Alumnos platenses llevan su arte a islas del Delta

Con la idea de llevar su arte a escuelas isleñas, alumnos de la cátedra de Muralismo y Arte Público Monumental de la facultad de Bellas Artes de la UNLP realizaron un viaje de campaña a una isla del Delta de San Fernando para, al cabo de dos días de trabajo y de intercambio con los estudiantes y docentes de un colegio insular, plasmar en el frente de la Escuela de Isla "Alférez José María Sobral" un imponente mural de cuarenta metros cuadrados.

Para muchos se trata de la manifestación del arte público por excelencia. Tiene sus raíces en Latinoamérica y, desde hace unos años, en nuestro país comenzó lentamente a tomar vuelo. Pero es en nuestra ciudad donde alcanzó un estatus sin parangón: en la Universidad local, de hecho, se dicta la única carrera de Muralismo del subcontinente. Es una licenciatura de 5 años, cuyos alumnos y profesores ya han comenzado a invadir paredes y paredones de escuelas, hospitales, calles, plazas y barrios. Y ahora, tras pasar las fronteras de la Ciudad, también islas.

"Fue una experiencia extraordinaria", detalló Cristina Terzaghi, titular de la cátedra y una de las protagonistas de este viaje de campaña organizado por unos veinte alumnos y profesores de Bellas Artes. Además de los estudiantes, el resto del equipo estuvo integrado, entre otros, por Ricardo Carpani, Laura Melgar, Juana José García, Manuel Barbelli, Verónica Galli, Martín Figueroa, Lucía Quenard, Maite Larumbe y Fernando Arrizurieta.

Así las cosas, la cátedra de Construcción de la Ciudadanía, a cargo de la profesora Victoria Farina, trabajó en clase la propuesta de integrar a los alumnos a la construcción de un mural participativo y colectivo donde el trabajo no fuera sólo un hecho artístico sino también un trabajo que reflejara la identidad isleña de ese colegio.

LA PROPUESTA

Según los hacedores de esta iniciativa, la propuesta surgió de parte de una profesora del colegio isleño, quien convocó a los alumnos de Bellas Artes y, a partir de ahí, a los distintos equipos que fueron evaluando la manera de encarar el trabajo.

"Se inició el contacto con la profesora de Construcción de la Ciudadanía -detalló Terzhagui-, y ahí la cátedra visitó la isla para evaluar la factibilidad de realización. El mural se realizó en una escuela que está a tres horas de lancha desde el embarcadero de Tigre. Es una escuela técnica de orientación industrial. Luego de `estudiar el terreno', la cátedra propuso a los alumnos de 2do y 3er nivel de la carrera para que lleven adelante el trabajo".

Por las características del lugar y de la tarea a realizar, según se explicó, no se podía regresar al continente y el grupo a cargo del mural debió dormir en la escuela de la isla. "Fue toda una movida que requirió mucha organización -apuntaron los responsables del trabajo-. El tema de los materiales para la realización del mural, por ejemplo, fue crítico por el traslado y la técnica a utilizar para que sea un trabajo duradero. Todo eso hizo que se tuviera que programar una avanzada de algunos integrantes de la cátedra para coordinar el trabajo con los albañiles en la isla".