El Rojo también gana en la Copa Argentina
| 15 de Noviembre de 2013 | 00:00
COMENTARIO
Por WALTER EPISCOPO
El volante Juan Ignacio Vinaccia, con una volea desde 35 metros cuando el reloj marcaba 12 minutos del complemento, le dio el pasaporte a la siguiente instancia al equipo de Ricardo Kuzemka, que igualmente terminó la tarde preocupado. ¿El motivo? Su goleador, Matías Castro, apenas si pudo jugar poco más de 20 minutos en el complemento y se retiró lesionado. Así, prendió la luz de alerta de cara al cotejo del lunes en Rosario con Central Córdoba.
DE MENOR A MAYOR
La calurosa tarde arrancó complicada. Es que la visita salió con todo y sorprendió al equipo local, al que le costó jugar con la pelota al piso. Si bien esa primera etapa fue aburrida, el Rojo tuvo las mejores chances y el arquero Arias Navarro fue un espectador de lujo.
A los 25 minutos, Casanova casi abre el marcador con un preciso tiro libre que se fue muy cerca. A los 40’, tras una muy buena jugada de Badell por izquierda, el centro llegó al área visitante pero Iorlano no llegó por poco; y en el último minuto Cachete Casanova le pegó “mordida” desde la puerta del área, pero el arquero controló.
En el complemento pareció salir más decidido, el calor no fue tan intenso, y el Rojo demostró la diferencia física ante su rival. Al minuto Badell sacó un bombazo que el arquero sacó al córner. La presión del local era intensa y el gol se veía venir.
El ingreso del goleador Castro le dio más dinámica al ataque y el gol empezó a rondar el arco visitante. Y a los 12 minutos, tras un pelotazo al área de Centro Español, el arquero Pablo González rechazó mal ante la presión de Badell, y la pelota le cayó al volante Juan Ignacio Badell, que sin dudar le pegó un derechazo espectacular que se clavó cerca del ángulo izquierdo del golero que no pudo hacer nada, sino solo mirar como el balón ingresaba.
Fue el mejor momento de Camba, Vinaccia mostraba un gran despliegue, y al minuto se lo perdió Castro. Y después tuvo dos Casanova.
El Rojo trabajó el partido, salió el goleador Castro lesionado (dejó muy preocupado a todos), pero las chances de aumentar se sucedían. La visita se chocó una y otra vez con una segura defensa y un mediocampo muy combativo.
Así llegó el final, un festejo mesurado en mitad de cancha, con la tranquilidad de haber cumplido y de haberle regalado un triunfo más a su gente.
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