Jugó su peor partido y Midland no lo perdonó

Cambaceres recibió flor de cachetazo y en la revancha deberá hacer tres goles para poder seguir en carrera

Nadie lo podía creer. Cambaceres mostró su peor cara y fue vapuleado por Midland, que se impuso claramente por 4-1, en la localidad bonaerense de Libertad, en el encuentro de ida, disputado ayer, en el marco de los cuartos de final del torneo Reducido de Primera C.

Con este durísimo traspié, el Rojo no sólo quedó tres goles abajo, de cara a la revancha, sino que además, resignó un fantástico invicto de 15 partidos, que lo había llevado a culminar la fase regular de la competencia en la tercera colocación.

Ahora, para el choque de vuelta, que se disputará el próximo domingo a partir de las 15 (aún no está definido el escenario, pero podría ser Gimnasia o Talleres de Remedios de Escalada), Cambaceres necesita ganar por una diferencia de tres goles para seguir en carrera, ya que cuenta con ventaja deportiva.

Todo lo bueno que había hecho el equipo en las últimas quince fechas, lo dilapidó en noventa minutos. Midland, con un trabajo casi perfecto, le propinó una paliza tremenda, que lo dejó al borde del nocaut.

Camba arrancó dormido, impreciso, cosa que no había ocurrido en los últimos compromisos. Y el local, de la mano de Facundo Besada (ex entrenador de Villa San Carlos), ya estaba en ventaja desde los 3 minutos, con una definición exquisita de la gran figura de la tarde, Diego Figueroa. El propio Figueroa se encargó de aumentar el resultado a los 14.

Cambaceres sintió los efectos de los goles tempraneros. No pudo reponerse. Insinuó alguna reacción, pero jamás le encontró la vuelta a un partido que lo perdió por los errores defensivos y también, por las virtudes de Midland, que sin dudas, jugó su mejor encuentro del campeonato.

El descuento de Sergio Valenti, a los 22, encendió una pequeña luz de esperanza, pero nada de eso sucedió. Midland estuvo más cerca de marcar el tercero que Camba del descuento, antes de bajarse la persiana del primer capítulo.

DEMOLEDOR

En el complemento, los de Libertad siguieron manejando el partido a voluntad, a partir del criterioso trabajo de los volantes, de la peligrosidad permanente de Cérica, y de un Diego Figueroa letal, imparable, que terminó siendo una verdadera pesadilla para todo Camba.

Cristian Aldirico movió rápido el banco, en busca de darle equilibrio al equipo, pero no encontró respuestas. Midland lo arrinconó con inteligencia, lo puso contra las cuerdas.

A los 21, nuevamente Diego Figueroa, con una espectacular tijera, tras un grosero error de Arébalo, puso el 3-1. Y a los 26, cuando Camba se había jugado al ataque, Villalba marcó la cuarta conquista.

De allí hasta el final, Cambaceres buscó por todos los medios alcanzar un nuevo descuento, pero el local le cerró todos los caminos. Cada ataque de Midland fue una puñalada para un Cambaceres desconocido, que en noventa minutos dilapidó todo lo bueno que había hecho en los últimos 15 partidos.

Ahora se viene la revancha. Está tres goles abajo, y sin embargo, sabe que en el fútbol todo es posible. Necesita tener una tarde inspirada como la que tuvo Midland ayer.

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