Brasil: Olinda, destino imperdible

Olinda es la ciudad más oriental de Brasil y la tercera en importancia del Estado de Pernambuco. Pese a que en 1982 fue declarada por la Unesco como patrimonio histórico y cultural de la humanidad y “primera capital brasileña de la cultura”, por sus iglesias y antiguos caserones, esta ciudad de amplias playas y aguas cálidas, una gran riqueza cultural y con uno de los mejores carnavales del vecino país, no figura entre los principales destinos turísticos brasileros. Pero por esas mismas causas, constituye un destino apto para presupuestos no muy holgados y turistas ávidos de descubrir lugares poco conocidos y que combinan varios atractivos.

Las playas de Olinda son espectaculares y la temperatura del mar es sumamente agradable aún en invierno.

La ciudad fue fundada en 1535 por los portugueses y La ciudad posee uno de los acervos histórico-culturales más grande del país, con casas, iglesias y museos que dan cuenta de la historia de Pernambuco. Entre algunos de sus edificios más icónicos se destaca el Convento de San Francisco, edificado en el siglo XVI y que agrupa un conjunto de establecimientos religiosos: la Iglesia de Nossa Senhora das Neves, la Capela de São Roque. El centro histórico, que aloja veinte bellísimas iglesias y se encuentra adornado por caserones antiguos, es el eje de la magia de la ciudad.

También se destacan las danzas típicas de la región, como el frevo y el maracatu. El carnaval de Olinda atrae cerca de 200.000 visitantes por día durante el período del evento. Estos festejos reúnen desfiles de varios bloques y centenares de muñecos gigantes, orquestas de frevo, maracatús y troças, que mantienen vivas las raíces de Brasil. Los visitantes de esta enigmática ciudad no pueden dejar de disfrutar de su gastronomía, que tiene como base productos naturales de la región, como raíces, peces, frutos de mar y frutas tropicales.

Se promocionan paquetes turísticos de una semana de estadía con aéreo y media pensión desde 9.500 pesos por persona en base doble.