Bailar tango, un recurso efectivo para tratar problemas de columna

Hasta un 30% de los pacientes tratados con este método logra corregir malas posturas y otras complicaciones

LA TANGOTERAPIA UTILIZA LOS PASOS DE ESTE BAILE PARA ENSEÑARLE A LOS PACIENTES UN NUEVO PATRÓN POSTURAL A FIN DE QUE LO TRASLADEN LUEGO A SU VIDA COTIDIANA.

Desde las melodías tradicionales hasta las más recientes, el tango trasciende la expresión artística para formar parte de una terapia con claros beneficios para la salud. Un estudio difundido por el Colegio de Kinesiólogos de la Provincia de Buenos Aires sostiene que practicar este baile con la supervisión de profesionales del área constituye una alternativa eficaz para la corrección de malas posturas crónicas de la columna vertebral y aliviar tanto dolores de espalda como fatiga y dificultad para respirar.

De acuerdo con una experiencia de campo realizada en un centro asistencial público bonaerense, entre el 15 y el 30% de los pacientes tratados por medio de una terapia de rehabilitación que se basa en el tango logró modificar el problema crónico de columna vertebral que lo llevó en su momento a la consulta.

En la mayoría de los casos, las personas que participaron de la experiencia habían sido diagnosticadas con una reducción de la curvatura de la columna en 45º o más que se conoce como hipercifosis torácica

La práctica del tango con supervisión profesional constituye una alternativa eficaz para corregir malas posturas crónicas de la columna vertebral y aliviar tanto dolores de espalda como fatiga y dificultad para respirar

A cargo de un kinesiólogo especializado en la problemática y un profesor del tango, el programa “Tangoterapia Postural” consistió en hacerles desarrollar a esos pacientes una serie de ejercicios personalizados por medio del tango durante diez sesiones de 90 minutos cada una, a fin de reeducar sus posturas con un enfoque integral.

Al finalizar este peculiar tratamiento kinésico -señala un informe del Colegio- se volvió a evaluar a los pacientes y se observó que algunos de ellos no sólo evidenciaban mejoras en la curvatura de su columna sino además una disminución de los dolores, los mareos, las cefaleas, la fatiga muscular, los trastornos del equilibrio y la falta de fuerza en miembros inferiores, entre otros problemas.

“La Tangoterapia incorpora el arte a la rehabilitación y de esa manera no sólo se disfruta de la música sino que además, en los pasos del tango, se adquiere un nuevo patrón postural que permite trasladar esos cambios a la vida diaria” explica la licenciada Sonia Valentina Tomazín, autora de la experiencia que se llevó a cabo en el Hospital San Juan de Dios de Ramos Mejía, La Matanza.

Y es que esta terapia busca también que los pacientes asimilen, a través de la repetición de movimientos, mejores procesos cognitivos tales como la atención y la percepción con un trabajo de coordinación, flexibilidad y fluidez del movimiento.

“Junto con la danza se incluyen ejercicios de elongación y estabilización de la columna vertebral. Y a partir de los pasos de tango se reeducan situaciones de la vida diaria como la marcha, los giros, los cambios de frente y otros movimientos inesperados a fin de entrenar de esta manera la adaptación de la postura ante las distintas alteraciones del centro de gravedad”, explica la licenciada Tomazín.

“Pero además es posible mejorar la simetría y equilibrio corporal”, agrega la autora del trabajo que resultó ganador del Premio “Cecilia Grierson” otorgado por el Colegio de Kinesiólogos de la Provincia de Buenos Aires.

MEJORA EL EQUILIBRO

Desde el Colegio de Kinesiólogos aseguran que la Tangoterapia también produjo mejoras en el equilibrio, hecho “marcadamente notorio en personas con alteración moderada del equilibrio, síndrome de Parkinson, secuelas de accidentes cerebro vasculares, y cirugías de cadera y rodilla, que habían comenzado el tratamiento utilizando andadores o bastones para caminar”.

“Se observó una mejora significativa en el equilibrio y un aumento de la velocidad de la marcha, comparándolos con aquellos que realizaron tratamiento kinésico tradicional. Después de diez sesiones, los pacientes lograron afianzar la marcha y abandonar, en muchos casos, los apoyos externos”, asegura el informe de la entidad profesional.

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