Los triperos fueron protagonistas
| 2 de Mayo de 2012 | 00:00
CORRIENTES (Enviados especiales).- Sin dudas que las distancias se digieren de diferente manera según un resultado. La ida siempre es alegre, feliz por la ilusión de estar viajando para apoyar al equipo y gritar por los colores que se sienten. Estos viajes realmente suelen ser pesados, porque las distancias son largas, a veces la plata no alcanza, y hay que organizar todo para ausentarse por lo menos tres días. En micro, en auto o en combi la mayoría, unos pocos tienen la chance en avión, pero todos unidos por el amor a la camiseta azul y blanca.
La gente se las ingenió para llegar con tiempo, pasar por el hotel "La Rozada" donde el plantel estaba concentrado y el lunes por la mañana compartir un rato con los jugadores. Hubo muchas fotos, autógrafos y aliento para los futbolistas.
De a poco fueron ingresando, se encontraron con la llegada de los micros de ambos planteles, hubo aplausos y buen recibimiento para los jugadores del Lobo, y también muchos pararon al Gato Sessa y al Indio Ortiz cuando arribó la delegación correntina.
DE LA ALEGRIA A LA DESAZON
Realmente resultó importante la movilización albiazul, la cual se organizó desde diferentes filiales y agrupaciones que sacaron micros, además de autos particulares.
Pero para bronca de la gente, el equipo terminó perdiendo y la ilusión de poder llegar a un ascenso parece alejarse. Por eso el viaje de regreso pareció más largo y masticando esa bronca por la chance perdida, aunque seguramente el lunes estarán alentando una vez más a su querido Lobo, como siempre.
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