La izquierda repudia acusaciones de Cristina por incidentes del 24-M

El líder del PO, Jorge Altamira, cuestionó la "expresión fascista de oponer la bandera roja a la bandera argentina", mientras que el dirigente del PTS Christian Castillo denunció que las duras aseveraciones de la Presidenta buscan "cubrir a la patota K"

El líder del Partido Obrero (PO), Jorge Altamira, renovó hoy sus cuestionamientos a la presidenta Cristina Fernández de Kirchner por los incidentes ocurridos en Plaza de Mayo durante la conmemoración del 37º aniversario del golpe de Estado de 1976, y consideró que "lo más grave de los dichos de la Presidenta" fue la "expresión fascista de oponer la bandera roja a la bandera argentina".

Por su parte, el dirigente del Partido de los Trabajadores Socialistas (PTS) Christian Castillo afirmó que las duras aseveraciones de la mandataria "contra la izquierda" buscan "cubrir a la patota K", que según denunció quiso "impedir el ingreso a la Plaza" a ese sector durante los actos organizados para el 24 de marzo.

"Lo más grave de los dichos de la Presidenta no son los garrotes ni los palos sino esta expresión fascista de oponer la bandera roja a la bandera argentina, todos sabemos que la bandera roja es la expresión de la unión internacional de la clase obrera que todos los socialistas defendemos", sostuvo Altamira.

Al respecto, dijo que "los fascistas han hecho de este espíritu de fraternidad universal un motivo de chauvinismo procurando justificar la violencia y que la Presidenta utilice esta expresión es preocupante".

"¿Se olvida la Presidenta que estuve una semana pidiendo una reunión con Abal Medina para que se nos fuera facilitado el ingreso a la Plaza de Mayo el 24 de marzo? La Cámpora estaba obstruyendo todos los accesos, y Abal Medina nos negó la entrevista. Muchas organizaciones querían pedir el ingreso, después en la Plaza no hubo casi ningún tipo de violencia", comentó sobre lo sucedido el pasado domingo.

En tanto, Castillo aseguró que "las declaraciones de la Presidenta son completamente falsas y terminan cubriendo a la patota K que quiso impedir el ingreso a la Plaza" por parte de las organizaciones de izquierda, al tiempo que denunció que allí "estuvieron conocidos patovicas de la intervención del INDEC".

El dirigente señaló que los partidos de izquierda y las organizaciones de derechos humanos no alineados con el Gobierno, que todos los años marchan en forma separada de las agrupaciones kirchneristas, habían denunciado públicamente "el intento de impedir el ingreso a Plaza de Mayo".

Según dijo, durante la marcha se toparon con "un bloque integrado por matones de La Cámpora y Pueblo Peronista", entre quienes identificaron a "reconocidos miembros de la patota del INDEC, integrantes de un grupo conocido como los 12 apóstoles de (Guillermo) Moreno".

"La misma patota que aprieta y persigue a los trabajadores del organismo que denuncian la intervención de Guillermo Moreno", aseguró.

La polémica con los dirigentes de izquierda se produjo luego de que este miércoles la Presidenta responsabilizara en durísimos términos a los militantes de esos espacios por los forcejeos con los integrantes de las organizaciones oficialistas durante la marcha por el aniversario del golpe del 76.

En una extensa serie de mensajes en Twitter, la mandataria describió a esos militantes como "gente uniformemente vestida de rojo, autotitulada de izquierda, amenazantes y con garrotes en sus manos", y los contrastó con los manifestantes del kirchnerismo, a los que caracterizó como "jóvenes vestidos de azul, celeste, o blanco, con banderas argentinas, haciendo un cordón humano para separar y evitar la agresión"

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