Amores, enredos y lobos feroces

Por ALEJANDRO CASTAÑEDA

EXTRAÑOS EN LA NOCHE, de Alejandro Montiel.- La comedia romántica, con sonrisas y suspenso, es uno de los géneros preferidos de Woody Allen. Y "Extraños en la noche" transita esos caminos con regular suerte. Es amable, pero muy leve; lo romántico no desentona, aunque las situaciones son forzadas; los diálogos no son graciosos y el subtema policial es apenas un complemento para estirar una historia que se queda sin tema y no encuentra ni personajes ni situaciones donde apoyarse. Es una pareja que se dedica a la música: Martín toca el piano y Sol canta. Discuten un poco porque él sueña con ser un autor en serio y ella está más para la cosa comercial. Y aparece un embarazo, celos, tironeos. El filme no tiene el encanto que el género exige y el elenco hace lo que puede: Julieta Zylberberg luce muy bien y Diego Torres no parece cómodo en la piel de un personaje que no aprovecha su simpatía. Pero no todo es decepcionante: la puesta en escena es elegante, la música está bien puesta y el Buenos Aires que nos muestra, impacta. Algo es algo. (** ½).

OTRA LIVIANA COMEDIA

LAS MUJERES DEL 6° PISO, de Philippe Le Guay.- Sorprende que esta película haya tenido tanto éxito en Francia. Porque es tan candorosa, tan antigua, tan estereotipada, que uno tiene la sensación de estar viendo una tonta comedia rosa del cine nacional de allá lejos y hace tiempo. La historia es simple y forzada: estamos en los años 50, en París, un burgués vive en la planta baja de un edificio, y en el 6° piso se apiñan como pueden seis mujeres españolas que llegaron escapándole a Franco y que trabajan como domésticas en hogares parisinos. El libro es maniqueo, lleno de lugares comunes. El burgués bien pensante aprenderá de ellas la frescura, la espontaneidad, la solidaridad y el amor. Porque este buen señor, embalado por el salero que llega desde el 6° piso, un día deja a su esposa, abandona el trabajo, se muda con las extranjeras y hasta se enamora de una de ellas, linda, esbelta, buenísima y ubicada. Livianísima comedia, que va de lo romántico a lo costumbrista y que, de paso, nos ofrece unas francesas insensibles y tilingas y unas españolas cálidas y vulgares. (** REGULAR).

RESISTIR HASTA EL FINAL

LIDER, de Joe Carnahan.- En estos días, cualquier filme de acción que muestra un horizonte de aniquilación puede ser entendido como una alegoría de la crisis que golpea. Aquí hay ocho trabajadores que sobreviven a un accidente de avión y son atacados por lobos feroces. Y más de uno quizá quiere ver en esta odisea algunos fantasmas: falta de trabajo, exclusión, violencia y un poder invisible que al final quedará con todo. Lo cierto es que es un típico filme de supervivencia. Los tipos quedan lastimados y a merced de un frío implacable. Nieve, viento. Encima, los acechan una veintena de lobos hambrientos que parecen personificar viejos terrores y recuerdos. El final, casi una afirmación del espíritu de lucha, aspira a ir más allá. El líder, solo y desesperanzado, cansado del silencio del cielo, decide lanzarse a una lucha que está perdida de antemano pero que él acaso imagina como parte de su destino. Para los amantes al género, es un plato bien servido. Porque Joe Carnahan sabe lo que hace: la acción no decae, el elenco es impecable, el clima se sostiene. Los tipos luchan, pero los lobos nunca dejan de morder. (** ½)

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