primaria y tiene el ciclo básico del colegio industrial cumplido. "Es un caso muy especial", lo define Maldonado. Y es que Claudio quiere progresar para tener el título secundario, entonces toma sus clases los domingos, concurre al tratamiento contra la drogadependencia que brinda el hospital de día "Reencuentro" y busca trabajo, también, de pintor de viviendas.

En la ONG se aspira a dar un paso más para la inclusión social de la gente que decidió dejar la calle y atraviesa la transición de dormir y alimentarse en el parador hasta poder forjarse un futuro. La cafetería del Hospital San Martín será explotada en pocos meses por la entidad, lo que le brindará una salida laboral a los huéspedes del dormicentro. "Pedro y Claudio están entre los principales candidatos a participar del proyecto", adelanta la presidenta de "Sumando Voluntades".