Vecina récord festejó los 107

Rodeada por sus afectos, Haydée Solari cumplió ayer sus 107 años y señaló con un tono suave: “Quiero apagar las velitas para comer torta”.

Es que según contaron sus allegados, pese a su figura diminuta, Haydée es de buen comer, le gustan tanto las cosas dulces como las saladas. Entre sus platos preferidos está el lechón asado y tiene pasión por los chocolates.

La coqueta cumpleañera nació el 2 de diciembre de 1906 en Poblet, fue la menor de once hermanos. A los 17 años se casó con Santiago Mazzolatti, un vecino de 62 y 30, barrio en el que vive y que por entonces era un inmenso descampado agreste en el que prevalecían las quintas de italianos y los bañados.

Haydée fue ama de casa, costurera y una gran cocinera. Según dice, tuvo una vida feliz, aunque también atravesó pérdidas dolorosas, como la de cinco de sus siete hijos.

De todas maneras, la vida la alegró con los nacimientos de 17 nietos, 39 bisnietos y 30 tataranietos.

A sus afectos se sumó en los últimos años Norma Carrizo, la persona que la cuida y a la que ella quiere como a una hija.

Entre sus recuerdos más lindos está su paso por el Club de los Abuelos, en 60 entre 20 y 21. En ese lugar despuntaba su placer por la música ciudadana y el baile. En alguna oportunidad hasta fue elegida princesa y coronada reina a los 80.

En esa institución, tras enviudar en 1986, conoció a su segundo esposo: el peluquero de la entidad, Miguel Escamuchero, ya fallecido, quien fue su compañero durante varios años.

Ni el fuerte vendaval que se abatió ayer por la tarde pudieron mitigar su entusiasmo por los festejos. “Desde que se levantó, está muy contenta, aunque tiene días en los que habla más y otros en los que está más apagada”, contó Norma Carrizo.

Vida ordenada y tranquila

El día de Haydée comienza a eso de las 10 de la mañana, toma un café con leche, luego almuerza, duerme la siesta, merienda y cena temprano.

La longeva lleva una vida ordenada y tranquila, solo toma una pastilla para el corazón y un analgésico.

“Por suerte está muy bien, mantiene siempre su buen carácter y le encanta que la visitemos”, dijo una de las vecinas que ayer participó de la celebración.