Goles para creer
Edición Impresa | 27 de Enero de 2013 | 00:00
COMENTARIO
Por WALTER EPISCOPO
No estuvieron en cancha Franco Niell y el uruguayo Héctor Acuña, los refuerzos para el equipo que este semestre irá por el ascenso a Primera, quienes no fueron habilitados, y tampoco pudo jugar Franco Mussis, lesionado en el segundo ensayo de la pretemporada, contra Villa Dálmine, pero con la frescura que le aportó el juvenil Maximiliano Meza, más la dinámica de Ignacio Fernández y la profundidad de Facundo Pereyra, exhibió una recuperación futbolística con respecto al equipo que cerró el año pasado en un mar de dudas.
Tanto Pedro Troglio , el técnico de los albiazules, como Darío Tempesta , el encargado de la conducción del conjunto de Douglas Haig , habían declarado en la previa, que este debut de ayer no les quitaba el sueño, porque para los dos el gran objetivo está en el torneo oficial de la categoría: ganar el ascenso es lo que quieren los Triperos, zafar del descenso la ilusión de los pergaminenses. Pero más allá de esto, cuando el árbitro ordenó el comienzo del juego, todos corrieron, metieron y jugaron. Un partido en serio.
La velocidad con la que manejó la pelota de mitad de cancha en adelante fue lo que marcó la primera diferencia a favor de Gimnasia. Rápidos los volantes que se movieron por afuera y decididos a no quedar como puntos fijos de referencias los jugadores más adelantados. Esto le complicó el panorama a la escuadra visitante, que más allá del buen arranque de Augusto Alvarez, terminó pagando en defensa.
Si algo le faltaba a Douglas Haig en el segundo tiempo era quedarse con uno menos de entrada , y le pasó porque a los 4 minutos Martín Blanco le dio un golpe a Osvaldo Barsottini y Alejandro Castro le mostró la tarjeta roja. Con uno menos, el Fogonero quedó más lejos del empate.
El partido no tuvo el mismo ritmo de la etapa anterior, Gimnasia perdió buena parte de la aceleración que había mostrado en los primeros 45 minutos, pero la primera situación de alto riesgo se produjo contra el arco de Alvarez, cuando Matías García buscó en profundidad para Licht, quien en vez de resolver por su mismo buscó la entrada de algún compañero por el medio que en definitiva no se produjo.
Apuró el Lobo, y no paró hasta el 3 a 0 , porque Ignacio Fernández cerró un contragolpe de manual a los 22 minutos y Matías García , a los 32 , clavó un zurdazo en el ángulo superior izquierdo del arquero.
Cuando Douglas jugaba con uno menos por la expulsión de Martín Blanco, David Achucarro metió un patadón en el borde del área y el árbitro le perdonó la vida porque estaba amonestado
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