HIPERBREVES (Entrega #7)

1.     El vómito se sintió tan descompuesto que terminó arrojando al tipo en la cuneta.

2.     Envió al concurso varios minicuentos acerca de los intestinos. El Jurado confesó que había que tener estómago para leerlos.

3.     Debajo de las sábanas soy otro. Soy temible cuando me dedico a los agujeros. Es que, si no lo hago, no puedo ver ni respirar, como cualquier otro fantasma.

4.     Su mujer le pidió que observara la suba de los precios del café y de las medialunas. El silencio se apoderó de la escena y él reconoció que debía desayunarse.

5.     Conocí una pareja compuesta por una guitarra y un bandoneón. Antes de irse a dormir juntos, se juntaban en un boliche y acababan en una milonga.

6.     Hoy la Vía Láctea es pasteurizada, enriquecida con omega3, extracálcica y descremada. Me da pena por los astronautas; introducirse en semejante inmundicia.

7.     Su sombra lo seguía a todos lados, salvo cuando cruzaba la calle con luz roja. El daltónico era él y no ella.

8.     Cuando el ómnibus se partió al centro quedaron dos medios de transporte.

9.     Tengo amigos de la “colectividad” que me explicaban que ellos leen los libros inversamente. Me parece aburrido tener un montón de libros que se titulen NIF.

10.                      Ella anduvo por todo su cuerpo, De pies a cabeza. De derecha a izquierda. Por encima y por debajo de las sábanas. Hay pulgas que te enloquecen.

11.                      Tocaba el piano como los Dioses. Las melodías surgían buscando un horizonte de pentagramas. Y el Universo se preguntaba si no podría ensayar a otra hora.

12.                      En su flauta, Mozart se oye por todos los barrios. Si no se le rompe la amoladora de la bicicleta, para el recital del sábado estará más afilado que nunca.

13.                      Todos dicen "pasé por el quirófano", pero nadie cuenta que durmió ahí.

14.                      Era una vertiente inagotable para escribir minicuentos eróticos. A veces los producía en cascada, pero otras veces se mojaba toda.

15.                      Al lado del cajón recordé todo lo que hemos hecho. Parece mentira. Ella estaba allí y yo pensaba si no se cansará de acomodar las naranjas que voy cosechando.

16.                      Traiga su perro a mi consultorio. Pero si tiene miedo lo mejor será que se quede en casa. No me gustan los perros que lloran cuando yo reviso a sus dueños.

17.                      Cayó pegamento sobre el teclado y al escribir sus dedos resultaron adheridos a las teclas. Así y todo escribió una pila de minicuentos. Pero son iguales.

18.                      El día que mi sombra pueda aplaudir y yo no pueda hacerlo será porque las maderas del cajón me lo impidan.

19.                      Tuve ocasión de conocer una pareja compuesta por una guitarra y un bandoneón. Antes de irse a dormir juntos, se reunían en un boliche y acababan en una milonga.

20.                      Cuando nos fuimos de luna de miel cada uno de nosotros llevó su almohada de soltero. No quisimos que en nuestra ausencia alguien manipulara nuestros sueños.

21.                      Tuvo gran éxito con un rebaño de cebras. Las convenció que para reproducirse rápidamente bastaban unas pocas pinceladas de pintura blanca sobre sus sombras.

22.                      El ómnibus era un mundo de gente. Y tal vez porque le gustaba sentir que tenía un mundo por delante iba y se sentaba en el último asiento.

23.                      Al hallar la momia del Faraón se comprobó la falsedad de las versiones que las enfermeras del Hospital de El Cairo se llevaban vendas al salir del laburo.

24.                      Un centenar de caracteres se escapó de mi PC intentando ser un minicuento para concurso. Debo agradecerle al jurado que me los haya devuelto al teclado.

25.                      El minero era un topo debajo de la roca o dentro de ella. Nunca se supo quién era más duro, si la piedra o él. Nadie pudo levantar su féretro.